Vas a enamorarte de mi

Capitulo 48

Cameron

Había pasado una semana des de la ultima vez que había visto a mi hermano. Solo había recibido un mensaje en el que decía que estaría fuera unos días. Esto aun seguía intrigándome, tenia miedo de que se marchara y no lo volviera a ver.

En casa yo ya no era el mismo, solo llegaba a dormir. No tenia ganas de verlos, aun tenia dudas. Quería preguntarles mil cosas pero Michael dijo que lo mejor era evitarlos. Que ellos lo único que harían era negarlo todo y alejarnos como ya habían echo antes. Pero yo seguía teniendo una pregunta que me mataba: ¿por qué?

En la universidad tuve que quedarme para limpiar las clases o ordenar las partituras porque aun estaba en riesgo mi evaluación. Y solo me quedaban dos semanas para entregar aquel asqueroso trabajo en el que al parecer debía componer un canción. Perfecto, no podía irme mejor...nótese el sarcasmo.

— ¿Qué prefieres, hacer un trabajo relacionando diferentes estilos musicales o componer una canción en la que puedas relacionarlos? — eso era lo que me había dicho mi querido profesor después de mi falta de una semana a causa de mi mal estado. Yo había escogido la canción, estaba claro que iba a ser menos pesado que ponerme a comparar los estilos musicales y tener que rebuscar en mil libros.

— ¡Cameron! — me llamaron, pero no iba a detenerme. Seguí caminando, había quedado con los chicos en el bar para el ensayo. — Cameron detente. — dijo ahora sujetándome del brazo. Me solté rápidamente y la encare.

— ¿Qué es lo que quieres? — pregunte mirándola mal. Vi como sus ojos empezaban a temblar. No llores, no debes llorar. No lo hagas porque aun soy débil ante tus lagrimas, rogué mentalmente.

— Lo siento — susurro Daniela abrazándome, me quede quieto durante un momento. Pero no podía caer por ella, no otra vez. Ella ya no era aquella niña que había conseguido que volviera a ser un niño normal, ya no era aquella niña especial con la que era capaz de hablar. Me libere de su abrazo, pero lentamente. Al menos gracias a ella había podido seguir adelante cuando era un niño.

— No te entiendo. ¿Qué es lo que quieres de mi? — la mire, intentando adivinar que es lo que estaba pensando.

— Solo quiero que vuelvas a ser el de antes, aquel chico que se preocupaba por mi. El que venia a verme cada tarde en los ensayos, te echo de menos. — sollozo. — He intentado alejarme, no me he acercado a ti durante toda una semana, pero ya no puedo.

Me queda callado mirándola, su mirada era suplicante. Pero me había prometido a mi mismo que no volvería a ser el Cameron que iba detrás de ella y que era capaz de matar si así falta para que ella estuviera bien. No voy a negar que me dolía verla de esta forma, pero ya no me sentía de la misma forma. Todo aquel amor que sentía por ella se estaba muriendo, porque sabia que ella ya no era aquella niña. Ahora era diferente.

— Lo siento. — volvió a repetir.

— Esta bien. — conteste finalmente. Ella me miro ahora sonriendo y se acerco a mi. Intento darme un beso, pero la detuve. — No. He estado enamorado de ti des de que era un crio, pero ya no. No te voy a negar que aun siento algo, pero ya no es como antes. Yo te tenia una gran admiración, tenia tanto miedo que te alejaras de mi. Pero tu me alejaste y para siempre. No solo por el beso, me he dado cuenta que en realidad tu no estas estas enamorada de mi y nunca lo has estado. Era consiente de ello, pero fui lo suficientemente estúpido como para decirme a mi mismo que daba igual, que de alguna manera acabaría enamorándote.

— No, Cameron. — me interrumpió. — Yo si te quiero, estoy enamorada de ti.

— Por favor, Dani. Deja ya de mentirme. Al principio me hice el tonto por lo segado que estaba por ti, pero después de que besaras a ese idiota todo tubo sentido. Tu al que quieres es a él. A tu antiguo novio. No lo niegues. Lo que no entiendo es por qué sigues aquí, intentando que vuelva contigo.

— Porque te quiero.

— Joder, que dejes de mentirme de una puta vez. — le grite. Había intentado solucionar esto sin enfadarme, pero no podía soportar que aun me tratara como un idiota.

— No te estoy mintiendo. — dijo y me beso. — te quiero.

— Yo no. — se alejo de mi y me miro con odio.

— ¿Ahora estas enamorado de ella, verdad? Es por eso que ya no quieres volver conmigo.

— Yo no estoy enamorado de nadie.

— No lo niegues, joder. No te atrevas a negarlo. Siempre estas pendiente de ella. Pero Azul tiene novio. ¿Lo sabes verdad?

— Si, tu antiguo novio. — eso le había dolido. — Pero yo no estoy enamorado de ella.

— Espero que no porque no dejare que también se quede contigo.

Se dio la vuelta y se fue. Yo hice lo mismo.

Perfecto...