— Deja de mirarme, es extraño.— digo sin levantar la mirada mientras continuo escribiendo. Lo oigo soltar un bufido y él vuelve a su plato de cereal.
— Entonces también es extraño que te quedes más tiempo en la escuela solo para verme practicar.
— No es para verte practicar, soy parte del periódico escolar, necesito estar hasta tarde.— levanto la mira lentamente y lo veo rodar los ojos.
— ¿Las aulas del periódico quedan a lado del campo de fútbol?
— Basta. No todo gira a tu alrededor.— cierro mi libreta en un intento de que mi argumento suene convincente y de no lucir como si acabaran de atraparme.
— Admítelo, Halle.— él se levanta y deja su tazón con el resto de los platos sucios.— Esperas verme en la práctica, amas verme en la práctica.
— Sueña, Froy.— ruedo los ojos y él suelta una risa.
— Yo no tengo problema en admitir que la única razón por la que voy a esas aburridas obras escolares es para verte a ti.
— Froy, esto es todo lo contrario a lo que dijimos que haríamos.
— Al diablo con eso.
— No, no podemos mandarlo al diablo cuando tú y yo...
— Buenos días, niños.— mi madre entra en la cocina haciendo que cierre mi boca automáticamente, de hecho estoy bastante preocupada por el tono de voz que estaba usando y si ella había oído o interpretado algo.
Ambos contestamos cortamente y seguimos sus movimientos con la mirada. Únicamente sirve un poco de café en su taza y se sienta en la mesa a lado mío.
— ¿Y qué harán hoy? — pregunta con una pequeña sonrisa.
— Yo tengo entrenamiento, Katie. Regresaré tarde, probablemente Halle también.— lo fulmino con la mirada pero él tiene sus comisuras levemente arriba.
— Oh, eso es genial. Froy, cariño, ¿te importaría llevar a Halle hoy a la escuela? Voy tarde a una junta y a ella no le importará llegar un poco más temprano.
— Claro que no, estaré encantado.— mi madre la de una sonrisa y se levanta para llevarse su taza de café.
— Gracias, cariño. Los veré en la tarde. Tu padre llega hoy de su viaje y quiere que salgamos a cenar.
Ruedo los ojos y me levanto de la mesa con mis cosas en las manos, las guardo todas en mi bolso y me doy la vuelta mientras me lo coloco.
— Corre, se hace tarde.— sonríe él tomando las llaves de su auto.
Ambos entramos al auto y lo primero que hago es colocar la radio para evitar cualquier conversación.
— Odias la música electrónica, Halle— dice bajando el volumen. Tal vez lo haga, pero es la más ruidosa.
— ¿Qué sabes tú de lo que me gusta?
— Actúas como una niña.
— Soy mayor que tú.
ESTÀS LLEGINT
| one shoots |
FanfictionEn este libro se encontraran recopilaciones de varias historias cortas creadas por mi. Los protagonistas variaran. Sientanse con la libertad de ofrecer al ser humano que gusten. Ojalá lo disfruten mucho y bienvenidos. - Favor de no tomar ninguna hi...