| 010 | Jack Gilinsky

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Abro las cortinas esperando encontrar más luz en mi pequeño departamento.

Hace varias semanas que me he mudado aquí y sigo tratando de encontrar el ritmo, el colegio me mantiene ocupada pero no puedo evitar sentirme sola de vez en cuando.

Considere seriamente la idea de conseguirme una compañera de piso pero creo que solo necesitaba un tiempo para mi.

Descolgué mi abrigo del perchero y tome mi pequeño bolso, tenía que llegar a trabajar, buscaba independizarme cada vez más y más. Salí de mi pequeño departamento y pronto ya estaba en el pequeño restaurante, era bastante acogedor y me gustaba la gente que trabajaba y frecuentaba ahí.

Saludo a la alegre señora que maneja el lugar y se encarga de la caja. También agito mi mano hacia Elisa, amiga que hice al llegar aquí, que también trabaja como mesera.

Entre a la parte trasera del pequeño restaurante para quitarme el abrigo y colocarme el delantal; até mi cabello en una cola alta y guarde mi bolso, una vez que salí me encargue de las mesas que me correspondían.

Después de varías horas estaba sentada en la barra mientras acomodaba lo que venía en mi pequeña libreta. Acto seguido siento como tocan mi hombro, giro para encontrarme con Elisa.

— Aria, cariño. Se que estás apuntó de terminar tu turno pero hay un chico en la mesa 6 que no deja de insistir en que tú lo atiendas, intente explicarle que yo era la mesera asignada a la mesa pero él es realmente insistente.

La miro confundida unos segundos y giro mi cabeza hacia la mesa que le corresponde el número seis. Únicamente veo la parte de atrás de un chico, viene con una chaqueta y un gorro oscuro.

— ¿El me pidió? — pregunto sin apartar la mirada de la mesa.

— Si, de hecho me asusto un poco, pero supuse que te conocía por lo familiar que te menciono.— contesta mientras yo me levanto y guardo mi libreta en el bolsillo de mi uniforme.— ¿Lo conoces? Puedo decirle a Dean que lo asuste y lo saque de aquí, no es la primera vez que un loco viene acosando alguna chica.

— No, iré a ver quién es, si no es seguro volveré de inmediato, lo prometo.— ella asiente y pone su mano en mi hombro.

— Esta bien, solo seria una pena que fuera un asesino serial, es muy caliente.

Le sonrió un poco y me acerco a la mesa, trato de calmarme e ignorar el hecho de que este chico sabe mi nombre y dónde trabajo. Así que me limito a solo tratarlo como un cliente más, saco la libreta pero mis movimientos se quedan estáticos cuando quedo enfrente de la mesa.

— Hola, Aria.— sigo en un estado de sorpresa que no me permite moverme o hablar. ¿Cómo fue que me encontró?

— Jack.— no sé qué hacer y el nudo que he tratado que no se forme en mi garganta los últimos meses parece estar volviendo.

— Me alegra mucho verte.

— ¿Cómo me encontraste? — es lo único que puedo llegar a pronunciar. Él suspira y se desliza en el asiento del taburete en lo que parece una invitación a sentarme a su lado, lo pienso un momento y me dejo caer en el asiento, pero en la parte delantera de la mesa ocasionando que quedemos cara a cara.

| one shoots |Where stories live. Discover now