Vas a enamorarte de mi

Capitulo 27

Cameron

Han pasado dos semanas desde el día que tuve que fingir tener novia, pero en casa...para mi madre yo sigo teniéndola. Lo cual supone un gran problema. ¿Por qué? ¡Por que no me deja en paz! Todos lo días pregunta por ella. ¿Quiere más a la novia falsa que a su propio hijo?

— Tu padre ha dicho que quiere que la invites a casa este fin de semana. — vuelve a repetir mi madre. — ¿Me escuchas, Cameron?

— Que sí mamá. Te escucho. Pero no creo que pueda venir.

— ¿Qué? ¿Por qué? — dice preocupada. Intento reprimir un suspiro de cansancio. — ¿Habéis discutido? ¡Cameron! ¿Que le has echo a la pobre chica?

— Yo no le he echo nada mamá, pero este fin de semana estará muy ocupada...

— Eso es mentira. — intervino Jazmín.

— ¿Eh?

— En realidad ellos dos...

— Latraereestefindesemana-dije rápidamente cortando a mi hermana. Me dirigí hacia ella y la cogí del brazo. — Vamos, dijiste que necesitabas ayuda en algo.

— Yo no...- presioné un poco su brazo para que dejara de hablar y me la lleve arrastras.

— ¿Se puede saber que coño haces?-le pregunte molesto.

— Hermanito esa boca. — dijo sonriendo de manera maliciosa. Esa sonrisa... la conocía muy bien.

— Dime, ¿qué es lo que quieres, mocosa chantajista?

— ¿Yo?

— No me engañas pequeñaja. Dime que es lo que quieres.

— Hum... 20 euros por semana.-sonrío ampliamente enseñándome todos sus dientes.-¡Ah! y que te hagas fotos con mis amigas siempre que yo te lo diga.

— ¿Se supone que tu eres mi hermana? ¿Te crees que yo soy millonario?

Ella no contesto y siguió sonriendo como si fuera el gato ese raro de Alicia en el pais de las Maravilla. Sí, lo he visto. ¿Algún problema? También tuve infancia.

— ¿Trato o no trato?

— No me queda de otra. — dicho esta ella extendió su mano hacia a mi, sabia perfectamente lo quería. Mire su mano y luego a ella, y volvía mirar la palma de su mano. Saque mi billetera que llevaba en el bolsillo trasero de mis pantalones. Y le di los 20 euros. Tendré que acabar con la mentira pronto si no me quedare sin dinero.

— ¿Como piensas traer a tu esclava? — pregunto la niña chantajista mientras sonreía mirando mis 20€ que ahora ya no me pertenecían.

— Le obligare a venir. — dije secamente y me fui. Estaba harto de tener que seguir inventando historias para que mi madre me dejara en paz con respecto a Azul, pero debo esperar un poco más y luego ya me inventaré algo respecto a una ruptura.

He estando pensando en como voy a encontrar a esa chica. No la he vuelto a ver des de ese día que la vi durmiendo en la biblioteca, por alguna razón creo que me esta evitando. Des de mañana la buscare. ¡Uf! Las cosas que tengo que hacer por complacer a mi madre.

Subí a mi habitación evitando cualquiera encuentro con mi madre. Me tumbe en mi cama y cogí mi móvil que se encontraba a un lado. Marque a Daniela y espere a que contestara. Estas ultimas semanas hemos estado acercándonos más, espero que deje de hacerse la difícil de una vez.

— ¡Hola! — contesto gritando.

— ¿Dónde estas? — pregunte preocupado. De fondo podía oír la música a todo volumen.