| one shoots |

| 022 | Jack Johnson

Paso una vez más mis dedos por mi cabellera, estos se humedecen al instante. Me quedo parada en la entrada de la tienda en la que acabo de ingresar mientras me quito mi gran y chorreante impermeable.

Este fue el primer lugar en el que vi que podía entrar a resguardarme de aquella lluvia que decidió soltarse de tan brusca y repentina manera. Traje el impermeable después de ver el pronóstico del clima, que por supuesto no mencionaba la torrencial lluvia que había ahora.

Doblo un poco el plástico amarillo y avanzó en la tienda, creo que tendré que quedarme aquí hasta que la lluvia pase, o al menos se calme un poco. Doy un suspiro de alivio cuando observo que en la tienda hay estantes y estantes repletos de discos de música, vinilos e incluso hay una una rocola en el fondo; por supuesto que podría esperar aquí.

Paso un buen rato caminando y curioseando entre los múltiples estantes y anaqueles, cuando repentinamente oigo varias voces en un tono bastante ascendente. Soy la única cerca, así que trato de identificar de dónde vienen, solo segundos después una puerta de detrás del mostrador se abre y deja ver a un hombre gritándole a un chico rubio, ambos visten camisetas con el logo de la tienda y el chico rubio parece fastidiado de lo que el hombre le dice.

Al final el chico se da la vuelta y se aleja de él mientras el hombre vuelve a entrar por la puerta de "solo personal autorizado" después cierra de un gran portazo.

No me doy cuenta de que sigo mirando en su dirección hasta que sus ojos claros se encuentran con los míos, bajo la cabeza de manera inmediata y la vuelvo a posar en el disco que tengo en las manos. Trato de enfocarme en la lista de canciones que se muestran en la parte trasera, pero por dentro solo quiero alzar la vista para buscar al chico rubio de ojos azules.

— Ese es bueno.— oigo la voz a un lado mío.— Pero mi favorito definitivamente es Yellow Submarine.

Dejo el disco con los demás y levanto la vista, el chico rubio está apoyado en el estante de enfrente con su vista en mí y una pequeña sonrisa ladeada en sus labios.

— Soy más de Abbey Road.— sonrío un poco fijando la mirada en los discos.

— Si, definitivamente luces como una chica Abbey Road.— lo observo y mi vista va hacia su camiseta y el pequeño gáfete que tiene a un costado de esta.

"Jack" se lee en letras negras y redondas.

— Ojalá eso sea una buena referencia, Jack.— él baja la mirada hacia el gáfete en su camiseta y suelta una risa.

— La verdad, esta camiseta es de mi mejor amigo, yo solo le cubro el turno por hoy.

— Oh, lo siento ¿Cuál es tu nombre entonces?

— Jack.— ríe mientras yo lo miro confundida, ¿qué sucede con este particularmente atractivo y extraño chico? — Oh, es una buena historia, seguramente te reirías bastante.

— Esta bien, Jack no Jack, parece que eres un suplente con muchos problemas.— digo mientras cruzo mis brazos sobre mi pecho y me recargo un poco en el estante. El gira hacia la puerta trasera y suelta un bufido.

— El tipo es un idiota, fui recriminado por esto.— dice señalando los audífonos que trae en el cuello.— Regaño por oír música en una tienda de música.

—Cielos, eres el chico malo que siempre soñé.— suelto una risa mientras giro los ojos.

— Vamos, Abbey Road. Llevas un buen rato aquí ¿qué te trajo?

— ¿Llevas un buen rato observándome?.— su rostro se ilumina con una sonrisa y asiente.

— Me gusta ver lo que la gente busca. Y la verdad no estoy decepcionado con tu búsqueda, Abbey Road.

— Lo que gustes.— sonrío de vuelta y me giro para seguir pasando por los múltiples estantes, oigo sus pasos detrás de mí y lo tengo nuevamente enfrente mientas repaso los discos de vinilo.

— ¿Banda favorita? — pregunta.

— Probablemente Queen — contesto sin dejar de pasar los discos.

— Hecho.— dice y oigo sus pasos alejarse, efectivamente se ha ido, miro por el camino donde se fue y regreso a los discos. ¿Porque todos los chicos calientes son extraños?

Unos minutos después en los que ya he pasado por una buena cantidad de discos, miro hacia la ventana y veo que la lluvia ya no son más que pequeñas y tenues gotas.

Giro tratando de localizar a Jack en algún lugar, pero mi vista no lo encuentra, estoy tentada a preguntar por él pero quizá la lluvia vuelva y no pueda salir de aquí, en especial considerando lo tarde que ya era.

Suspiro y estoy apunto de volverme a colocar el impermeable cuando oigo pasos apresurados venir hacia mi.

— Lo tengo.— Jack trata de recuperar la respiración mientras sostiene en sus manos un disco de vinilo de A Night at The Opera.

— Este es probablemente el mejor disco de la historia.— digo tomando el disco entre mis manos solo para observar que es una edición especial.— No es verdad, oh dios, Jack no es verdad.

— Lo es, Abbey Road. Es un poco triste, el idiota encargado de la tienda tiene varios discos especiales en la bodega, no están a la venta y nadie los escucha porque ese imbecil los tiene almacenados y juntando polvo.

— ¿Y tú vas a dejar que lo compre? — mi voz suena emocionada y extasiada pero no puedo evitar asustarme un poco al pensar cuánto podría costar.

— Mmm, yo había pensado en algo mejor.— da vuelta hasta que llega al mostrador y se recarga en el, encarno una ceja y me recargo del otro lado del mostrador.— Tu, Abbey Road, aceptas que te lleve a un lugar genial sin rechistar y puedes llevarte esta magnífica pieza y evitar que junte polvo en la bodega de algún idiota.

— ¿Estás comprando una cita?

— Claro que no, Abbey Road. Solo que puede que te lleve a conocer personas un poco extrañas, no te preocupes, será divertido.

— ¿Conoceré a tu mejor amigo Jack?

— Conocerás a mi mejor amigo Jack.— asiente y me entrega su teléfono. Lo tomo y coloco mi número de celular, sonrío al ver que ha colocado en el nombre de contacto "Abbey Road"

— Te veré pronto.— le digo tomando la bolsa con el disco y antes de salir giro para encontrarlo tras el mostrador sonriendo.— Soy Samantha, por cierto.

— Lo sé.— lo oigo decir — ¿Crees que saldría con alguien del cuál no se su nombre?

El ríe y yo lo miro confundida, entonces él señala hacia mi, agacho mi mirada para darme cuenta que a través de mi suéter se puede ver la tarjeta que me hacen usar en mi trabajo, la olvide y efectivamente dice mi nombre.

— Nos vemos, Abbey Road.— lo oigo despedirse y únicamente sonrío antes de salir al aire frío.

— — — — —
hey.
Espero que les haya gustado, una pequeña fan de Queen y The Beatles ❤️ muchas gracias por los más de 200 votos. De verdad estoy muy agradecida, no olviden que pueden sugerir protagonistas. Dejen un comentario si les gusto la historia y gracias por todo.
Nos vemos.