| 086 | Shawn Mendes

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Junto las tazas y platos en un tiempo temiblemente rápido mientras trato de hacer que nada se quiebre. Lo junto todo en la pequeña charola y me dirijo nuevamente a la cocina.

Solo dos horas, solo dos horas más, Lenox. Y podrás largarte de aquí.

Dejo de rogar por que mi turno se haga mágicamente más corto, pero me permito recargarme en la barra del restaurante varios segundos para volver a tomar aire.

— Lenox, lo siento cariño, ¿podrías atender la mesa del fondo?— maldigo internamente por qué es Donna la que me lo pide, es una mujer de casi sesenta años que busca un poco de dinero extra. Y como todos los demás meseros de aquí no pasamos de los 25 años siempre tratamos de apoyarla.

— Claro, Donna. No te preocupes.— ella me da una de sus dulces sonrisas y se aleja para seguir trabajando.

Me acerco a la mesa que no es de mi zona correspondiente y vuelvo a maldecir cuando veo que es una llena de chicos que ríen mientras hacen bromas y se lanzan cosas mutuamente.

Lo que me faltaba.

Me pongo delante con mi mejor actitud de mesera y saco mi pequeña libreta. La primera reacción que siento son todas las miradas en mi, luego pequeñas risitas y murmuros entre ellos hasta que incluso dan pequeños chiflidos hacia mi.

— ¿Qué es lo que ordenaran? — trato de de dejar bastante claro que definitivamente no me siento cómoda ni feliz con este tipo de atención. Todos se miran entre ellos hasta que enfocan su mirada en el chico que tengo más cerca. Su cabello es oscuro y sus ojos cafés y profundos. El chico rubio y delgado que tiene a lado le da un pequeño empujón y señala no tan disimuladamente.

— Shawn será el encargado de pedir, muñeca.— asiento como si fuera obvio quien era Shawn.

El chico a lado mío se encarga de pedir una larga lista de comida para todos en la mesa. Al final, cuando me doy vuelta, veo una pequeña sonrisa en su rostro y me alejo, todos ellos comienzan a hacer ruidos de nuevo, pero él continúa con esa pequeña sonrisa y siguiéndome con la mirada mientras me alejo de la mesa.

Dejo la orden dónde corresponde y me recargo nuevamente en la barra. Trato de no mirar hacia la mesa del fondo, pero cada vez fallo.

Cuando su enorme orden está lista tengo que hacer dos viajes para entregarla completa. En el segundo viaje la charola está tan llena que siento que podría resbalarse de mis manos en cualquier segundo. Shawn lo nota cuando me acerco a la mesa, así que se levanta y toma la charola por mi. Una de sus manos puede balancear perfectamente lo que mis dos pequeñas y temblorosas manos no pudieron. Él coloca la charola sobre la mesa y todos sus amigos comienzan a tomar los platos. Cuando queda vacía la toma y me la entrega.

— Gracias.— murmuro estrechando el plástico contra mi pecho.

— No hay de qué.— vuelve a ofrecerme esa pequeña sonrisa que resalta sus hoyuelos. Mi mirada se queda estática en él y lo que parece ser una nerviosa risa escapa de mis labios.

— Es su trabajo, cariño. Le encanta rescatar damas en apuros.— dice un chico de cabello castaño claro mientras da un gran mordisco a su hamburguesa. Les doy una mirada incrédula mientras Shawn lo mira molesto.

— Cierra la boca, Taylor.— suelta Shawn y el chico de ojos azules a su lado le da un gran golpe en la cabeza. Pareciera que Shawn va a decir algo hacia mí pero rápidamente me doy vuelta y me alejo de la mesa para regresar a la barra.

— Ese es un chico apuesto.— oigo a decir a Donna mientras acomoda su pequeña libreta.

— Esos son los peores, Donna.— ella niega y me da una pequeña sonrisa.

— Mi esposo Fred era igual cuando éramos jóvenes, era poco usual, pero déjame decirte algo, cariño. No había nadie en este mundo que me amara más que él.— aparto la mirada y ella pone su mano sobre la mía.

— Mis mesas se han liberado, ya puedo encargarme de la mesa del fondo, Lenox. Gracias por la ayuda.

— Solo falta llevarles la cuenta, no te preocupes.— contesto y ella asiente lentamente.

Tiempo después, tomo el pequeño libro de piel y arranco la hoja donde hice la cuenta, dejo todo en la mesa mientras trato de no hacer contacto visual con nadie ni nada, al final me voy tan rápido como llegue.

Recargada en la barra observo como todos comienzan a levantarse de la mesa y a dirigirse a la salida, algunos me dan miradas rápidas y salen por la puerta. Cuando Shawn lo hace trato de no mirarlo, pero mis ojos no pueden evitar darle un rápido chequeo. Veo una pequeña sonrisa cruzar sus labios antes de que lo pierda por completo de vista. Me acerco para tomar el pago y cuando sujeto el libro además del dinero dentro, noto que el papel de la cuenta tiene mucho más escrito qué cuando yo lo entregue. Lo acerco y noto que definitivamente hay algo escrito detrás.

"Mis amigos son un poco idiotas, pero son buenos chicos, quizá puedas conocerlos alguna vez, sé que te agradaran. Pero no ando por ahí buscando chicas, no soy ese tipo de chico y....(revisa la servilleta de debajo, por favor, me quedo sin espacio aquí)"

Sonrío un poco y bajo la mirada, efectivamente debajo hay una servilleta con algo escrito justo con la misma letra.

"Listo, mmm, soy bueno escribiendo canciones pero al parecer no tan bueno cuando tengo que dejarle un mensaje a una chica. Acepta mis disculpas y espero que un día podamos salir, en serio. Y juro que vendré cada día, de cada mes y de cada año hasta que me aceptes (de hecho guarda esta, parece buen material para una canción) (: P.D. Tienes la sonrisa más bonita que haya visto. — Shawn"

La sonrisa plantada en mi rostro es diferente a todas las del mundo. Mi vista se dirige a la puerta de entrada. Guardo todas las cosas y si, no puedo evitar el preguntarme cuándo volverá.

— — — — —
hola.
Normalmente subo cada cuatro días y me siento un poco mal por haberme pasado ese límite, pero tengo varias ideas en mi cabeza y no se como plantearlas todas. Esta idea de este OS que se supone era sencilla me costó mucho acabarla así que imagínense las demás.
Aun así espero que les haya gustado. Gracias por los 1k comentarios 🙆🏻 esas son muchas opiniones. Gracias por la paciencia y espero que el próximo les guste. Dejen más opiniones!
nos vemos.

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