Capítulo 54

4.3K 303 80
                                    

No puedo dejar de recordar una y otra vez todo lo ocurrido anoche. La forma en que Zab y yo nos conectamos cada vez que iba recordando algo con mis palabras y la manera en que nos acercábamos un poco más mientras se iba rompiendo la tensión. Fué hermoso sentirme una vez más entre sus brazos, sentir que poco a poco todo iba volviendo a ser como antes. Sólo unos días juntos y siento que lo estoy recuperando.

Me siento viva una vez más al sentirlo junto a mí. Su manera de besarme sigue haciéndome sentir las mismas cosas que antes y todo está volviendo a la normalidad, vuelvo a sentir esa conexión, nuestra necesidad de estar juntos, la fortaleza de nuestro amor, y por esa razón me he limitado a contarle las cosas hermosas, las menos tensas, esas que no nos han destrozado, pero aún siguen allí esas razones, esos momentos que destruyeron nuestra felicidad y lograron separarnos. Siguen encerrados en la oscuridad de su memoria y tengo miedo, me asusta que en algún momento salgan de allí y logren volver a derribarnos, porque sé que si esas razones me hicieron tanto daño, a él lo destruirían de tal forma que lo harían caer para no volver a levantarse.

Lo conozco perfectamente para saber que él se culparía y se alejaría. Tal vez pensará que no merece estar conmigo, pero no es así, yo lo necesito.

Lo amo de esa forma que te hace ocultar las cosas dolorosas a esa persona sólo para no lastimarla. Estoy rotundamente convencida de que en cuanto dependa de mí no le hablaré sobre eso.

Mi cuerpo se estremece cuando siento su respiración en mi cuello y sus manos rodeando mi cintura. Trato de relajarme ante su tacto y corresponder a su cercanía. Dejo caer mi cabeza en su hombro al mismo tiempo en que él deposita un beso en mi cabello.

—¿Estás bien, nena? —pregunta en un tono preocupado y me doy cuenta de que tal vez estuvo mucho tiempo observándome, por lo cual volteo aún entre sus brazos poniendo en mi rostro la sonrisa más grande que puedo ofrecerle al hermoso chico ahora frente a mí.

—Estoy bien —digo pasando mis manos por su cabello húmedo por la reciente ducha y llega hasta mí su aroma a colonia juntamente con jabón. Se acerca hasta mí besando tiernamente mis labios —He preparado algo para comer —hablo cuando sus labios se separa de los míos.

Sonríe y nos dirigimos al comedor. Saco el desayuno mientras él arregla los platos sobre la mesa. Servimos el desayuno y él se sienta, entonces en el momento que voy a hacer lo mismo me tira suavemente hacia él y caigo en sus piernas haciéndome reír.

—¿Es en serio? —pregunto divertida y un poco avergonzada ante su acto.

—En serio —asegura con una sonrisa torcida.

Así pues, comenzamos a comer nuestro desayuno "casi almuerzo" ya que nos levantamos tarde por dormirnos casi a la madrugada y él me ofrece bocados de su plato mientras yo le ofrezco del mío.

Terminamos de desayunar y nos quedamos de la misma manera mientras hablamos y reímos hasta luego hacer un silencio.

—Vila, que tal si me sigues hablando de nosotros y me sigues haciendo recordar -dice rompiendo el silencio mientras deja un beso en mi cuello.

—¿Qué quieres recordar? —digo con la sonrisa más tonta que puede existir mientras su mano descansa en mi cintura.

Baja la mirada entre nuestros cuerpos sin dejar de jugar con mis manos. Una vez más hace presente el silencio y mi sonrisa se borra al preguntarme en qué estará pensado.

¿Qué estará pasando por su cabeza?...

Levanta el rostro mirándome directamente a los ojos, pasa los dedos por mi cabello y...

—Quiero que me cuentes sobre el secuestro —dice y se forma un nudo inmenso en mi garganta. Siento como si una daga atravesara mi cuerpo y mi respiración se detiene abruptamente entonces flojándome de su agarre me levanto de sus piernas.

No Me Dejes Caer Jamás #1 [COMPLETA] En EdicionDär berättelser lever. Upptäck nu