Capítulo 1

9K 216 3
                                    

Hace dos años

Me despierto como todos los días a las siete en punto, me arreglo y me voy a desayunar. Allí estaba mi padre, mi madre nos abandonó cuando yo tenía unos tres o cuatro años aunque nunca supimos por qué lo hizo. Creo que se mudó a España mientras mi padre y yo nos quedamos en nuestra casa en Mason, Ohio. Como cada mañana, le doy un beso en la mejilla, me preparo el desayuno y desayunamos juntos.

Mientras comemos hablamos de lo que vamos a hacer durante el día. Me comenta que esta noche tiene una cita con una compañera del trabajo, creo que me ha dicho que se llama Anne. Desde que mamá se fue, no ha levantado cabeza. Sin embargo, estos últimos meses se le ve mucho mejor y me alegro un montón por él. Ya es hora de que pase página y encuentre a alguien que le haga realmente feliz. Yo no podré estar siempre con él, en nada tendré que irme a la universidad. Además, creo que si yo he podido olvidarme de mi madre, estoy segura de que él también lo puede conseguir. Así que le felicito por dar este paso con su compañera de trabajo con un beso en la frente antes de despedirme de él para irme al instituto. El trayecto se me hizo eterno, pero cuando llegué Sarah e Isaak ya estaban esperándome en la puerta.

—Hola Ally— me saludan a la vez y se ríen por haberlo hecho.

—Hola chicos— les saludo de vuelta sonriente y nos abrazamos.

Sarah e Isaak son mis mejores amigos desde que tengo memoria, siempre hemos estado juntos. Está claro que hemos tenido nuestros momentos. Pero claro, discutir de vez en cuando con nuestros amigos es normal. En nuestro caso, somos muy diferentes entre nosotros y, a veces, nuestras personalidades chocan entre sí provocando discusiones. Lo importante es que siempre logramos solucionar nuestros problemas, por eso seguimos siendo los mejores amigos del mundo. Lo cierto es que yo todavía no sabía que nuestra relación iba a dar un giro de 180 grados.

—Sarah, he visto en Facebook la última publicación de tu madre. Dice que tu hermano va a venir por Navidad, ¿es cierto?—la miro sonriendo y luego miro a Isaak que nos mira con curiosidad.

—Sí, es cierto. Llamó a casa ayer por la noche para decir que iba a venir. Si te digo la verdad, no creo que lo haga de verdad. Al estar en la universidad y encima teniendo vacaciones, algunos profesores se van y sus compañeros y él tienen vía libre para hacer lo que quieran sin problemas. No creo que se vaya a perder eso.

—Claro. Nosotros tampoco nos perderíamos una oportunidad así, aunque estaría bien que viniera—le digo mirando el suelo.

El hermano de Sarah se llama Oliver, Oliver Parker.  Tiene el pelo castaño, de un color marrón parecido al que tienen algunas hojas secas en otoño, y con algunos rizos. También es un palmo más alto que yo. Lo que más destaca -y lo que más me gusta- de él son sus ojos. Tiene unos ojos de color verde esmeralda que cuando te miran parece que te esté mirando el alma. O eso es lo que yo recuerdo de él, hace mucho tiempo que no lo veo.

Oliver tiene tres años más que nosotros y estudia en la Universidad de Indiana. Se supone que es un mujeriego, que cada día tiene a una en su cama y que todas están locas por él. Todos dicen que desde que tenía dieciséis años iba diciendo que él no estaba hecho para estar en una relación. A pesar de todo lo que comentan, es muy buena persona con sus amigos. Si soy sincera, no me creo las cosas que comentan de él. Imagino que no ha negado nada porque con esta fama que le persigue ninguna mujer se acercará a él y, así, no le romperán el corazón. 

—Bueno, ¿y nosotros qué vamos a hacer?—pregunta Isaak para romper el hielo.

—Le he preguntado esta mañana a mi padre si nos deja quedarnos en mi casa. Me ha dicho que sí porque él se va a ver a mis abuelos. Así que podemos ir a mi casa en Nochevieja y celebrar una reunión de amigos, ya sabéis, algo simple. No quiero problemas con mi padre— les digo mientras estábamos entrando en clase de matemáticas.

No te enamoresWhere stories live. Discover now