C A P I T U L O 12

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Camino lentamente hacia el autobús.

Soy una cobarde.

Siento aún su mirada en mi espalda pero no soy capaz de voltear. No cuando mi rostro está bañado en lágrimas, porque sin haberme ido ya lo extraño.

Subo al autobús y me siento en un asiento pegado a la ventanilla donde puedo verlo aun parado con su rostro inexpresivo y sus hombros tensos.

¿Qué espera para irse?

Yo sigo callada, con la frente pegada a la ventana y el alma en el fondo del bolsillo.

"A veces el mayor acto de amor hacia una persona consiste en desaparecer de su vida"

Yo siento que estoy haciendo lo correcto por lo cual sigo sentada en éste asiento, pero a veces lo correcto no es la mejor decisión por lo cual me levanto de un salto y salgo corriendo.
Para cuando salgo él ya se está marchando, Su espalda está hacia mí y siento que me desmorono por dentro al tocarme a mi verlo marcharse a él.

No pierdo tiempo y grito.

—¡Hey!

Él se voltea a cierta distancias significante, cuando me ve su semblante triste se ilumina pero no sonrie y mi estómago cae.

—¡¿Y si arriesgo y pierdo?! —hice la pregunta que había hecho antes muy alto por la distancia que nos divide, pero por suerte hay poca gente a nuestro alrededor.

—¡Perderemos juntos! —responde.

Las lágrimas caen en mi rostro al escuchar su respuesta, Pero aún tengo mucho miedo.

—¿Y si me muestras un lugar seguro? —digo, sabiendo que no sé dónde podría ser, pero él solo abre sus brazos y me dice.

—¡Ven aquí!

Entonces solo corro hacia él, nuestros cuerpos chocan, envuelvo mis brazos en su ancha espalda y él encierra su cara en mi pelo.

—Júrame que te vas a quedar conmigo.

Lo miro, pero la respuesta no sale de mis labios porque sé que un día puedo levantarme y decidir que ya es tiempo de marcharme.

Miro hacia mis pies y el levanta mi mentón.

—Promételo.

Lo miro a los ojos.

—Sólo si tú prometes detenerme cada vez que llegue el momento de salir corriendo.

Esta vez sonríe y es la sonrisa más hermosa. Entonces me besa, es un beso que dice muchas cosas y una de ellas era un "te lo prometo"

Me lleva todo el camino bajo sus brazos y yo me siento única.

Cuando llegamos a su casa entramos y él me besa sin parar, solo nos detenemos por falta de aire, en momentos me llega la idea de que pensaba que en cualquier momento me podría ir de nuevo entonces en medio de nuestras agitadas respiración le digo.

—Estoy aquí.

No sé que somos exactamente, pero ahora no me importa, no cuando me besa como si fuera la única mujer en la tierra, no cuando me toca como si mi piel fuera un imán que atraen sus manos.

Mis ojos están cerrados y no me doy cuenta que llegamos a la habitación donde el duerme, hasta que siento que cierra la puerta de una patada.

Mientras seguimos perdidos en nuestro beso él me guía hasta la cama y cuando menos me lo espero caemos en ella. Agarra mi cabello y lo lleva hacia detrás mientras besa mi cuello, luego mis hombros, entonces baja el tirante de mi camiseta junto con mi sostén. Sube mi camiseta por mi cabeza hasta sacarla por completo de mí y luego desabrocha mi sostén con avidez hasta que éste desaparece de mi cuerpo, toma mis senos entre sus manos y los masajea mientras no deja de besar mis labios, siento como mi piel se eriza con cada uno de sus toques estoy más excitada y quiero sentir su piel completamente, por lo cual agarro el borde de su camiseta y la tiro hasta sacarla por su cabeza. Me encanta sentir su piel en mi piel, me encanta todo de él.

De un salto quita mis pantalones vaqueros y cuando me doy cuenta también se ha quitado los suyos y estamos completamente desnudos.

Sube hábilmente sobre mí y siento su gruesa erección sobre mi vientre.

Me mira a los ojos y me encantan sus ojos verdes lleno de deseo y lujuria.

Estoy tan excitada.

—Hazlo —susurro.

Me dejo llevar y al momento siento su gruesa longitud llenarme por completo y suelto un ruidoso gemido acompañado por el gruñido que sale de su garganta. Se mueve sobre mi cada vez con más fuerza y yo abrazo su pequeña cintura con mis piernas mientras él sigue embistiendo dentro y fuera de mi una y otra vez.

Sus manos viajan por todo mi cuerpo
Mientras sus embestidas se hacen más exigentes y su beso devoran mi boca, pero lo quiero justo así. Quiero que me haga sentir solo suya.

Besa mis pechos, mi cuello y regresa a mí boca mientras yo siento como se tensa y me doy cuenta que los dos estamos llegando al clímax.

—¡Dam! —grito sintiendo como explota un espirar de emociones dentro de mi entonces él se corre dentro de mí.

Después de las convulsiones de nuestros cuerpos besa lentamente mis labios saliendo de mi y en éste momento me siento la más dichosa al estar en sus brazos sin nada más.

Solo él y yo.

Se acuesta a mi lado abrazándome contra su pecho.

—Eres mía —me dice pegando cada vez más mi cuerpo al suyo.

Lo miro con una maldita sonrisa tonta en mi rostro y con ese hermoso rostro frente a mí, me quedo dormida en sus brazos. Tengo la esperanza que él no me dejará caer jamás.

Me despierto sobresaltada y el chico de los ojos verdes no está a mi lado. Así que me deslizo fuera de la cama y me pongo una camiseta de él. Salgo de la habitación y lo busco por todos lados sin encontrarlo. No entiendo nada.

Miro el reloj y son las nueve de la noche. ¡¿Por Dios, cuánto tiempo dormí?!

¿Por qué no está aquí? ¿Por qué me dejó sola? está muy tarde.

Me dejó sola.

Siento mis lágrimas caer al darme cuenta de una cosa...¡Se fué con eso malditos delincuentes! No le importa que yo esté aquí, él simplemente me está poniendo en peligro a mi también.

Escucho que la puerta se abre y me espanto.

Veo como entra a la sala de estar muy distraído y me voy acercando lentamente. Cuando me vé baja la cabeza.

—No esperaba que despertarás ahora, bonita —me dice muy serio.

—¿Ah no? —pregunto herida porque me haya dejado sola.

—Estaba haciendo algo del trabajo —me dice.

—¡Eres un mentiroso! —le grito a la cara y mis lágrimas caen.

—No, no te estoy hablando mentira, pero...

—"las mismas mentiras, diferentes personas" —susurro sintiéndome una estúpida.

—¡No, no es así! —grita furioso y no puedo creer que me vea en esta situación.

De nuevo.

Estoy corriendo de un maldito hombre por enamorarme de la persona equivocada y ahora ¿Ahora hago lo mismo?

Levanta la mano y la pasa por su cabello y entonces me quedo paralizada al ver su camiseta manchada de sangre.

—¡¿Qué hiciste?! —le grito horrorizada.

—¡¿Qué hiciste?! —le grito horrorizada

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No Me Dejes Caer Jamás #1 [COMPLETA] En EdicionDär berättelser lever. Upptäck nu