23. Mi profesora de Literatura quiere matarme

Comenzar desde el principio
                                    

Aunque no entiendo por qué a la pelirroja. Aún no sabemos lo que es ella y tuvimos pequeños destellos de sus capacidades. Extraños sueños similares a los míos y encontrar cuerpos misteriosamente. Lydia seguía siendo un misterio.

Pero tal vez la profesora Blake sabía qué era ella o tenía una idea. Sino, ¿por qué gastaría energía y se arriesgaría a secuestrarla en el medio del concierto del instituto? Tal vez si yo no puedo librarme de esta sin ayuda, Lydia sí pueda.

Ella está inconsciente, el pelo cayéndole por un costado pero no tiene sus manos atadas a la silla. El darach probablemente no lo consideró necesario ya que su golpe fue en la parte frontal de la cabeza. Lydia estaría mareada al despertar. Tal vez incluso una contusión. Solo espero que aún así ella pueda hacer algo para escapar.

La otra opción es esperar a Stiles y a Scott pero quién sabe si notaron nuestra ausencia o no. Yo supongo que sí. Stiles y yo siempre nos buscamos el uno al otro, incluso en momentos cotidianos. Scott tal vez no se da cuenta pero no porque no le importe, sino porque es despistado y a veces tiene la mente en otro lado. En esta ocasión, él estaría atento al siguiente objetivo del darach. Agudizando sus sentidos lobunos en eso.

—No hice movimiento contra ti, porque no lo consideré necesario —volvió a seguir. Alcé de nuevo la cabeza. Si el darach seguía hablando, mejor. Le daría tiempo a lLydia para reaccionar o a Stiles y a Scott para que nos encuentren y hagan algo al respecto. Debía dejar que mi loca profesora de Literatura me cuente lo que quiera—. Quería usarte como sacrificio de curandera. Pero, verás, hay ciertas leyes. Los sacrificios deben ser personas enteramente humanas. Sólo así tendré su verdadero poder.

Le dediqué unas de mis mejores miradas mortales. Quería quitarle esa sonrisa orgullosa y su tono neutro de un puñetazo. Mató a personas. Mató a Heather, mi amiga. ¿Y ella lo relata como si fuera una receta de cocina?

Como producto de mi enojo, me moví instintivamente para liberar mis brazos. Sentí que una parte de la cinta se despegaba de mi piel. Intenté ocultar la mueca que me producía que la cinta arrancara mis pequeños y sensibles pelos del brazo. Por precaución, para que el darach no note que lentamente podría estar liberándome.

Ella me miró con una sonrisa superior. Me tranquilicé y volví a quedarme quieta en la silla. Era mejor ir despegando la cinta de a poco y sin que ella lo notase.

—Lamento no haber sido un candidato posible para tus sacrificios —dije con sarcasmo y un tono ácido, haciéndole notar que estaba realmente enfadada. Si tuviera mi parte hamingja al cien por cien, probablemente ya hubiera roto alguna bombilla. Tal vez esa fue otra razón para que ella utilizara un hechizo y hierbas para inhibir mi parte sobrenatural.

El darach alzó los hombros — Podía simplemente matarte, pero no lo consideré necesario. No tienes experiencia y nunca averiguaste quién era realmente.

Eso me hizo sentir un nudo en mi estómago. ¿Está diciendo que si hubiera practicado más o hubiera prestado más atención a mis sueños podría haber descubierto quién era el darach e impedir muertes? ¿Podría haber salvado a Heather?

Recordé vagamente mi sueño con la mujer morena en el campo donde el gran árbol se encontraba. No he vuelto a visitar aquél lugar desde aquella vez. La mujer me había dicho que Heather estaba en peligro... Pero no le creí. Poco después me enteré de que ella estaba desaparecida. Y más tarde vi su cuerpo en la morgue del hospital.

Paranoia [Teen Wolf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora