Capitulo 7

329 31 3
                                    

Cameron

Esta claro, odio a esa chica. Como puede con tan poco tiempo hacerme pasar tanta vergüenza.

— ¡Ah! Me voy a volver loco.

— Calmate fiera— oí decir a Thomas.— ¿Qué es lo que pasa? ¿Alguien te acaba de gastar una broma?

— ¿Una broma? ¡Ojalá hubiese sido una broma!—afirme— Uf! Esa chica, esa loca...

— Respira. Vas a hiperventilar— se burlo de mi.

— Thomas te voy a matar— comencé a perseguirlo por todo el campus hasta que llegamos a la sala de ensayos.

— ¡Chicos, hoy el chico hielo esta cabreado!

— Thomas cállate

— Sí, señor.— paro de golpe y me hizo el saludo militar. Sonreí ligeramente y negué con la cabeza.

—¡Uy! Si que esta cabreado— dijo Carlos mientras sonreía. Estaba sentado en en una de las sillas tocando el bajo. Thomas seguía riéndose y haciéndome burla mientras comenzaba a acomodarse detrás de su batería. El único que faltaba era Jack. ¿Donde se había metido?

— ¿Donde esta el estúpido de Jack? —pregunte.

— La ultima vez que lo vi estaba con una de esas chicas de música clásica, creo que se ha enamorado.

— Imposible— cometo Thomas.

— Eso es verdad, Jack y tu no son chicos de una sola chica— dije.

— Lo sabes muy bien. — dijo de manera orgullosa guiñándome un ojo coqueto, que asco. Este chico estaba fatal.

—¡Siento llegar tarde!— grito Jack mucho antes de entrar en la sala. Entro a toda velocidad, se notaba que había estado corriendo. Llevaba el cabello desaliñado y podía ver unas pequeñas gotas de sudar en su frente.

— ¿Que te ha pasado?

— Nada—dijo sonriendo.

— ¿Por que sonríes?

— No estoy sonriendo. —Aun estaba sonriendo.

— Lo estas haciendo.

— Que no

— Que sí.

— Que no.

— Que sí...

— ¡Callaos ya!— grite para parar a ese trío de infantiles— tenemos que ensayar.

—¡ Uy! hoy esta enfadado— dijo Jack, lo fulmine con la mirada.

Estuvimos ensayando por unas tres horas. Cantamos y tocamos hasta que no pudimos más, todo enfado que había invadido mi cuerpo había desaparecido.

— Bueno chicos, es todo por hoy —dije mientras dejaba la guitarra en su sitio.

—¡ Oh! sí, estoy hambriento —se quejo Jack.

— ¡Pues entonces marchaos hijos míos!— dijo Thomas mientras tocaba la batería para dar más intensidad a su pequeña broma.

— Pues nos vamos.

— Adelantaos vosotros, yo tengo que ir a hablar con el profe.

— Vale.— contestaron los tres a unísono.

Cuando ya se habían ido, me fui directamente hacia el departamento de baile. Recorrí el camino hasta que llegue a la entrada. No entre, no podía hacerlo. Si entraba e iba directamente a ver a Daniela, todas esa chicas no pararían de hacer comentarios estúpidos. Realmente a mi no me importaría, pero Daniela se enfadaría mucho conmigo. Decidí quedarme fuera a esperarla.

Vas a enamorarte de miWhere stories live. Discover now