Capitulo 33

231 25 0
                                    

Azul

Lo había echo a propósito.

El beso.

Ella lo ha planeado todo.

Me pareció extraño que ella se acercara para hablarme.

Estaba en el comedor con las chicas cuando Daniela se acerco y se sentó en nuestra mesa. Lina me miro y yo hice lo mismo, fuimos mirándonos entre nosotras sin entender que hacia esa chica sentada con nosotras. ¿Qué quería?

— ¿Hola? — salude dudosa.

— Hola. — dijo mirándome. Me sentí muy incomoda. ¿Que hacia ella aquí? No la veía des de aquel día en el que fui a casa de Cameron. — Necesito tu ayuda.

— ¿Qué? — pregunte sorprendida.

— ¿Por que necesitas la ayuda de Azul? — pregunto Sofía por mi. Daniela la miro y sonrió ampliamente. Me estaba dando miedo, era raro.

— Se que ha entrado en la orquesta y ellos tocaran para la obra así que lo que quería pedirle es que ensayáramos juntas. Tú tocas y yo bailo.

— Pero tienes los audios.

— Me gusta como suena el violín solo.

— ¿Por eso quieres que toque yo para ti? — pregunte.

— Tu también estarías ensayando. — comento obvia. Era verdad de alguna manera yo también estaría practicando. ¿Por qué no hacerlo?

— Vale. — dije.

— Te veo en el teatro. — dijo y se fue.

— Eso a sido muuuy extraño. — dijo Lina.

— Sí que lo ha sido. — afirme.

— ¿Vas a ir? — pregunto Sofía.

— Es lo que le he dicho.

— Esa chica trama algo. — dijo Lina aun mirando por donde se había ido.

— ¿Que es lo que podría hacer?

Eso era lo que había preguntado y ahora sabía lo que ella tenía planeado. Quería que la viera con Cameron, quería que supiera que estaban saliendo. Por esa razón me había pedido que me quedar detrás del escenario donde nadie podía verme, según ella era porque en los ensayos no podía concentrarse si alguien le miraba. Pero la razón era para que cuando Cameron llegara no me viera, yo tampoco lo había visto.

Entonces oí que Daniela le preguntaba a alguien si le había gustado.

<<Has estado genial. ¿Cuando dices que es la obra?>>

No me hizo falta oír más, era Cameron.

Me quede quieta donde estaba, no sabia si salir y saludar o ser una cobarde y quedarme donde estaba.

¿Qué podría decir si lo veía?

Hacia un mes que no sabia nada de él, durante todo ese tiempo había evitado todo posible encuentro. Vigilaba por donde iba y no volví acercarme al bar donde tocaba.

¿Pero debo seguir haciéndolo?

No.

Me asome por un lado del telón y vi la espalda de ese chico odioso. Él no podía verme, no sé exactamente de que estaban hablando ya que solo podía contemplar esa persona que con tan solo verlo hacia que millones de mariposas revolotearan por mi vientre. Pero, entonces mis ojos se encontraron con los de Daniela. Sonrío con malicia. Se puso de puntillas y lo beso.

Vas a enamorarte de miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora