Maldita Pervertida [G!P]

Capítulo 21

Momo

Me levanté del suelo como pude sin quitar la mano de mi entrepierna. El dolor había disminuido un poco, pero seguía palpitando y no paraba de doler.

—Eso.. No es nada — di media vuelta para seguir hasta la dirección, pero Dahyun me empujó.

Me levanté enojada y la pegué a la pared bruscamente, en ese momento había olvidado el dolor, ella soltó un quejido.

—¡¿Qué coño te pasa conmigo?!— exclamé enojada.

Ella colocó sus manos en mi pecho para apartarme, igual que la vez pasada, pero sin resultado porque no tenía mucha fuerza en esa posición.

—No me gusta tu presencia.— Dijo con desagrado, ladeé la cabeza y miré a otro lado, me alejé de ella y llevé mis manos a mis costados.

—¿Por qué? ¿Ah? No te he echo nada, apenas y te hablo.—

—Eres una enferma..— ¿Enserio me está diciendo eso? A ver Momo, busca argumentos...

—La enferma eres tú al dejar tus cortinas abiertas y masturbarte mientras hablas por teléfono.— Salí con eso, la verdad no tengo otra cosa que decir para sacarle que ella era la enferma.

—¿Qué? ¿A qué viene eso? Además.. Imagino que tu igual lo haces.— Asentí dándole la razón.

—Pero al menos cierro las ventanas y las cortinas.— Reí.

El timbre sonó asustandome, le Di una última mirada a Dahyun.

—Escuchame bien... si mi padre me da un sermón por tu culpa, no sabes la que te espera rubia oxigenada.— Dijo antes de que la manada de animales me empujara nuevamente.

—¡Oye caraculo mira por donde vas! — Le grité al chico que me había tirado al suelo.

El chico se giró a verme y me tomó de la camisa levantándome al aire. Oh genial. Escuché una risa, ahh ¡estúpida Dahyun!

—¡Oye! ¿A dónde vas? ¡T-Tienes que ir a dirección!— grité, pero ya había desaparecido entre los animales dejándome ahí con el animal este.

—Repite lo que dijiste— Mierda, siento que de aquí no salgo viva.

—Y-Yo sólo dije.. Tienes que ir a dirección.. nada más.— dije alzando las manos al cielo.

—Vuelve a decirlo y se me olvida que eres mujer.—

—Cara- amigo relajate.— Le toqué el hombro y le di dos palmaditas.

Me dio una mirada que no supe identificar, y me tiró al suelo, pegándome fuerte con el suelo. Agradecí que al menos sólo me tiró y no se tiró encima mío.

Todos me observaban como si estuviera loca por estar ahí tirada en el suelo, pero cuando intentaba levantarme alguien me empujaba. Hasta que finalmente unos brazos flacos y sin fuerza intentaron levantarme, no hacía falta mirar para saber quién era.

—Mina yo me levanto sola, gracias.— Dije apartando sus brazos.

—No soy Mina..— Susurró.

—Tzuyu.. ¡Hola!— Me levanté rápidamente y le extendí la mano, ella la tomó y luego me plantó un beso en la mejilla.

—Hola Momo, iba pasando y te vi ahí.— Me sonrió.— ¿A dónde vas ahora?

—Dirección..— Rodé los ojos, ese viejo que tenemos por director me cae mal.

—Oh.. que mal, verle la cara al director..— Asentí.

—¿Me podrías acompañar?—

—Claro.— Asintió, tomé su mano y la guié hasta la dirección.