Vas a enamorarte de mi

Capitulo 46

Cameron 

Después de haber tenido que ver la cara de ese idiota no pude contenerme. Le decía algo que le doliera o le daba a hostias ahí mismo. Me decidí por lo primero, pero no pensé en el daño que podría hacerle a Azul.

Me quede un rato en la misma posición después de que ella se fuera diciéndome todo aquello.

¿Me sentía yo atraído por ella?

Me preguntaba una y otra vez, pero no podía contestarme a mi mismo. Es cierto que la bese, es cierto que hay momentos en los que me siento mal por hacerla llorar, ¿ significa esto que esa chica me importa?

No. No tiene porque ser así. Quizás solo era lastima, ella se ve siempre tan inocente. ¿Lastima? Escuchar eso de ella había echo que me enfadara. ¿Ella sentía lastima por mi? Esto era extraño, me sentía mal por todo aquello que me había dicho podía notar en sus ojos el odio que sentía por mi, pero también estaba enfadado. Lo que no sabia exactamente era si estaba enfadado con ella por haberme dicho todo aquello o conmigo por haberla provocado hasta el punto que se sintiera de aquella manera.

Decidí dejar de lado todo aquello, porque no llegaba a ninguna conclusión. Intente encontrar a mi hermano pero no lo veía. Estuve todo el tiempo pendiente por si aparecía por algún lugar, pero no lo hizo.

¿Se habría ido?

Mientras caminaba destino al aparcamiento de lejos pude ver a Daniela con Matt. ¿No se suponía que ese idiota estaba ahora con Azul?

Sentí como todo mi cuerpo se calentaba, mis manos se cerraron formando dos puños que tenia ganas de estampar en la cara de ese gilipollas.

Camine a paso firme hacia ellos y les sonreí descaradamente.

— ¿Pero mira a quien tenemos aquí?— dije mirando a Matt, no quise mirar a Daniela mi castigo era mi indiferencia hacia esa mujer, aun que me costara. Lo que sentía por ella no iba a esfumarse de un día para el otro, pero tenia claro que lo que nunca podría hacer era perdonar una traición. Eso jamás lo perdonaría.

— Cameron.

— No te atrevas a hablarme, perdiste todo el derecho a hacerlo. ¿Sabes que ahora me das lastima? Como puedes seguir detrás de este chico, ¿no sabes que tiene novia?— le dije mirándola con asco, para que sintiera el poco respeto que le tenia ahora.— ¡Ah! Espera que a ti eso te da igual ¿verdad? Te metes con cualquiera.

Iba a seguir insultándola con mis palabra, pero la cachetada que me dio hizo que me callara y la mirara de mala manera. Deje escapar una pequeña risa falsa y le sonreí.

— Las verdades duelen ¿eh?— después de aquello mire a Matt— ¿Debería contarle a Azul lo que pasa entre vosotros?

— No metas a Azul en esto.— dijo entre dientes.

— El que la ha metido eres tu, idiota. Esa chica tonta es tu novia y tu le pones los cuernos con mi ex. ¿Creíste que no me iba a enterar de como os comíais los morros cuando ella estaba conmigo? Creo que debería de abrirle los ojos a Azul, al menos debo de hacerle algún favor ya que ella me ha echo tantos. — dije esto ultimo y le guiñe un ojo de manera que malentendiera mis ultimas palabras. Me fui hacia mi coche y me largue de allí.

¡Guau! Que bien me sentía. Llevaba días sin ser de este modo, llevaba días enterrándome entre mi miseria y esto ultimo había echo que me sintiera de alguna manera vivo otra vez. Ahora podía respirar de nuevo. Ahora que ya había dejado de ser el idiota que iba detrás de la chica que menos merecía mi atención, y de enterarme de que mi hermano estaba vivo; podía respirar otra vez.