Vas a enamorarte de mi

Capitulo 32

Cameron 

Corrí detrás de Daniela. ¿La razón? Ni yo lo se. ¿Quizás la costumbre? Simplemente lo hice y la detuve para que no se marchara.

— ¿Que pasa? — pregunto enfadada.

— Lo siento, no podía decírtelo.

— ¿Qué?

— No sabia como...

— ¿Estas saliendo con ella?

— ¿Qué?

— ¿Es eso lo que no sabias como decirme? Qué de un día para el otro me habías olvidado y te habías ido con otra. ¿Era eso?

— No.

— ¿No?

— No. No estoy saliendo con ella. No somos nada.

— ¿Y por que esta en tu casa? — pregunto ahora casi en susurros. Quería responder, pero al parecer ella aun tenia cosas que decir. — Tu madre me odia, lo se. Te he echo daño, lo se. Pero tu aun me prefieres a mi, ¿verdad? Salgamos.

— ¿Qué?

— Tu y yo. Quiero ser tu novia. — dijo y sin que me diera tiempo a reaccionar me beso.

— ¡Cameron! — grito mi madre y termine con el beso. La mire se veía enfada, muy enfadada y a su lado estaba Azul. ¿Que se supone que debo hacer ahora?

— Recuerda, estamos saliendo. — dijo Daniela ahora sonriendo y yo simplemente asentí. Después de eso Dani me dio un besa en la mejilla y se fue.

Mierda. ¿Que se supone que acaba de pasar? Mire otra vez a mi madre, pero esta vez Azul no estaba con ella. Fui hacia donde estaba mi madre.

— ¿Que ha sido eso Cameron? — exigió enfadada. — Ve y busca a Azul.

No hice que repitiera su orden y corrí a buscarla, no debería de estar lejos. Y no me equivoque, ella un estaba cerca. Caminaba a paso ligero, pero entonces se detuvo.

— Se que estas detrás de mi. — dijo. Sonreí y me acerque a ella. — ¿Por que has venido a buscarme?

— Mi madre.

— Claro. En teoría ahora mismo acabas de engañar a tu novia en su propia cara. ¿Verdad?

— ¿Estas dolida?

— Eres un idiota.

— ¿Eso es que sí?

— Muérete.

— Creo que mi madre me matara. — intente bromear. No sé ni por qué. Quizás por qué sentía que realmente había echo algo mal.

— Bueno creo que esto en realidad es perfecto. Quiero decir, al menos para mi. — comenzó a decir mirando al suelo.

— ¿Que quieres decir?

— Ahora podemos acabar con esta mentira. Es perfecto. Dile a tu madre que lo intentaste, que de verdad intentaste olvidar a Daniela, pero que no pudiste. — termino de hablar y me miro para dedicarme un media sonrisa. — Ahora desaparece de mi vista, tu y yo ya no tenemos ningún motivo por el cual volver a vernos. Espero que no vuelvas a aparecer delante de mi.

Eso ultimo, era lo que yo le había dicho cuando le devolví su libertad. No sabia que decir, pero tampoco tuve la oportunidad de hacerlo porque ella reemprendió su camino.

— Debería llevarte a casa. — grite a sus espaldas.

— Olvidalo — respondió ella de la misma manera sin darse la vuelta.