No Me Dejes Caer Jamás #1 [COMPLETA] En Edicion

C A P I T U L O 39

veo como sus ojos se van cerrando, ya sin fuerza, perdiendo la lucha contra el sueño y me doy cuenta que se está quedando dormida. Observo su rostro una y mil veces, gravando en mi mente el color de su piel y su textura, la perfección de sus cejas, su nariz, sus mejillas sonrojadas y su largo cabello...tanto, que los mechones oscuros se pierde entre las sábanas blancas que cubren su frágil cuerpo, y por último, estudio sus suaves labios rosa, esos que logran quitarme el aliento y me sorprenden como a un niño pequeño cuando en un susurro perdido y adormilado dice.

—Te amo, Zab.

Mi pecho se siente pesado y creo que me estoy asfixiando con solo escuchar que dice esas tres palabras. Pongo mi mano sobre su rostro pero... ya está dormida.

—Te amo más, nena —le digo con un nudo en la garganta que no me deja respirar. Podría decirlo mil veces y no sería suficiente. Miro las marcas de su cuello y de repente me siento enfermo —Odio que pases por esto por mi culpa —prosigo hablándole a su rostro dormido —Quiero que sepas que daría mi vida por tí...lo haría si fuera necesario si eso significa que tú y mi hijo estarían bien, a pesar de saber que destrozaría no solo tu corazón sino también tu vida —digo a pesar de saber que no puede escucharme.

se forma un malestar en mi estómago de sólo imaginar todo lo que llega a mi cabeza en este momento. Pero
prefiero mil veces que sea feliz sin mí, a no verla cada noche antes de cerrar mis ojos y cada mañana al abrirlo, viendo sus bellos ojos grises o escuchar su voz decirme esas palabras que logran calmar mi ansiedad "Te amo Zab"

No sé como viviría sabiendo que la e perdido para siempre...estoy intentando todo para terminar con todo este peligro y verla feliz. El servicio de investigación me han apoyado mucho a pesar de haber más trabajos importante, pero han tomado prioridad por ser uno del equipo.

McDowell a jugado muy sucio, no tiene la intensión de parar con ésto, y no sé que pasará después de que maté uno más de su equipo. Quisiera encontrar una manera para acabar con todo, pero sé que está difícil mientras su hermano César no confiese desde donde está operando y haciendo sus fechorías. Tambien sé algo y es que McDowell no puede estar haciendo todo ésto solo, no cuando todos sus hombres y centros operativos fueron desmantelados cuando Cesar cayó.

Miro a Vila y cierro los ojos fuerte al darme cuenta que la más afectada en todo ésto está siendo ella. De alguna forma saben que es mi talón de Aquiles.

¿Qué hubiera pasado aquella noche si hubiera llegado sólo un minuto más tarde?

¡No quiero que ésto vuelva a pasar maldita sea!

Ella salió huyendo de su ciudad, de un maldito psicópata, quería dejar atrás el peligro y el terror y llegó hasta aquí donde yo la he sometido a todo eso una vez más. Ahora tuvimos que cambiar de casa una maldita vez más y no sólo eso, tuve que contratar un poco de vigilancia hasta resolver todo ésto.