C A P I T U L O 21

5.5K 399 67
                                    


LA CHICA DE LOS OJOS TRISTES

Despierto encontrándome una vez más en ésta habitación y siento unas inmensas ganas de hacer pis por lo cual me dispongo a levantarme cuando veo a Dam dormido en el sofá de la habitación, su postura parece incomoda y más con su brazo herido.

¿Siquiera que hace aquí?

Olvido mis ganas de que no esté aquí cuando mi vejiga me pide a gritos una liberación, así que tomo el tuvo del suero y lo llevo conmigo hasta el baño.

Luego de hacer pis me siento más relajada, subo mis bragas y bajo la fina tela de la bata de hospital cuando de pronto escucho a Dam histérico.

—¡Puta mierda! ¿Dónde diablos está? — gritar. ¡Éste hombre está loco!

—¿Se te perdió algo? —digo saliendo del baño.

Veo que suelta el aire por la boca ruidosamente y no entiendo cual es el empeño de tratarme como una niña de cinco años.

—Estas aquí —dice relajando los hombros —Pensé que te habías ido..."otra vez" —hace énfasis en "otra vez" y ruedo los ojos.

—¿A dónde rayos voy con mi cabeza rota? —digo señalándome a mí misma.

—No sé, por ejemplo ¿A dónde ibas cuando te fuiste de mi casa? —su pregunta es sarcástica y parece un interrogatorio y no me gusta su lado de policía conmigo.

—¡Basta, Dam! —apunto —No quiero un maldito policía interrogando mi persona —digo fuera de mí. Sabiendo que mi pasado es complicado y tal vez él no lo entendería nunca. Sube un brazo sobre su cabeza haciendo un gesto de desesperación, como...¡Dios ayúdame!

—Por Dios mujer, razona por una Puta vez, ¡Sólo quiero cuidar de tí! —farfulla exasperado, provocando que el cabestrillo de su brazo se suelte y el brazo caiga —¡Diablos! —aúlla en seguida de dolor y automáticamente y sin dudar me acerco rápido y le ayudo arreglar el cabestrillo en su lugar. Entonces me retiro de su lado.

—No soy una niña Dam, me puedo cuidar sola. No me trates como tal —le pido—Haz de cuenta que entre nosotros no ha pasado nada, por favor.

—¡No puedes pedirme esa mierda! —grita agarrando mi cintura rápidamente, para detener mi caminata hasta la camilla y pegándose a mi cuerpo —Quiero que dejes de pensar en olvidar lo que hemos vivido y no te resistas más —dice cerca de mis labios y me he quedado totalmente pasmada, no sé como logra controlar mi cuerpo en el momento en que se acerca a mi —Admite que sientes algo por mí y solo quieres hacerte la fuerte —no puedo siquiera pensar y mucho menos articular palabras con sus labios rozando los míos —¡Contéstame! —exije presionando más su cuerpo contra el mío y me parece que los medicamentos no me están haciendo bien, por la forma en que mi cuerpo se esta descontrolado al tenerlo tan cerca.

—Dam para, por favor —digo tan bajito que por un momento pienso que no me ha escuchado.

—No —dice rotundamente y siento ganas de golpearlo por hacerme ésto. Bajo mi cabeza tratando de bloquear que definitivamente llegue a besarme y él la levanta de nuevo, justamente cuando comienzan a desbordarse mis lágrimas.

—Mierda —dice al notar que estoy llorando —Lo siento, lo siento —seca mis lágrimas —¿Puedo saber siquiera porque lloras? —pregunta preocupado.

—¡Eres tú! —le digo —¡Eres un mentiroso! Ni siquiera me haz dicho que deje de llamarte Dam, o que ¿pretendes seguir siendo un policía encubierto para mi?

—¡Lo siento! —dice nuevamente —OK empecemos de nuevo, ¿Sí? vamos hacer esto, otra vez —me muestra su mano —Mucho gusto, mi nombre es Zabdiel Miller.

No Me Dejes Caer Jamás #1 [COMPLETA] En Edicionजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें