La ruta del burro primaveral. Parte IV

79 14 15
                                    



Frente a nosotros hay un gran letrero de madera que pone "Almacenes el Pony Pisador a 1 milla" con letras blancas tan grandes como mi mano, sobre una flecha blanca que apunta hacia el frente. Casi termina la ruta del burro primaveral. Hago visera con la mano y veo a lo lejos la pared Este del negocio donde haremos una parada para comprar frituras, refrescos, pandicornios y más bocadillos. Me parece que es la sucursal donde Churrasco, el primo de Churrispi, trabaja de gerente.

¿A que te gustó cómo inicié la entrega? Si fue así, creo que el final te gustará más.

Pero, como has de imaginar, hasta la ruta del burro primaveral termina. Lo mismo debe pasar con tu novela y sus capítulos. Casi puedo asegurarte que no importa mucho cómo termines un capítulo porque, si has podido mantener el interés del lector desde el principio, seguramente querrá saber más. Aun así, no está de más que fumemos un poco de maíz Walla Walla y pongamos en la mesa de disecciones varias formas de concluir tus capítulos. ¿Dónde están mis modales? ¿Gustas maíz Walla Walla?

Primero tenemos un final que a mí me gusta mucho porque —además de ser el más fácil de dominar en mi opinión— es tan efectivo que puede cerrar un capítulo o incluso un libro completo, especialmente si es parte de una saga. Se trata del final en suspenso. Aunque, muchos prefieren llamarlo Cliffhanger. Consiste en dejar inconclusa una escena donde el protagonista se halla en una situación difícil. Así picamos la curiosidad de los lectores y querrán saber enseguida cómo se resuelve la situación. Este final es más común en novelas de acción; pero no significa que sea inútil en una novela de romance o terrorífica. Un buen escritor sabrá cómo aprovecharlo sin caer en la telenovelesca "Chencha sorprende a Furnacio en fogoso manoseo con Petronila". Ah, y antes de que se me olvide, Ted Dekker emplea un cliffhanger para cerrar Negro, el primer libro de la Serie del Círculo: El mercenario chipriota Carlos Missirian tiene a Tom Hunter a su merced y cuando está por dispararle en la nuca... el siguiente párrafo dice La aventura continúa en Rojo. Una reverenda troleada, si quieres mi opinión. ¡Pero muy efectiva!

Otra manera, también muy efectiva, es iniciar en los últimos párrafos un recuerdo que continuará todo el capítulo siguiente o gran parte de él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Otra manera, también muy efectiva, es iniciar en los últimos párrafos un recuerdo que continuará todo el capítulo siguiente o gran parte de él. Por ejemplo, digamos que termino un capítulo así:

Cada vez que Aron se tocaba la cicatriz en su mejilla, no podía evitar que el mal sabor de la batalla de Soteria le amargara la boca. Luego de treinta años aún le dolía el orgullo.

Luego, narramos la batalla en el siguiente... sin olvidarnos de la escena donde Aron obtiene esa bella cicatriz que le otorgó una sonrisa idiota permanente.

Ah, también se puede hacer al contrario, o sea: un adelanto del siguiente capítulo al final de este. Es decir, podemos introducir un acontecimiento conflictivo —sin revelar nada fundamental— para continuar el desarrollo en la próxima parte. Se parece un poco al final en suspenso, aunque hay una diferencia importante: no interrumpes una escena a la mitad sino al principio, cuando el conflicto o giro argumental inicia. En mi novela, Niña de mis pesadillas (la cual todavía no subo a Wattpad), el primer capítulo concluye cuando 4 Maestres eliminan a un titán pero no consiguen que caiga fuera de las murallas de Soteria y este monstruo termina aplastando los edificios de varias manzanas. Hay tantos destrozos que hasta el mismo Leonard Alkef presiente un rapapolvo... que ocurre durante el rescate de los damnificados en el capítulo 2. La hija de los reyes Derek y Nayara —que fungía entonces como gobernante interina— llegó al extremo de gritarle "¿Que me calme? ¿Quieres que me calme? Claro que voy a calmarme; lo haré cuando ustedes ahuyenten a esos monstruos. Mientras tanto, ¡cállense todos!"

Por último, te presento el final tipo resumen. Se trata de hacer un pequeño balance de la situación hasta el momento. No tienes que hacer una disertación doctoral. Bastan algunos párrafos. ¿Qué ha sucedido? ¿Cómo se siente ahora el protagonista? ¿O el antagonista? Sirva como ejemplo el capítulo titulado Noticias de El sueño de los reyes. Durante los últimos instantes, Leonard se plantea cómo explicarle a su esposa que él no es un terrícola sino que viene de un mundo paralelo además... de que reconoce su equivocación al cortejar a una mujer de la Tierra y casarse con ella.

Dada mi escasa experiencia, te diría que estos finales son los más comunes. Ojalá te sirvan.

Terminar un libro es otro rollo. Por eso le dedicaré su propio apartado a esa misión pues hay novelas con una gran trama y un cierre espantoso. No recuerdo alguna de momento, pero si ya te has topado con semejante bodrio, adviértenos de él en los comentarios. Así salvarás a muchos gatitos.

Lo más irónico de escribir es que a veces tienes muy claro cómo iniciar la novela... pero terminarla se vuelve trabajo para James Bond. Yo mismo estoy reescribiendo ahora con los últimos capítulos de El sueño de los reyes para introducir en el final de esta novela uno de los conflictos principales de Theslar, su secuela más inmediata. Ya discutiremos esta ironía en la próxima entrega. Eso marcará el último tramo de la ruta del burro primaveral.

Y recuerda, si tu burro no es primaveral, aquí te lo cambiamos gratis.

Así que quieres escribir...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora