Maldita Pervertida [G!P]

Capítulo 3

PDV: Momo

-Luego comenzó a bajar por su abdomen y colocó su mano entre sus piernas, ¡¡las abrió y comenzó a tocarse!! Aunque fue por encima de la ropa.-Dije y me tiré para atrás tapando mi cara. Recordar eso hacía que un escalofrío desde los dedos de mis pies hasta la cabeza me recorriera.

-Ya pasó de ser su hostigadora secreta, ahora ya sabe que eres tú.- Jungyeon comenzó a reír. Eso no lo había pensado, ahora sabe quién la observa cada segundo sin descanso.

-Es cierto, esta mujer se pasa de pervertida.- Jungyeon me dio un pequeño empujón. Yo solo suspiré.

-Por eso es que no he vuelto a bailar con ella en las actividades.- Dijo Mina. Se queja mucho, sólo le toqué una nalguita.

-Exagerada, sólo fue una nalguita.- Comencé a reír.- Además, Dahyun está como quiere. . . Esa mujer es la gloria. Me pregunto como sería en la ca-Mina me detuvo con la almohada. Jungyeon se dedicaba a reír al igual que yo.

-Pervertida de mierda-Dijo Mina dándome un buen coñazo.

-Bueno ya, Cuéntame cómo vas con Chaeyoung. Bien que ya te a debes de haber cogido.-Dije. Jungyeon dejó de reír que cambió su estado feliz a uno serio y frío. Mierda, se me olvidó que Jung estaba aquí.

-Ehh. . .- Mina rascó su nuca. Se puso nerviosa. Jungyeon se levantó y salió de la habitación. Mierda Momo siempre la cagas.

-Ves lo que haces.- Señaló la puerta por donde salió Jungyeon. Me encogí de hombros y alzé mis manos.

-Lo siento, no es mi culpa.-

PDV: Dahyun

Esa rubia me las va a pagar, me estaba espiando. ¡Dios! ¿Es que cómo soy tan estúpida de dejar las cortinas abiertas? Quien sabe cuántas veces me ha visto. Aunque admitamos que no es fea la chica. Me mordí el labio. ¡Dahyun! ¡Eres heterosexual! Me dije a mi misma.

Bien, recordemos como se llama la chica. Se que la he visto, y escuchado su nombre pero no se donde. ¡Ya se! Es la vecina, preguntemosle a mamá que todo lo sabe. Tiene un oído que escucha de aquí a Corea del Norte.

Me acomodé la camisa y salí de mi habitación.

-¡¡Mamá!!-Grité mientras bajaba las escaleras.

-¿Qué Pasó mija?-

-Te haré una pregunta, ya que tu todo lo sabes.- Dije y le quité una galleta. Miré a mamá a los ojos y me puse seria.

-Ay mija, me estás asustando.- Apartó la mirada.

- ¿Conoces a la vecina?-Sólo pregunté eso y esperé su respuesta. No hay que preguntarle nada más, ella sola llega al punto.

-Ay si mija.-Sólo tengo que prepararme para escuchar las historias que va a soltar.- Ella es muy buena gente, muy amable. Y fíjate mija, no es coreana, es japonesa es lo más que me sorprendió. Tienen muchas costumbres diferentes y eso, me enseñó a decir algunas cosas en su idioma, ya voy progresando mija. ¡Ay! Y tiene una hija de tu edad más o menos, es rubia casi igual de alta que tu, creo que va en la misma escuela. Pero no te juntas con ella, es media rarita y un poco pervertida por lo que he visto.

-Ah ¿Si?-Eso de pervertida definitivamente no lo sabía. Que se note el sarcasmo.

-Si, y sus amigas son más raras aún. Creo que todas son lesbianas, una tiene el cabello bien corto que parece un hombre, creo que la has visto por que se pasaba mucho con tu amiga..la enana esta..Cha..Cha. No se- Dijo. Creo que ya se de quienes hablan.

-Chaeyoung mamá, Chaeyoung.-Le dije. Creo que de quien habla es de Jungyeon, su ex.

-Bueno esa. La otra amiga es bien rara igual, bien seria y su mirada es fría como hielo. Casi nunca sonríe. - Mina.

-Y oye mamá...¿de casualidad no sabes como se llama la hija de la vecina?-Dije, mamá me miró. Como que se le prendió el foco pero luego se le apagó.

-Ay mija, sinceramente no se.-Mi sonrisa se borró. ¡Tuve que escucharla hablar todo este tiempo para que me diga que no sabe su nombre! Esto es el colmo.

-Está bien, gracias. Ya me voy a mi habitación.- Me despedí antes de irme de regreso a mi habitación.

Me senté en la cama, me iba a acostar pero me acerqué a la ventana y mire hacía la otra habitación. La chica rubia no estaba. No me importa, si quiero saber quién es debo esperar a que llegue. No me importa si se hacen las 6 de la mañana, no voy a dormir hasta que llegue ese mujer.

(...)

¡Son las 3am de la mañana y esa rubia no llega a su casa! Creo que mejor me voy a dormir, nunca va a llegar la cobarde. Rodé los ojos.

Ya será mañana que la atrape, de todos modos va a la misma escuela que yo.

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