Capítulo 50

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PDV: Momo

Estoy bien, lo juro... bueno en realidad no. No me apagué pero es como si lo hubiera hecho; llevo 5 minutos frente a la puerta sin moverme.

Escuché que alguien estaba viniendo a la puerta así que hice mi mayor esfuerzo para saltar a los arbustos de a lado. Finalmente la puerta se abrió y pude ver su linda sonrisa de nuevo.

Solar: -Es obvio, cómo esperabas que siguiera aquí...
Momo: -¡Espera! Sí estoy aquí, en los arbustos.
Solar: -No es que no me alegre pero... ¡¿qué mierda haces ahí Momo?!
Momo: -No soy esa tal Mono, soy un duende.
Solar: -No es cierto, los duendes no pueden ser tan lindos.
Momo: -Supongo que ser un lindo duende es otro de mis talentos.
Solar: -Ay Momo... eres tan pendeja. Ya sal de ahí- dijo entre risas.

Me ayudó a levantarme y me quitó todas las hojas que tenía encima.

Solar: -¿Quieres entrar? Mi padre no está en casa.
Momo: -¿Cómo rayos esperas que rechace esa oferta?
Solar: -No estoy segura, tal vez porque eres un duende- rió.

Solar me tomó de la mano para que entrara y cerró la puerta tras ella... con seguro. Me van a secuestrar, yo lo sé. Volvió a tomar mi mano para que la siguiera a la sala, la calidez de su piel logró que me calmara.

Ya me conocen así que mejor lo digo de una vez. Ella iba al frente mío en pijama, un short corto y una blusa de tirantes en juego. Luchaba fuertemente para no tener una erección mientras veía su trasero, hermoso por cierto.

Me senté en el sofá mientras que Solar subió a traer una película, espero que no sea nada que me haga perder el control. Para mi buena suerte puso una comedia más tonta que yo.

Solar estaba a la par mía; tomó mi brazo y dijo: -tengo frío- mientras que me hacía abrazarla. Ella es tan linda. Con la mano que tenía libre comencé a acariciar su cabello, era muy suave y olía tan bien. Luego no pude evitar ir a sus mejillas; parecen dos bolas de algodón, no me juzguen.

Al rato de estar así me di cuenta que Solar casi no se movía, primero pensé que había muerto pero ya luego me di cuenta que sólo estaba dormida. Me quedé apreciando su belleza por unos minutos para luego dejar de abrazarla haciendo un gran esfuerzo para que no despertará. Subí al segundo piso para estar segura de cuál era su habitación.

Regresé a la sala y la alcé como la linda princesa que es. Caminaba muy lento para que pudiera seguir durmiendo en mis brazos y aunque tarde mucho en hacerlo finalmente logré llevarla hasta su cama. Puse su cuerpo suavemente sobre el colchón y luego la cobijé. Tomó mi mano.

Solar: -¿Por qué eres tan dulce conmigo?
Momo: -Tú sonríes al verme.
Solar: -Tonta... haces que me sonroje. Quédate conmigo esta noche, no quiero dormir sola de nuevo.
Momo: -¿Prometes que sólo vamos a dormir?
Solar: - Lo probeto- dijo casi dormida.

Me acosté a su lado tomando un poco de la cobija, por dicha había elegido la más grande que encontré. Solar me abrazó rápidamente a lo cual yo respondí con un beso en su frente. Segundos después ella ya estaba dormida de nuevo y luego hice lo mismo.

La noche pasó rápido, sé que soy una maldita pervertida pero Solar se me hace tan pura que me vuelvo igual. Casi ni pienso cosas malas cuando estoy con ella. Cuando desperté vi que no estaba en la cama así que me puse de pie y bajé a buscarla.

Solar: -Buenos días preciosa- dijo junto a un gran olor que venía de la cocina.
Momo: -Buenos días, ¿qué haces que huele tan bien?
Solar: -Qué crees, es mi olor natural. Ok no, sería raro que huela a tostadas francesas. Te preparo el desayuno para que vayas a la escuela.
Momo: -¿Quién dice que hoy voy a ir clases?
Solar: -Entonces para que comamos juntas... la comida.
Momo: -Eres una pervertida, me gusta eso- dije riendo de forma algo pícara.

Maldita Pervertida [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora