| 054 | Chris Collins

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• Chris POV •

— Christian, tu trasero peligra, así que mejor ponte a trabajar.— indica la mujer mayor señalándome con su dedo.

— Si, señora.— contesto mientras ruedo los ojos y levanto una de las pesadas cajas.

— No estoy jugando, muchacho. Hoy es el ingreso más grande del año y si tú de alguna manera te atreves a retrasar eso tu cabeza rodará.— ella desaparece y yo suelto un gran suspiro.

Necesito este trabajo, me recuerdo múltiples veces.

Trato de no chocar con las personas que abarrotan el local. Mi jefa maneja un negocio de dulces, pero dado que es San Valentín ha colocado flores, tarjetas e incluso diferentes muñecos de peluche, el lugar está a reventar.

Suspiro de alivio cuando al fin puedo salir de la tienda, me dirijo a la camioneta del negocio y dentro coloco la pesada caja. La camioneta ya está llena con todo lo que hay que entregar hoy, doy un gran suspiro mientras subo a ella.

Paso alrededor de tres horas entregando todo lo que viene en la maldita camioneta, ¿quién creería que de verdad la gente se llenaba con esta basura dulce en San Valentín? Y todo para después no volver a regalar nada en todo el año. Suelto un bufido al ver una de mis últimas entregas, estoy por terminar y eso es lo que me relaja. Tomo el ridículamente enorme oso de peluche y el ramo de rosas.

Bajarlo todo de la camioneta es una hazaña, pero lo logro y me dirijo a la puerta de la casa señalada en la nota de entrega. Otra cosa que no entiendo, ¿si se supone que tanto aman a sus parejas porque no entregan los regalos ellos mismos?

Toco la puerta y solo pasan unos cuantos segundos cuando esta se abre. Pierdo un poco el aire cuando observo a la chica que abrió. Es literalmente la persona más hermosa que he visto en mi vida. Suelto una maldicion interna cuando pienso en el regalo que tengo que entregarle. Ella me mira expectante y me obligo a comportarme como una criatura pensante.

— Am, hola, soy Chris y tengo una entrega para Rose Thomas.— mi voz suena particularmente más baja y me siento estupido por eso.

— Oh, claro.— ella mete la mitad de su cuerpo dentro de la casa y la oigo gritar. Segundos después una chica rubia abre la puerta y se coloca a su lado.— Entrega de Jaden, Rose.

Ella prácticamente se lanza sobre el oso mientras suelta un grito, estoy un poco sorprendido, así que dejo que lo tome y después le entrego el ramo de rosas.

— Gracias chico de las entregas, eres el mejor, Blake, dale una propina a este apuesto chico.

— Su nombre es Chris.

— Esta bien, dale una propina al apuesto Chris, yo tengo que llamar a mi novio.— desaparece y yo sigo sintiéndome un poco aturdido.

— Siento eso, no había mucha opción de compañera de piso, y bueno, ella es mi mejor amiga.— coloca un mechón detrás de su oreja y sonríe.— Solo deja que vaya por mi bolso.

— No, no es necesario.

— ¿En serio? Sé que es San Valentín y que ha de ser un día fácil.— se recarga en el marco de la puerta mientras cruza sus brazos sobre su pecho.

— Es justo por eso que hay miles de entregas, esto no me matará.— ella sonríe y asiente.— Creo que tengo que irme, aún tengo varias entregas que hacer.— paso mi mano por detrás de mi cabeza y retrocedo.

— ¿Chris, crees que pueda acompañarte? — la miro confundido por varios segundos.— Solo si lo tienes permitido, claro.

— ¿Por qué quieres acompañarme? — voy a ser honesto, la imagen de ella conmigo en la camioneta acompañándome, me ponía sumamente nervioso.

— No lo sé, ya sabes, pareces sumamente agradable y Jaden, el novio de Rose, aparecerá en cualquier segundo y honestamente no quiero estar aquí con esos dos juntos.— ella toma una chaqueta y cierra la puerta.— Está bien si no puedes, supongo que fue una pregunta rara, de todos modos saldré de casa.

— No es eso, ¿quieres pasar tu San Valentín en una vieja camioneta repartiendo dulces y osos? — ella rie y asiente.

— Supongo que solo busco algo diferente. No miento si te digo que tengo la vida más aburrida de la lista.

— En ese caso estaré encantado de llevarte por la ciudad repartiendo disculpas de infidelidades y dulces que solo recibirán este día del año y ni uno más.— le ofrezco mi brazo y ella suelta una risa mientras enrolla su brazo con el mío.

Subimos y recorremos las últimas calles donde hago las entregas. Blake me acompaña y amo lo divertida y natural que es. Ya cuando hemos terminado el ultimo encargo y la camioneta al fin está vacía regreso a la calle de Blake y apago la camioneta.

— Eso fue increíblemente divertido, Chris. Muchas gracias.— ella sonríe hacia mí y yo asiento.

— No hay de qué. Gracias a ti, probablemente me hubiera ahorcado con alguna decoración si tu no hubieras venido.— ambos bajamos de la camioneta y la acompaño a la puerta. Ella da golpes realmente fuertes a esta y la miro confundido.

— No es nada, solo quiero hacerles saber a Rose y a Jaden que he llegado.— suelto una risa y ella abre la puerta.

— Quizá te traiga dulces mañana.— suelto y ella se gira con una pequeña sonrisa en los labios.

— Ya no será San Valentín.

— Ese es bastante el punto.— mis manos entran a los bolsillos de mi chaqueta y sonrío.

— Me encantaría, Chris. Ya sabes dónde vivo.— guiña un ojo hacia mí antes de entrar y cerrar la puerta detrás de ella.

Volteo mientras trato de no soltar alguna alguna exclamación demasiado entusiasta, vuelvo a subir a la camioneta con otra perspectiva sobre este tipo de festividades.

— — — — —

hi!
Ojala les guste! Ya estamos por las 90k visitas y eso me hace alucinar; cuando lleguemos a los 100k tendremos maratón y otras cosillas, además de mi más grande gratitud 😂 Además de que estoy pensando en un proyecto de otro libro de One Shoots, pero aún estoy viendo 🙅🏻
nos vemos pronto!

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