| 053 | Cameron Monaghan

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Sigo prestando atención a las líneas de palabras qué hay frente a mi. Agito mi marcador de color en el aire mientras trato de concentrarme, pero hay algo en mi mente que me disturba y me distrae tan frecuentemente que tengo que leer varias veces la misma línea de mi libro de texto para entender lo que dice.

Al final es el sonido de la puerta el que me hace apartar la vista por completo de mis deberes, espero un segundo y cuando el timbre es sustituido por golpes firmes en la puerta sé perfectamente de quién se trata. Ruedo los ojos mientras aparto todos los libros y hojas qué hay en mi regazo y me incorporo de la cama.

Los golpes siguen y mi expresión es la misma al momento de abrir la puerta.

— Estaba estudiando.— digo antes de dejar la puerta y darme la vuelta, lo oigo entrar a mi pequeño departamento y soltar un gran suspiro.

— Si, pero yo no esperaba que comenzaras a ignorarme.

— No estoy ignorándote.

— Estas molesta.— doy media vuelta solo para encontrarlo con la expresión que usualmente tiene cuando intenta calmarse.

— No estoy molesta, tú puedes prometer venir las veces que quieras a las horas que quieras y a mí me da completamente igual.— vuelvo a retomar el camino hacia mi habitación mientras lo oigo soltar un sonido de exasperación.

Segundos después oigo las grandes pisadas de Cameron acercarse a mi, suelto un grito de sorpresa cuando sus grandes manos se colocan en mi cintura y me alzan, me aferro a su cuello en un primer instinto y el no me suelta hasta que ya he caído de espalda en mi cama con él encima mío.

Trato de reprimir mi risa, Cameron está sonriendo y aparta los mechones de cabello que están en mi rostro. Realmente no puedo moverme y dejo a Cameron colocarse encima mío con cuidado de no aplastarme.

— Eres insufrible.— me dice mirándome fijamente. Ruedo los ojos y suspiro, Cameron suelta una risa.— En serio lo eres, como me provocas dolor de cabeza, mujer.

Coloca sus labios en mi cuello y comienza a pasearlos, aprovecho para jalar sus pelirrojos cabellos. Lo escucho quejarse y en consecuencia da un mordisco cerca de mi hombro.

— Mhm, debe ser por eso que siempre estás por aquí.— él rueda los ojos y yo sigo tratando de alejarlo de mi. Segundos después lo consigo únicamente porque él se ha levantado levemente, aprovecho para darle un empujón que hace que caiga de espaldas a la cama, yo sigo riendo cuando me siento a horcajadas en él.

A veces me parece increíble lo rápido qué pasó todo esto, efectivamente me convencí de que había dejado mi chaqueta en su motocicleta como un mero olvido, pero él regresó al día siguiente para devolverla y ofrecer llevarme al trabajo. Lo acepté por cortesía pero cuál fue mi sorpresa con que al final de mi turno en el trabajo Cameron estaba afuera esperando para llevarme a casa, según él, Tucker y sus amigos no debían estar muy contentos con lo de la noche pasada.

Me pareció razonable, las siguientes noches igual, al cabo de varias semanas buscaba razones por las cuales yo seguía viendo a Cameron.

Me parece que la "relación" empezó una noche en la que discutíamos por qué yo quería salir a una fiesta y él decía que la zona en la que sería era muy peligrosa, grite que no me importaba, que él no era el dueño de mi vida, él siguió gritando que él sabía de esos lugares peligrosos y toda su basura de chico malo. Al final buscó callarme, besándome. Yo no preste particular resistencia.

Regreso la mirada a él cuando siento la suya planteada en mi.

— No se por qué siempre estoy aquí.— murmura poniendo sus manos en mi cintura y noto que sigue pensando en mi pregunta anterior. Me quedo bastante quieta esperando su respuesta.— No debería.

— ¿Entonces por qué estás aquí?. — hago un ademán de bajarme de su regazo pero su agarre se hace mucho más fuerte impidiéndome hacerlo.

— No debería porque siento que te pongo constantemente en riesgo, Índigo. Pero simplemente no quiero estar lejos de ti.— dice mientras toma un mechón de mi cabello y lo pasa por sus dedos, luego lo suelta repentinamente y dice una maldicion.— ¡Lo ves! Hay gente que tiene miedo de mi, literalmente prefieren que los maten a verme a la cara, y yo estaría encantado de matar a golpes a cualquiera. Mientras que tú me tienes jodidamente envuelto alrededor de tu dedo.

Me quedo sin palabras, y puede que sin aliento, varios segundos. No puedo evitar reír ante su pequeña rabieta, me inclino hacia él buscando sus labios, pone una mano entre mi cabello mientras sus labios responden a los míos.

Me gusta sentir sus labios desesperados sobre los míos pero es hasta que pongo mis manos firmemente sobre su pecho que él se separa, de un salto de hecho. Me incorporo nuevamente y lo miro confundida.

— ¿Que ocurre?

— No es nada.— le resta importancia mientras trata de disimular una mueca. Ruedo los ojos y levanto su camiseta.

— Vaya, nena. Si querías...

— ¿¡Como diablos te hiciste eso!? — interrumpo sobresaltada. Su torso esta vendado en una gran porción y la venda demuestra que estuvo sangrando hace poco, también hay varios moretones alrededor de su pecho.

— De verdad no es nada, un idiota quizo sobrepasarse.

— Cameron, diablos, esto luce mal.—me quito de su regazo y él suelta un sonido de protesta.— Levántate, voy a quitarte esa venda.

— Normalmente cuando me quitas la ropa suele ser mucho más sexy, Indie.— sonríe mientras le doy un golpe en el brazo.

— No seas idiota, vamos.— él rueda los ojos una vez más y alza los brazos permitiendo que le remueva la venda.

— ¿Sabes que aún no eres doctora, verdad? — pregunta con una sonrisa ladeada mientras le coloco la nueva venda.

— No te estoy haciendo cirugía.— termino de colocarla y guardo las cosas en el pequeño botiquín.— Aunque podría hacerlo.

— Puede que tú asustes más que yo.— toma mis manos y me hace acercarme a él, toma mi rostros entre sus manos y nuestras narices rozan.— Voy a decirte te quiero, pero si alguna vez alguien lo pregunta voy a negarlo.

Río y asiento mientras coloco mis brazos alrededor de su cuello y dirijo mis labios a los suyos.

— Puede que si seas sumamente dulce, Cameron.— sonrío en medio del beso y el simula un sonido de desagrado, lo golpeo en el brazo mientras el sonríe.

— Índigo, tengo alguna función química trabajando en mi cerebro que me hace estar atraído hacia ti y no querer alejarme jamás.

— Yo también te quiero.

— — — — —

Sorpresa!
Re Programaron mi examen de Ciencia de la Conducta unos días y me di el tiempo de terminar la segunda parte del OS de Camerón (: Ojalá les guste. Pude terminarlo gracias a que termine mi examen de Evolución en menos de 15 minutos, es un récord 😂 Muchas gracias por pedirlo, era algo que iba a hacer de todos modos porque lo amo mucho. Ahora las dejo porque todavía hay dos exámenes en mi haber 😔
Nos vemos!

| one shoots |Where stories live. Discover now