C A P I T U L O 03

7.8K 544 87
                                    

LOS ÁNGELES CALIFORNIA
Presente




Me despierto sobresaltada.

Mis ojos abriéndose rápidamente y tratando de escabullirme de los recuerdos mientras mis ojos comienzan adaptándose a la luz brillante del lugar, y de repente caigo en cuenta de que, no estoy en la calle, sino en una habitación, en una hermosa cama muy suave y cubierta por unas sábanas blancas que desconozco.

Entonces...

¿Dónde estoy?

¿Cómo llegué aquí?

Doy un salto y al instante estoy sentada. Mi corazón retumba fuerte, mi pecho sube y baja con furia y miedo y puedo escuchar mi sangre bombear.

Estoy asustada.

Miro a todos lados preocupada, mi respiración acelerada mientras retrocedo hasta el espaldar de la cama y de pronto escucho pasos acercándose, la manilla de la puerta gira y luego comienza abrirse con una lentitud que destroza mis nervios —¿Qué has hecho? — me pregunto a mí misma y de pronto estoy temblando —Has dejado que te encuentren —Pongo mis manos sobre mi rostro y sollozo bajito, sintiendo un miedo terrible de lo que pueda acontecer,  pero entonces.

—Hola —mi respiración se detiene —Hola —vuelve a repetir esa voz —Perdón por asustarte — parece una disculpa sincera. Es una voz ronca y suave, entonces levanto mis rostro, encontrando un chico frente a mí, un chico guapo parado frente a mí tembloroso cuerpo. Me mira fijamente y parece arrepentido, aunque a pesar de eso yo miro a mi alrededor nuevamente sin entender que hago aquí.

¿Quién es él?

Entonces recuerdo el coche que venía sobre mí e intento recordar algo más pero no puedo. Lo último que recuerdo fué la luz de un carro que iba en mi dirección y el sonido voraz de el motor del mismo, después todos mis sentidos se nublado por el pánico.

Dios.

Se intenta acercar dando otro paso más adentro de la habitación, pero yo me espanto y prontamente retrocedo más en la cama, a pesar de estar duramente pegada al espaldar de la misma.

—Tranquila, tranquila —dice de inmediato viéndome asustada —Estas en mi casa, bonita —señala nuestro alrededor —Esta es mi casa —reafirma —Te he atropellado, te juro no fué intencional, iba manejando y de repente —se detiene mirándome por un momento — Como no despertaste te traje aquí, no tenías ninguna herida, por lo que deduje que te asustaste mucho y por eso te desmayaste —habla intentando explicarse y su desconcierto me hace flojar el agarre brutal sobre sus sábanas y sus ojos, mirar sus ojos verdes, profundos e intensos hacen que mi cuerpo se relaje y vuelva a respirar casi correctamente, pero mis ojos no dejan de estudiarlo ni un solo segundo, sino que escanean todo de él buscando un indicio, lo que sea para saber en manos de quién estoy, pero no está vestido con camisa, ni un saco elegante, no es un empresario que haya decidido hacer un buen gesto, tampoco tiene piercing, tatuajes o marcas que me diga que es como Jack y haya venido por mí. Está vestido sencillamente con camiseta de mangas largas y vaqueros, tan normal y usual, se vé como un chico normal y no sé si eso sea bueno o malo en mi caso, porque no puedo descifrar cual sean sus intenciones, conmigo.

Es alto, cabello espeso y oscuro, fuerte, piel clara y tersa, nariz fina, cejas igual de oscuras que su cabello acompañadas de ese par de ojos verdes —Recuerda, no puedes confiar en nadie —grita mi subconsciente haciéndome volver a la realidad, aunque no puedo dejar de mirarlo, el tampoco aparta la vista, entonces...

—¿Cuál es tu nombre, bonita? —Me pregunta preocupado.

¿Mi nombre?

Yo niego con la cabeza sin poder confiar en él para decir mi nombre.
No puedo decirte mi nombre, chico de ojos verdes —digo para mí.

—Maldita sea —brama tirando de su cabello —Seguro te has golpeado la cabeza —salto un poco antes su asombro y niego aunque dudo mucho que lo noto porque estoy tan asustada que no sé si mi cuerpo pueda obedecer a mis órdenes —Mierda, lo siento, creo que lo mejor será llevarte al hospital para que te revisen —dice esta vez pareciendo un poco asustado y preocupado.

Vuelvo a negar otra vez cuando escucho la palabra hospital, salto de la cama y salgo corriendo antes de que pueda reaccionar.

No sé dónde estoy pero no puedo permitir que me lleven a un hospital así que me tengo que ir. Tengo que irme y que este chico no vuelva a encontrarme, no quiero lastimarlo, nadie puede estar cerca de mí, nadie.

Cuando salgo de la habitación veo un pasillo y unas escaleras y comienzo a bajarlas corriendo hasta que escucho su voz.

—¡No te vayas! — me detengo bruscamente —Está bien, si no te gustan los hospitales, prometo que no te llevaré, pero no te vayas, estás mal —susurra mirándome a los ojos cuando me vuelvo nuevamente hacia él.

Prometo.

Eso se escuchó tan irreal.

Llega hasta mi y toma mi mano, sin embargo no lo detengo, lo dejo tomarla entre las suyas provocando que sienta cosquillas en las mías y una sensación desconocida, también peligrosa. Sus manos son grandes, tersas y cálidas.

Lo miro a esos ojos color verdes.

—Ven —murmura —No te voy hacer daño. Sólo quiero ayudar, ¿Sí?

Me mira esperando una respuesta pero no le digo nada. Solo asiento insegura de la manera en la que el logra que mi cuerpo reaccione a su voz y hasta a sus ojos.

Tira de mí, como si calculara cada movimiento que hace y luego entramos nuevamente a la habitación donde estaba y es todo muy acogedor y hermoso, tanto que no lo merezco.

—Puedes quedarte —asegura.

Tienes que irte —grita mi subconsciente.

—Estás un poco sucia, te prepararé la ducha, ¿Estás de acuerdo? —asiento  con la cabeza otra vez y él sonríe ante mí gesto.

Tiene una sonrisa muy hermosa, de esas que hacen que tú corazón se detenga y vuelva a latir y en tu mente te preguntes si existen los angeles o esa clase de héroes de los que nos hablan cuando estamos pequeños.

—Me voy a ir a preparar la ducha pero no salgas corriendo, ¿De acuerdo? —pregunta una vez más y podría reír, pero creo haber olvidado como se hace eso.

Asiento nuevamente con la cabeza.

¿Por qué tan siquiera sigo aquí?

¿Por qué estoy confiando en éste chico de ojos verdes?

Entonces como si leyera mi mente...

—Confía en mí —dice antes de irse.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
No Me Dejes Caer Jamás #1 [COMPLETA] En EdicionWhere stories live. Discover now