| 075 | Nick Robinson

8.5K 474 32
                                    

Inhala, exhala, inhala, exhala.

Repito los mismos pasos en mi mente una y otra vez.

Repentinamente me siento tan nerviosa que incluso tengo un fuerte mareo que me hace sujetarme firmemente de la barra.

Recobro mis pasos de respiración y me parece estar bien de nuevo.

Estoy lista para esto, lo estoy.

Cruzo mis piernas y hago mi cabello a un lado, esta noche tiene que resultar bien, no más caos. Pido una bebida al sujeto que atiende detrás de la barra y la ingiero demasiado rápido. No. Tengo y necesito llevar un control.

Un chico se recarga a lado mío en la barra, me dedica una sonrisa y mis nervios regresan momentáneamente. Regreso la sonrisa tímidamente y mis ojos se permiten el examinarlo.
Su cabello es rubio, sus ojos son verdes, sus mejillas tienen ese hoyuelo cuando sonríe.

Es igual... es bastante parecido...

Aparto los ojos rápidamente e incluso me doy vuelta en la barra, supongo que él lo toma como un rechazo ya que lo oigo bufar y alejarse de la barra.

Suspiro y sostengo mi cabeza con mis brazos apoyados en la barra. Me dije que estaba lista para esto, me juré a mí misma que estaba lista. ¿Entonces por qué siento que pierdo el aire cada vez más y más?

Puede que ni quiera se pareciera a Ian, este solo era un chico apuesto y rubio, pero estoy tan llena de nerviosismo que sentí que eran realmente parecidos.

Perdí a mi novio Ian hace 10 meses, estuvimos en una relación por poco más de cuatro años. Murió en un accidente de auto, accidente que se ocasionó por qué él se dirigía a recogerme de mi recital de baile fuera de la ciudad. Paso un proceso y tiempo realmente difícil para digerir que no había sido mi culpa, incluso hoy en día me lo sigo cuestionando en ocasiones.

— ¿Mala noche? — escucho que preguntan a un lado mío, giro mi rostro unos centímetros para encontrarme con un chico recargado en la barra. Creo que observa mi expresión ya que me dedica una pequeña sonrisa.— Ese sujeto viene bastante a menudo. Nunca ha sido rechazado, ni una sola vez. Creo que lo has anonadó.

— Yo...

— No te preocupes, es bastante idiota si me lo preguntas, así que te salvaste de una buena esta vez.

No entiendo como ese sonido de familiaridad sale con tanta facilidad en su tono de voz considerando que nos conocimos hace veinte segundos.

— Yo no estaba realmente interesada.— no mentía, no necesitaba un lío con alguien tan parecido a Ian. O alguien que me hiciera recordarlo.

— Eso es bastante nuevo.

— ¿Y qué me dices tú? Vienes bastante al parecer.— aparto los brazos de la barra y giro mi cuerpo entero para mirarlo. Él se endereza igualmente.

— Si, lo hago, mi hermano maneja este lugar, así que me veras bastante por aquí.— asiento y lo veo sonreír nuevamente, tiene una sonrisa tan cálida y confiable que me hace sentir cómoda e incluso segura.

— Autum...— me presento mientras estiro mi mano, él la toma y deposita un beso en ella.

— Nick, gusto en conocerte.— deja ir mi mano y siento una pequeña descarga en mi pecho.— Y dime, Autum. Lucías bastante triste, ¿te ocurre algo malo?

Si. Algo bastante malo diría yo.

— No. Hace bastante que no salgo y no me siento tan bien.

— Permíteme mantenerte en sintonía. Tú sonríes, juegas un poco con tu cabello, si eres un poco más arriesgada colocaras tu mano en mi pierna o en mi brazo, yo te haré reír con unas cuantas bromas que en realidad no son tan divertidas, te invitaré unos cuantos tragos y poco a poco me acercaré a ti hasta que todo lo que diga sea un susurro en tu oído. Posteriormente te preguntaré si quieres ir a otro lugar y lo tomaras como la señal, la que es perfecta para salir de aquí conmigo. Al final nos iríamos y haríamos todo el tipo de cosas que esperaría que mi madre jamás oyera y a la mañana siguiente te irías feliz aunque melancólica por que tuviste una noche genial, pero posiblemente jamás vuelvas a ver al muy apuesto y divertido chico del bar.

Hago lo que no hago realmente desde hace mucho tiempo, no en realidad. Suelto una risa, una de verdad. Él me mira con otra sonrisa mientras asiente. Cuando al fin puedo parar doy un sorbo a la bebida que me han traído.

— ¿Ser hermano del dueño te da esta seguridad?

— No, ya venía conmigo.

La sonrisa sigue en mi rostro, pero no puedo evitar bajar la mirada.

No quiero sentir que traiciono a Ian. Ya no quiero sentirme mal en absoluto.

— De verdad no creo ser buena en esto de los asuntos de solo una noche.

— Es fabuloso, yo tampoco.

— No esperas que crea eso.

— Lo juro, puedes preguntarle a mi hermano en este momento.

— La verdad, Nick, es que estoy bastante liada. Soy un gran desastre en este momento, creí estar lista para esto, pero...— pierdo el aliento un segundo y me sorprende la manera en la que estoy soltando todo esto.

— No confiaría en alguien que no lo fuera.— lo miro confundida y lo observo acercarse a mi lentamente.— Todos somos un desastre en algún momento, a veces más o a veces menos, pero una persona sin momentos difíciles no está realmente viviendo.

— Vaya...— es increíble la manera en la que este hombre roba las palabras de mi boca. Estar con Nick es tan diferente a como era estar con Ian, es tan diferente, pero se siente muy bien.

— También tengo un lado oscuro, Autum. Puedes confiar en que no juzgaré el tuyo.

— ¿Eres psicólogo o algo así? — él suelta una carcajada mientras niega.

— Me siento intrigado. Eres intrigante.

— Jamás alguien me había llamado así.

— Al parecer hoy te expusiste a bastantes nuevas experiencias.— asiento y me sorprende un poco lo cerca que ya se encuentra de mi.— ¿Quieres descubrir unas cuantas más?

— Puede ser, creo estar lista.

— Estoy seguro de que estas lista.

— — — — —
Alo!
Pues pequeño cambio de planes y movimos la segunda parte del maratón para hoy, la tercera sí que sí viene más tarde. Y otra OS más de Nick pues porque lo habían pedido y pues...simple y sencillamente por qué lo amo! Ojalá les haya gustado! No olviden dejar algún comentario sobre qué les pareció y nos vemos más al rato!

| one shoots |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora