Maldita Pervertida [G!P]

Capítulo 2

PDV: Momo

Dahyun traía unos shorts muy cortos, se veía tan bien con ellos. Se sentó en la cama, tomó su teléfono y lo colocó en su oreja. Se acostó de pecho dejándome ver su trasero mejor, desde aquí se veía tan sexy. Esto era tan excitante. Lástima que no puedo hacer nada más que observarla.

Dejé a un lado las papas fritas que tenía y llevé mis manos al borde de mi pantalón. Me molestaba en la posición que estaba así que lo moví un poco. Seguía molestandome.

Me levanté sin dejar de mirar a la vecina y caminé hasta el armario, tomé uno de los grandes pantalones que le había quitado a mi hermano y me lo puse. Para cuando volví a donde estaba sentada me llevé una gran sorpresa.

Dahyun estaba bajando su mano hasta su intimidad. Me quedé callada, observando cada movimiento que daba. Al parecer le estaban diciendo algo excitante por teléfono. ¡¡Oh por Dios!! ¡Está teniendo sexo por teléfono! Que inteligente Momo, como no te diste cuenta antes.

La observé, comenzó a tocar su intimidad por encima de la ropa. Ella asentía, abrió la boca y soltó un gemido al aire. ¡¡Dios!!
Metió su mano dentro de sus shorts y comenzó a tocarse.

-HOLY SHIT!!-Grité, Dahyun dejó de hacer lo que estaba haciendo, se acercó a la ventana. me vió. Mierda Momo no te podías callar.

Dijo algo y colgó la llamada. Dahyun me penetró con su mirada, me señaló sin dejar de mirarme. Yo con mi dedo me señalé, como preguntándole si era a mi quien señalaba, reí nerviosa.

Me iba a levantar para irme pero me caí de la silla, aproveché para cerrar las cortinas rápido pero en lugar de eso provoque que se cayeran.

-¡Tu! Maldita pervertida no te vayas.-¡¡Oh por Dios!! Era la primera vez que la escuchaba hablar. Sólo había logrado escuchar su gemido.

-¿Y-yo Yo?- Comencé a tartamudear. Estaba muy nerviosa, me miraba enojada.

-No, la princesa de Japón.-

-Puede..puede ser.

-No eres japonesa, pendeja.- Wow, ¿Acaso lo dijo? Si, me dijo pendeja.

-En realidad....si que lo soy.- Dije sin tartamudear pero más nerviosa aún. Ella frunció las cejas. Oh, pero que sexy se ve.

-¿Qué hacías espiándome?-Estaba muy molesta, se le notaba en la cara. Me quedé callada pensando que decirle.-¡¡MALDITA PERVERTIDA CONTESTA!!

Le Di una sonrisa nerviosa y salí corriendo a la puerta. Estaba con seguro y casi me como la puerta, si serás estúpida Momo.

-¡¡Vuelve acá maldita!!-Gritó cuando ya había cerrado la puerta.

Bajé como un relámpago las escaleras, fui a la sala pero mamá no estaba ahí. Corrí a la cocina y ahí estaba, haciendo un pastel de chocolate.

-Mira mija. Estoy haciéndote el pastel

-Si, si mamá. Escucha, si viene la vecina no la recibas. Está pendiente, en verdad mamá no dejes que entre a la casa. Yo voy a salir un momento.-Dije rápido. Ella me tomó de los hombros e hizo que dejará de estar brincando. Aveces tiendo a brincar cuando estoy nerviosa.

-¿Qué hiciste Momo?-Me rasque la nuca, no sabía que decirle.- Bueno, ¿Con quién vas?

-Voy..voy con Momo.- Mamá se rió de mi. Me Di en la cabeza
Al darme cuenta de lo que había dicho.- Digo.. con Mina y Jeongyeon.

-Ve con cuidado.-Dijo. Corrí al garaje a por mi bicicleta, antes de salir miré a todas partes para ver si Dahyun estaba por ahí. No estaba así que fui a casa de Mina, era la más cerca.

Tardé solo algunos minutos en llegar. De la prisa y los nervios al bajar de la bicicleta me caí, casi me llevo una pierna. Mina abrió la puerta y salió corriendo a ayudar a levantarme.

-Momo, ¿Estás bien?- Me preguntó preocupada. Asentí, sacudí mi ropa llena de pasto.

-Entremos.- Miré por encima de su hombro, no había nadie pero mejor ser precavidos.

Tomé mi bicicleta del volante y caminé con ella y Mina hasta la puerta. Dejé la bicicleta a un lado, Mina abrió la puerta para mi y entré, lo primero que ves cuando entras a su casa son los grandes sillones. Unos hermosos cuadros que combinaban perfectos con el color claro de la pared. Un bonito adorno de centro de mesa, había un gran televisor, era tan grande que cuando ves una película da la sensación que estás en la sala de un cine. Y más grande es la sensación con las bocinas que tiene a los costados.

-¿Quién e..? ¡¡MOMO!!-Dios, me voy a cambiar el nombre. Jeongyeon corrió a donde mi y me brincó encima.

-Espérate machote. Me asfixias.- Dije. Comencé a darle golpes en la espalda para que se bajara.

-Te extrañé pervertida.-Me alborotó mi rubio cabello.

-Yo igual hombrecito.- Hice lo mismo con su cabello. Me encantaba tocarlo por que era muy cedoso.- Vamos a tu habitación Minari, tengo que contarles algo.

Mina me dio una cara de perversión, cree que le voy a contar algo pervertido de Dahyun. Bueno...si lo haré.