Capítulo 44: Especial Ethan

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— Ethan, deben solucionar sus problemas.

— Al igual que los tuyos. — Espeté a la defensiva, ella apretó los dientes y volvió a dar un vistazo por al rededor

— Sabes que no es lo mismo. — refunfuñó. — Ahora iré a buscar a Enzo y espero que hasta entonces hallan hablado.

Desapareció en un pestañeo, me crucé de brazos y observé a Noah en su lugar. Las pecas en el puente de su nariz, la manera en que aquellos azules brillosos miraban con desconcierto todo el lugar, jugaban con sus dedos pasándolos por su cabello.

Pero su temor e inocencia seguían allí, tal cual como cuando lo encontré en los calabozos, asustado, temeroso y horrorizado.

— Deberías saber que Margaret está aquí. — el abrió mucho los ojos y tragó saliva. — No sé cómo tomará las cosas si te vuelve a ver.

— Quiero verla.

— No creo que ella quiere verte. — lo rodeé hasta posicionarme detrás suyo. — No después de lo que hiciste.

— Me hice pasar por su hermano y aun así ella me perdonó la vida. Sé que es bondadosa y a que a pesar de ser dura es frágil. — Asentí sabiendo que eso era cierto, Noah volteó a verme y dio un paso hacia el frente haciendo que yo retrocediera. — Tú también eres bondadoso.

— ¡Ja! — solté. — Por supuesto que lo soy, te estoy demostrando mi bondad al no echarte de este lugar. — tensé más mi mandíbula.

— Lo siento Ethan. Entiendo tu enojo pero...

— No, no lo entiendes y ya basta. — cerré mis manos en puño.

El amor era así, tú decidías si te arriesgabas a intentarlo, sabiendo y teniendo muy en claro que podrías salir lastimado en el intento. Yo lo hice, salte al precipitó sin paracaídas esperando volar por mí mismo, obviamente yo no era un pájaro y no hubo nadie para sostenerme a tiempo y pudiera evitar que yo cayera de cara.

Noah fue mi precipicio, di el paso a ciegas con él, quise realmente intentarlo y ver qué pasaba, dejar de ser el Ethan seductor con todos y ser un Ethan más enfocado en la persona que quería pero aunque parezca tan irreal a estas alturas y en este siglo los prejuicios seguían allí, no todos lo tomaban de la mejor manera, otros simplemente te odiaban y repudiaban. Pero tantos años vividos me enseñó que no podías vivir del que dirán de la gente, de todas sus mierdas que te echan encima como si fueses un basurero.

Noah era prejuicioso, siempre pensando en el que dirán y es que el tema no era que yo fuese gay, el tema era que era un vampiro gay, lo cual era ridículo.

— ¿A qué le tienes tanto miedo Noah? — pregunté absorto y cabreado, observó sus pies jugando con sus dedos sobre sus muslos en acto de nerviosismo.

— Tu padre mató a mi hermana. — soltó de la nada.

Mis ojos e abrieron y cerraron de forma repetitiva, pasé saliva y negué con la cabeza confundido. — ¿De qué carajos estás hablando?

— Mi hermana, Maggaly, tenía un amorío con tu padre, lo hizo para buscar la manera de sacarme de los problemas en los que estaba metido. — abrí los ojos como platos y sentí que los brownies y los cócteles que había estado bebiendo pronto saldrían expulsados. — Cuando él la descubrió mando a asesinarla y los malditos la dejaron dentro de un autobús en la escuela donde estudiabas.

— No... Tu... ¿Qué? — negué con la cabeza. — Eso no es cierto... — aunque mi padre había sido una mierda, una real mierda.

— Te digo esto para explicarte porque hui, porque me alejé de ti. No era mi miedo a que los demás supieran que era homosexual, lo cual no tiene nada de malo. No sabía cómo actuar ante la idea de que eras el hijo de la persona que asesinó a mi hermana.

Tengo Sed de Ti - IIWhere stories live. Discover now