Capitulo 13

260 25 1
                                    

Cameron

Después de haber conseguido el número de aquella chica, Azul. Me fui directo a casa, no tenia muchas ganas de hacer nada más. Había sido divertido verla perder y más aun ver su cara después de que le devolví su móvil.

Me voy a divertir mucho durante este mes.

— Cameron, despiértate ya.— me ordena Jazmín tirándose en mi cama y aplastándome.—Has prometido llevarme al parque de atracciones.

— Jazmín déjame dormir, joder—conteste soñoliento.

— Venga, venga.—Insistía ella. Maldita niña— Me lo prometiste.

Le había prometido llevarla a la parque de atracciones hace una semana, pero es que ahora me encuentro tan cansado... Si pudiera llevarla otra persona...

La esclava, ella la llevará. Sonreí mentalmente ante la idea de que esto le iba a molestar bastante a Azul.

— Espera un momento— le pedí a Jazmín. Ella se levanto y se fue de mi habitación. Yo por mi parte me levante y cogí mi móvil que se encontraba en mi escritorio. Lo desbloquee y la busque en contactos: Esclava

— Hola—contesto secamente y continuo sin dejarme hablar —¿se puede saber por que te has puesto como Amo en mis contactos?

— Porque lo soy.

— ¿Pero tu quién te has creído que eres?—me pregunto indignada.

— Tu amo— contesté yo como si fuera la cosa más obvia. Chinchar a esta chica era muy divertido.

— ¡Ah!Es un idiota, cara mono. ¿En que época se cree que estamos? Espero que un día de estos le caiga un rayo y...

— ¿Sabes que puedo oírte?

— ¡Oh! Mierda— estaba nerviosa, seguramente había intentado tapar el teléfono con una mano para que no la escuchará o algo. Pero no había funcionado— Me-me alegro de que no estés sordo.

— Gracias. ¿Qué decías sobre un rayo, y caer...?

— Olvídalo. ¿Se puede saber para que me has llamado, es sábado?— esta chica aparte de ser divertida, al parecer tiene carácter.

— No te hagas ilusiones, pequeña— esto último me salió solo, no tenían pensado decirlo. Pero al oír como resoplaba de indignación al otro lado del aparato, me alegre de haberlo echo. — Quiero que lleves a mi hermana al parque de atracciones.

— ¿Qué?

— Quiero que lleves a mi hermana al parque de atracciones.

— Ya lo había oído.—resopló.

— Te quiero en mi casa dentro de media hora.—le dije dando como finalizada nuestra conversación.

— Espera...— me pidió ella rápidamente antes de que colgará. Espere durante un largo tiempo hasta que por fin volvió a hablar.—¿Dónde vives?

Sonreí.

— ¿Quien es esta?

— Mi esclava.

— Yo no soy su esclava.

— Pero mi hermano ha dicho que lo eres. Y si él lo dice es que lo eres.—le contesto Jazmín a lo que Azul se quedo sin decir nada. Yo sonreí ante la respuesta de mi hermana, y ante la reacción de Azul. Estas dos se iban a llevar muy bien.

— Tu hermana se parece mucho a ti, —comento— es tan linda—continuo de manera sarcástica y alargando las ultima tres palabras.

— Lo se—le conteste yo. Azul por su parte resoplo y se dio la vuelta, yo la mire atentamente. Por su pose y por como se movía levemente pude imaginar que seguramente estaría maldiciendo y deseando pegarme.— Esclava, ¿te pasa algo?

— No, estoy bien—contesto dandose la vuelta rápidamente. Sonreí descaradamente ante el echo de que ella me contestara con tanta rapidez y que respondiera ante el sobrenombre de "esclava".— ¿Por que sonríes?

— Creo que ya has aceptado la realidad, esclava.

— Deja de llamarme así.— frunció el ceño.

— ¡Os podéis callar ya!—grito Jazmín haciendo que recordara que ella se encontraba con nosotros.— Quiero ir al parque de atracciones.

— Muy bien, pues vamos.

— Espera, Cameron. ¿Tú también vienes?

— Claro.— al principio no tenia pensado ir, pero al final cambie de opinión. Pensándolo bien, tal vez puede llegar a ser divertido.

— ¿Entonces para que quieres que vaya yo?

— Es verdad. ¿Por que le has pedido a ella que venga y no a Daniela?—intervino mi hermana. La mire directamente con ojos de " calla Jazmín o te mato" y mi hermana se callo y agacho la cabeza.

— ¿Quien es Daniela?— la otro... Malditas.

— Nadie que te importe. Vámonos.

Me molestaba oír su nombre, se me hacia difícil.

El solo echo de pensar en ella me recordaba que no era mía. También me llevaba de vuelta a ese momento en el que la vi con ese tipo, con ese extraño para mi, pero conocido para Daniela. ¿Quien era? Por qué...

¿Debería dejar de lado a Daniela?

¿Por qué?

No, no hay razón para hacerlo.

Yo estoy enamorado de ella. He estado enamorada de ella des de hace mucho tiempo, el suficiente como para saber que no es algo pasajero.

No puedo simplemente cambiar lo que siento de un día para el otro, no puedo olvidarme de todo lo que pasamos los dos juntos antes de que le confesara lo que sentía por ella. No puedo hacerlo, porque no es fácil. Quiero seguir intentándolo, quiero seguir creyendo que algún día aceptara lo que siento por ella y que podremos estar juntos... ¿Estoy siendo un idiota enamorado? Tal vez sí... Me doy asco.

— Cameron esta en verde, quieres seguir conduciendo.—sacudí ligeramente la cabeza y deje de lado todos esos pensamientos que lo único que hacían era confundirme más. Me odio por ser débil ante ella, por parecer tan idiota...

— Cameron, puedes darte prisa.— dijo Azul sacándome, ahora, totalmente de mis pensamientos.

— ¿Qué?

— Necesito que te des prisa.

— ¿Por qué? — pregunte y vi por el espejo retrovisor como fruncía el ceño.

— Porque... porque tengo un urgencia.

— ¿Que tipo de urgencia?

— Puedes dejar de preguntar de una vez.—exclamo haciendo que me riera de su expresión. Sabia perfectamente que lo que ella quería era ir al baño, pero al parecer le daba vergüenza decírmelo directamente. Que tonta que es...

— Lo que pasa es que la niña pequeña quiere ir al baño— dijo mi hermana con sorna.

— ¿Quién dices que es la niña pequeña?— le pregunto con ironía Azul.

— Tú.

— ¡Madre mía! ¿Como...como es posible que vosotros, vosotros vivais en el mismo mundo que yo? Sois un peligro para la sociedad. ¿Se puede saber con que os han alimentado todo este tiempo?

— ¿Peligro? Cameron creo que tu esclava ha enloquecido.

— Eso parece, Jazmin.

— Cameron. JODER— creo que se le ha acabado la paciencia— Quieres darte prisa o me meo en tu coche.

— ¿Tu madre no te enseño que antes de salir de casa hay que ir primero al baño por si acaso?— le pregunte con tono burlón, mire por el espejo retrovisor para ver su reacción. Para mi sorpresa no era una cara de irritación o algo por el estilo. Su semblante había cambiado totalmente, tenia la cabeza gacha y los hombros caídos. ¿Había metido la pata?

— Puedes solo darte prisa.

No se exactamente porque había cambiado tan bruscamente su forma de hablarme. Ahora era fría y distante. ¿Es así como se sienten las personas a las que les hablo de esta misma forma?

Increíble.

Vas a enamorarte de miDär berättelser lever. Upptäck nu