Capítulo 53

4K 308 82
                                    

No fué un sueño.

En absoluto, fué real y no me
lo puedo creer.

Pero lo comprobé cuando desperté hace unos minutos buscándolo para asegurarme que no era otro juego de mis deseos o de mis ganas de verlo, pero ahí estoy viéndolo dormido en una silla junto a mí, con su rostro
hundido sobre mi abdomen y la cercanía se siente hermosa.

Siento que soy la chica más feliz del mundo, nada puede igualar lo que siento, mi corazón volvió a estar en el lugar exacto donde estaba antes de pasar todo ésto y es ilógica la manera loca que late cuando estoy junto a él. La sensación de calma que tengo justo dentro de todo lo que soy.

Él es mi calma.

Creo que no sé qué hubiera pasado si
No llegaba, pero lo hizo.

Entonces vuelvo y veo la realidad...

Él no me recuerda del todo, no recuerda que significo para él completamente y siento como se forma un nudo dentro de mi garganta y la sonrisa de felicidad deja de poseer mis labios. Esa sensación de alegría se opaca un poco y paso mi mano por su cabello enmarañado.

Hay tantas cosas horribles que no recuerda y juro daría todo para que no vengan a su mente a atormentarlo.

Sé que no lo puedo evitar y el dolor que sentirá será horrible, Dios, cuánto daría porque él no tenga que pasar por ésto, nadie puede imaginar lo que siento en éste instante al darme cuenta que en algún momento sucederá lo inevitable, así como Zab a logrado recordar muchas cosas con sólo escuchar un poco de ellas, pronto tendrá todos sus recuerdos y el maldito y horrible secuestro será uno de ellos.

¡Lo siento tanto! —quisiera decirle mientras sigo acariciando las hebras finas de su espeso y oscuro cabello, entonces cuándo menos lo espero me mira con sus ojos verdes somnolientos.

Sonríe.

—Hola —dice, acercándose más y dejando un tierno beso en mi frente, que me hace sentir nuevamente segura.

—Hola —respondo sonriendo como tonta ante su hermoso gesto.

—¿Cómo te sientes?

—Bien. ¿Dormí toda la noche?
—pregunto confundida.

—Sí. Te aplicaron un sedante para que pudieras descansar.

No sabe que hubiera querido poder quedarme toda la noche disfrutando de su compañía, su cercanía pero...

—¿Y tú? —pregunto nuevamente viendo su rostro cansado —¿No dormiste nada?

Se incorpora sobre la silla y pasa las mano por su rostro y luego por su cabello.

—No te preocupes por mí —me mira —Estoy bien —contesta dulcemente.

Lo observo detenidamente notando que no está vestido igual que ayer. Ahora lleva unos pantalones negros y una camiseta blanca.

—Calvin y Zoe se están hospedando en un hotel a unos cinco minutos y mientras te checaban hace un rato aproveché para darme un baño y cambiarme —dice como si adivinara mis pensamientos.

Asiento y luego cierra los ojos y suspira.

—¿Por qué terminaste aquí? —pregunta confundido haciéndome estremecer por su cambio de tema y sorprendiéndome al mismo tiempo.

Abro mi boca sin saber qué decir, no sé cómo explicarle que intenté salvar un niño porque perdí el nuestro. No podría decirle eso, entonces desvío la mirada de sus ojos justo en el momento que la puerta se abre y entra el mismo doctor de ayer con una carpeta en la mano y una sonrisa amigable en el rostro, mientras observo su nombre bordado en una esquina de su bata donde dice: Dr Clayton.

No Me Dejes Caer Jamás #1 [COMPLETA] En EdicionOnde as histórias ganham vida. Descobre agora