- ¡Suéltame! ¡No quiero que me toques! ¡Suéltame! - Y a dios gracias lo hizo.

Cogí el cuchillo que cayó al suelo y lo amenacé por si decidía acercarse a mí.

- No des un paso más o te clavo esto la garganta - espeté.

Tomó una postura seria, apretando dos dedos sobre la herida que le había hecho en el hombro. Ethan me observó de manera silenciosa y luego esbozó una sonrisa.

- Veo que no has cambiado nada - farfulló con gracia.

Apreté los dientes con fuerza hasta sentir dolor, mis ojos analizaron la habitación, podría saltar por la ventana pero no sabía que tan alto estaba.

- Ni lo pienses - me advirtió dándose cuenta de lo que pensaba hacer.

- ¿Quién más está aquí? - investigué sin perder los ojos de su encima.

Él se relajó y camino hacia la cama, levanté el cuchillo por si intentaba dar un paso en falso.

- Solo yo Margaret, después de salvarte la vida te traje a mi casa -explicó, me sentí confundida, aún tenía ciertos recuerdos borrosos en mi memoria pero en definitiva no recordé a Ethan.

- ¿Fuiste tú? - musite mirando al suelo, no me había dado cuenta de que mi voz sonó decepcionada y es que había algo que no podía olvidar, eran sus ojos los que no podía borrar de mi cabeza.

- Sí, fui yo. Aunque supongo que pensaste que era Lucian, lo cual se justifica si estás drogada - puso los ojos en blanco - Ya sabes, las alucinaciones, los mareos...

- No pensé eso - Mentí y él sonrió con burla.

- Si claro y yo fingiré que no escuché que dijiste su nombre antes de desmayarte, ni que te despertaste como cinco veces en toda la noche llamándolo.

- No me tientes a que te clave esto - volví a amenazarlo. Apretando el mango del cuchillo con fuerza.

- Entonces tampoco me quieras ver la cara de idiota - contraatacó.

Enfundé mi puño contra la puerta, sentí dolor pero por lo menos ayudaba a aplacar la frustración e irá que sentía dentro.

- ¿Cómo me encontraste? ¿Me estabas siguiendo? - agrandé los ojos de solo imaginar aquella idea.

Ahora sí lo mataría.

- Claro que no, mis tiempos en ser tu guarda espalda acabaron hace mucho - suspiró - Estabas en un club al que yo suelo asistir, ya sabes es mixto y todo eso... - enarcó una ceja divertido pero al ver mi rostro borró su sonrisa - Al principio pensé que estaba alucinando, que había bebido mucho y comenzaba a ver fantasmas.

Tragué saliva y di unos cuantos pasos hacia él, entreteniéndome con los pequeños detalles bordados en la tela del edredón.

- Me llamaste la atención, creí que solo era una chica que se parecía a ti, que otra vez mi subconsciente me atormentaba y me hacía imaginarte...

- Ve al punto Ethan - puse los ojos en blanco.

- Pues me acerqué a ti, observé tus movimientos hasta que sorpresivamente vi a aquel vampiro besándote y haciendo más que eso - me ruboricé, mi justificación era que me encontraba en un estado en el que no era plenamente consciente de lo que hacía pero el solo recordar como sus manos se posaron por mi cuerpo me hacía querer quitarle el corazón con mis propias manos - Me divertí sabes, jamás te creí capaz de ser tan así... Distinta, luego le pediste que te mordiera y pues ya sabes apareció el otro vampiro, te estaban matando pero... o estabas muy drogada para no sentirlo o en verdad querías morir.

Tengo Sed de Ti - IIWhere stories live. Discover now