Capitulo 16

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Azul

No tienes por que hacerlo, no tienes por que ayudarlo.

Mierda, ¿por que soy tan buena persona?

Después de haberme ido, enfadada cabe decir, me comencé a sentir mal por él. Tenia la cara destrozado y se veía muy cansado...

Joder, Azul es un cabrón deja que sufra. ¡QUE SUFRA!

- Aix, mujer débil- me acuse. No hice caso a la parte que me decía que lo dejará y corrí hacia la enfermería. No era malo que me preocupara por otra persona, siempre hay que ayudar a los demás... aún que sea un idiota, hijo de su madre que.... No, Azul ya has decidido ayudarlo no te eches atrás.

- Hola, podría dejarme el botiquín de primeros auxilios -pedí en la enfermería.

- Recuerda que luego tienes que devolverlo.

- Sí, si gracias.

Salí de la enfermería y comencé a correr para llegar al campo de fútbol. Tal vez se habría ido, tenia que darme prisa.

Cuando estuve cerca del campo sonreí y aumente mi velocidad. Cuando logre verlo a lo lejos tenia pensado llamarlo, pero me deshice de esa idea en cuanto vi que estaba con otra persona.

Me acerque un poco más, pero en cuanto vi que Cameron se acercaba a ella y la besaba me detuve. Me quede quieta mirándolos, no sabia que hacer...

- Creo que no necesita mi ayuda-susurre y me di la vuelta.

No es que me importe, ¿por que tendría que hacerlo?

Solo me sorprendió. Sí, eso es lo que me ha pasado. Él es un chico frio que rechaza a todas las chicas que se le declaran y el echo de verlo con una de esa manera me sorprendió. No pensé que hubiese una chica en su vida, me parecía imposible que él estuviera enamorado o sintiera algo parecido por otra persona. Pero al parecer me equivocaba.

- Hola- conteste mi móvil que había empezado ha sonar.

- Niña, ¿se puede saber donde estas?- chillo mi abuelo des de el otro lado del aparato dejándome sorda.

- ¡Oh! Abuelo, lo siento se me ha hecho tarde. Ahora estoy en el autobús-mentí.

- Te quiero en casa en diez minutos-chillo y colgó.

¡Maldición! ¿Todo el mundo piensa en darme ordenes?

- ¡Dejadme en paz! Soy una persona que también necesita tener su tiempo libre. ¡No necesito que nadie me de ordenes!-chille. Estaba cabreada- ¿Y usted que mira?-le dije a una señora que me miraba como si yo estuviera loca. Creo que mi temperamento esta aumentando a medida que pasa el tiempo des de que conocí a Cameron. Nunca antes le había hablado de esta manera a un persona mayor que yo. Empecé a sentirme mal por ello, maldita buena educación.



- Niña ¿donde estabas?

- Lo siento, abuelo- me disculpe retenido mi enfado y subiendo las escaleras para ir a mi habitación, no tenia ganas de recibir su sermón. Necesito descansar.

Entre a mi habitación y di un portazo.

¿Por que me siento así?

Joder, es por culpa de los exámenes, es el estrés. Sí, esa es la razón.

Me desvestí y me metí en la ducha.

- Sera idiota-maldecí mientras el agua recorría mi cuerpo- yo también tengo cosas que hacer, eh Cameron. También tengo una vida y...y Ah!! Lo odio.

Intente dejar de pensar en él y relajarme. Finalmente, pude relajarme y olvidarme de ese beso que no debería haber visto.

¿Tiene sentido que ese chico tenga novia?

Vas a enamorarte de miWhere stories live. Discover now