Capítulo 47

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PDV: Momo

Definitivamente a Sana le regalaron la jodida licencia de conducir.

-Tienes que despejar tu mente, se que siempre está despejada pero... Da igual. —me decía

-Me ofendes.

Tomó mi mano y me sonrió, que intimidada me siento. Sumandole a eso el miedo por la velocidad a la que vamos. La verdad no creo que vaya a salir viva.

Para distraerme saqué mi teléfono y le escribí a Mina:

¡Hoy me voy de putaaas!

Minutos después me contestó y no pude evitar sonreír.

¿Crees que me importa saber tus cochinadas?

Ay, la amo.

Yo:

Te extraño mucho, Minabombón.

MinaBombón:

Chao.

Yo;
Hay que juntarnos, necesito tu amargura para vivir en paz.

MinaBombón:
¿Con quién te vas?

Yo:
No que no ¿?
Me voy con Sanita la más bonitaa. 7u7

MinaBombón:
¿Cuándo dejarán de ser tan putas ?
¿Al menos llevas condón?

Yo;
No haremos nada, jamás le haría eso a Dubu..

MinaBombón:
Tss.. haré como que te creo.

-¿Con quién hablas? -me preguntó Sana. A cabrón, ahora le tengo que dar explicaciones, no sí.

-¿Mina?

No dijimos nada más pues ella puso súper alta la música, me puse a ver por la ventana y me Di cuenta que no habían casas, ni árboles, ni autos, estábamos en un lugar desierto. Esto me comenzaba a dar mal rollo.

Tal vez me quiere violar, con otras cinco chicas o tal vez chicos y me va a tirar por ahí a mi suerte sin ropa y sin dinero. Nada más de pensarlo me tensé y se me puso la piel de gallina.

-¿Adónde vamos?

-A la fiesta. —rió, DIABÓLICAAAAAA. Satanás corre por sus venas, que alguien le traiga un cura para que le quite los mil demonios.

Me quedé observando todo a mi alrededor. Como cinco minutos después aparecieron los árboles, pero seguía sin haber señales de algún otra alma. Tenía un nudo en la garganta muy atorado.

-Sana.. creo que deberíamos regresar..

-¡Qué aburrida! Ni siquiera hemos llegado a la fiesta. -forsé una sonrisa, me salió una mueca y ella rió- oh.. ¡no me digas que tienes miedo!

-Tal vez un poco. -confesé.

Gracias a la Virgen Alá llegué sana y salva, ni siquiera se si existe la Virgen Alá pero a ella le rezó. Bajé del auto halagando al piso y seguí a la otra japonesa hastaadentro. La casa es enorme, me siento una hormiga aquí.

-Voy a traer unas bebidas. —me dio un beso en la comisura de los labios y desapareció.. creo que tomó demasiada confianza la última vez.

Estaba tan entretenida viendo a las mujeres ridiculizandose encima de aquellas mesas que no me Di cuenta cuando sana me había ofrecido la bebida. La ignoré todo el rato hasta que me volvió a hablar.

-¿Y si vamos a bailar? —negué. Lo menos que quiero hacer ahora es bailar. Una noche como la de hoy estaba yo bailando con ella y terminé más encendida que casa en llamas y así le partí el ano... recuerdos feos del pasado.

-Vamos a bailaaar. —hizo un puchero, hice una mueca. Nadie hace mejor puchero que.. ah. Me tiró del brazo hasta la pista y me obligó a moverme con ella. Al final me rendí y comencé a seguirla sin ánimos.

Me restregaba el culo y las tetas pero realmente no sentía nada, rodaba los ojos cuando me tocaba así y de vez en cuando la alejaba. Me abrazó por el cuello juntando nuestras frentes y me besó, me agarró tan fuerte que no me pude separar y me llevó a una habitación oscura. ¿Por qué no seguirle? Cuando se de cuenta que no estoy excitada, que no me provoca me dejará en paz.

Seguía con sus movimientos y me manoseaba toda, me besaba, me mordía y metía su mano fría entre mis pantalones. Estaba demasiado necesitada ella. Seguía así, hasta que bajó a mis pantalones y sucedió..

-Momo... ¿Cómo demonios pretendes que me meteré tu pene a mi boca estando flácido? —me miró frunciendo el ceño, contenía mi risa y las ganas de burlarme de ella.

-Lo siento..aaah. —tocí.

-¿No soy lo suficientemente atractiva como para complacerte sexualmente? —basta.

-No es eso... tengo mi cabeza en otra parte y.. lo siento en verdad. —iba a explotar.

-Da igual. -se acomodó el cabello y salió, dejándome en aquél cuarto explotando de la risa.

Miré a mi momito y le dije: bien hecho. Me arreglé la ropa y salí como si nada, de momento recordaba lo que había pasado y me reía, algunos me miraban raro pero yo seguía en mi locura.
Cuando ya estaba a fuera tomé una gran bocanada de aire limpio, ya me hacía falta. Me senté en una banca cerca de ahí y saqué mi celular, chillé de felicidad al ver que tenía una rallita de señal.

Marqué a Mina para que me viniera a buscar; lo peor que pude haber hecho.

Llevo tres horas sentada en este jodido banco, con el cuerpo entumecido del frío, los ojos encogidos que ni veo y me arden como si me hubieran tirado limón en ellos. A cada segundo miraba mi teléfono, viendo la hora y esperando que de alguna forma volviera a tener señal para reclamarle a Mina.

10 minutos después me tiré para atrás, cansada, comencé a quedarme dormida y no podía mantenerme despierta ya.

Una luz me alumbró dejándome ciega totalmente y alguien se paró al frente mío, no pude ver su cara pero por su silueta sabía que era mujer. Ay.. que no sea Sana por fa.

-Nos vamos, mal parida. —Dubu.

-Hermosa, el amor de mi vida, mi heroína, te amo. —casi lloraba, abrazandola—. Te extrañé demasiado.

-Cállate y camina al auto. —dijo cortante, caminando al auto. Auch.






*****
HEEEEULJSIZJA, volví io.

¿Me extrañaron?

Sobreviví a María, kdcirles. ¿Quién contra mí? :v

Quisiera contar mi experiencia pero se que no les interesa y blah. :v

Tal vez empiece a actualizar una vez por semana, idk. Esperen a ver. :u

Se lavan.
Bai.~

Maldita Pervertida [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora