10. Definitivamente, hoy no es mi día

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A mitad de camino, en el pasillo, le dije que iría a buscar a mi hermano y a Scott. Tenía una llamada perdida de ambos cuando me desperté esta mañana, como en unos minutos tendría que verles, ni me preocupé en llamarles de vuelta. Ella asintió diciendo que iría a por Lydia.

Fui hacia el vestidor de los hombres. La mayoría de los del equipo de lacrosse estaban ahí con pecheras bordó. Ignoré a un par de muchachos hasta poder llegar a los casilleros de Stiles y Scott, los cuales estaban cerca de las duchas. Sólo espero que nadie se esté bañando.

Los encontré charlando — Hola —saludé. Stiles casi se lleva un infarto, me moví para estar delante suyo. Danny apareció a mi lado y su abrió el casillero que estaba a la par del de mi hermano.

—¿Por qué no atendiste tu celular? —me recriminó Stiles.

—A diferencia de ustedes, intenté conciliar un poco el sueño —me quedé alzando las cejas. Stiles rodó los ojos—. Pero ahora estoy aquí, así que ¿qué ocurre?

—Uno de los clientes de Scott desapareció —indicó mi hermano mirando con recriminación a Scott, como si fuera la culpa de nuestro amigo.

—Miré por todos lados. Simplemente se fue. Dejó su auto, su perro...

—De acuerdo —dijo Stiles interrumpiendo a Scott. Mi amigo buscó su sudadera mientras esperaba alguna teoría loca de mi hermano—. ¿Era él, ya sabes... Virgen tal vez? ¿Lucía como un virgen? ¿Era virginal? —fruncí el ceño. ¿Cómo diablos sabes si alguien es virgen o no por lo que lleva puesto?

Scott lo pensó unos segundos — No, definitivamente no —una sonrisa apareció en su rostro—. Deaton me hace tener sexo con todos los clientes, es una nueva política —Stiles y yo le miramos con el ceño fruncido mientras él dejaba escapar una sonrisa. Scott no sirve para hacer bromas. Después de ver que no nos reíamos, suspiró—. No, no sé si era virgen. ¿Y por qué hablas de él como si ya estuviera muerto? Está desaparecido.

—Desaparecido y presuntamente muerto porque probablemente es virgen, Scott —dijo susurrando, pero aumentando su voz a medida que seguía hablando—. ¿Y sabes quién más es virgen? Sarah y yo, ¿de acuerdo?

—Yo no soy virgen.

Abrí los ojos con grandeza. Oh, Dios, no puedo creer que haya dicho eso en voz alta. Ni siquiera lo pensé. Se me escapó. Oh, Dios, estoy muerta. Scott y Stiles me miraron con los ojos bien abiertos, shockeados. Aunque mi hermano pasó a tener una mirada más siniestra.

—Digo... Sí, sí, claro que soy virgen y estoy aterrada. Aterradísima —intenté reparar mi error con nervios, cosa que ni sirvió para convencerles. Scott puede notar que miento y no creo que mi hermano se lo creyera. Diablos, a veces sí que la cago.

—¿Que no eres virgen? —murmuró a regañadientes, Stiles se acercaba a mí, clavándome sus ojos marrones color whisky en mí—. ¿Quién fue? ¿Matt? Por Dios, dime que no fue él. Sino tendré que buscar la manera de traerle a la vida y volver a matarlo.

—No fue él. No importa quién fue. Sino que estoy a salvo de que este asesino de vírgenes me busque. Tú, por otro lado...

Stiles bufó — Sí, yo. Soy virgen, pero esta conversación no termina aquí, jovencita —señaló su dedo índice hacia mí—. Pero primero lo primero, yo sigo siendo virgen. ¿Y saben que significa eso? Que mi falta de experiencia sexual está literalmente amenazando contra mi vida. De acuerdo, necesito tener sexo, ahora —dijo preocupado, ya casi gritando en el lugar—. Necesito que alguien tenga sexo conmigo hoy. ¡Necesito tener sexo con alguien! —cerró su casillero, dándole ese portazo dramático a su desesperación. Excepto que quiera perder su virginidad con alguno de los chicos del vestidor, no entiendo por qué está haciendo tal escena especialmente en el vestidor de chicos.

Paranoia [Teen Wolf]Where stories live. Discover now