| 012 | Michael Clifford

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— Dios, eres un desgraciado.— murmuro enojada en el auricular de mi celular.

— Winter, lo sabes, salió de última hora, trate de ir y mover unos asuntos pero no pude.

— Yo te enseñé esa mentira, maldito mentiroso.— suelto una risa sarcástica y no puedo evitar dar círculos por la calle mientras hablo.— Eres el mejor amigo del mundo, Luke. En serio, deberían darte un premio por tu grandeza.

— No te moleste conmigo, Winter. Comienzas a ser sarcástica y te vuelves cruel cuando lo haces.— ruedo los ojos mientras niego.—  Y no ruedes los ojos, yo soy el primer amor de tu vida así que tienes que tratarme con amor y comprensión.— contesta el rubio y sé que está sonriendo, que se joda el conocerme desde que éramos bebés.

— Eres una niña asustada, Hemmings. Eso es lo que eres.

— Hey, yo no puedo ir pero no soy tan desgraciado para dejarte ir sola. Envíe a un amigo para que te hiciera compañía, el también ama esas películas, no sé como no se me ocurrió presentarlos antes.

— ¿¡Que!? —me exalto y llamo un poco la atención de la gente que está pasando.— Tú me abandonas y además de todo me envías a un desconocido como premio de consolación, irás al infierno, Luke. Lo juro, arderás en el infierno de las malas amistades.

Claramente odiaba el abandono repentino, y mucho más del sujeto que conozco desde qué nací. Si, en cierta manera lo comprendía, jamás se lo diría a él, pero lo comprendía. Soy una obsesiva a los filmes de horror. De culto, viejos, nuevos, malos y buenos; he visto todos. Lo hice desde que era pequeña y arrastre conmigo a Luke a ver cada uno de ellos conmigo. Por eso entendía el hecho de que Luke estuviera renuente a acompañarme en esta ocasión. Pero mandarme a un extraño como Plan B me molestaba excesivamente, si él no quiere venir conmigo, bien, lo entiendo, pero mandar a alguien más a hacer el trabajo sucio me deja indignada.

El lugar es genial, está ambientado como un cine antiguo a la perfección, encontrar los boletos en internet fue toda una hazaña.

No puedo parar con las vueltas alrededor de la calle, así que me recargo en una pare y suelto un largo suspiro.

— Te quiero, Winter. Michael llegará pronto, te lo prometo. Será divertido. Ahora dile a tu mejor amigo lo mucho que lo amas.

— Te veré en el infierno, Luke.

— También te quiero, cariño. Adiós y envíame un mensaje cuando la película haya terminado.— y el rubio desconsiderado colgó. Maldigo en silencio y me incorporo.

Estoy decidiéndome en dejar aquí al amigo de Luke, supongo que él le habrá dado su boleto y si quiere entrar puede hacerlo pero no creo que haya necesidad de que entremos juntos. Cuando estoy apunto de darme la vuelta y entrar a la sala de proyecciones, un chico con el cabello rojizo se acerca corriendo hacia mi. Sonríe y se ajusta su chaqueta de mezclilla.

— Eres Winter ¿No es así? Luke te describió bastante bien.— me detengo unos momentos y no sé qué contestar, así que asiento y lo miro escéptica, no puedo evitar hacerlo con gente que no conozco. 

— Supongo que eres Michael.

— El mismo. Y si te soy honesto, estoy un poco contento de que Luke no haya podido asistir hoy, busque estas entradas por todos lados pero ya estaban agotadas y La Masacre de Texas es definitivamente mi película slasher favorita y aunque tengo una debilidad por la del 94 la del 74 siempre será la mejor.

Trato de que su conocimiento en el género y lo bien que luce diciéndolo no me distraiga de mis pensamientos. Asiento y saco la entrada de mi bolso.

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