Capítulo XXII

1.4K 79 12
                                    


La película termino.

Las luces volvieron a encenderse y me ergui nuevamente en mi silla. Ya más calmada. Me detuve a pensar en lo estúpida que me habría visto frente a Matteo, muriendo del pánico por una tonta película.

Mire su mano sosteniendo la mía.

Mis emociones me abrumaron. De pronto, quise tenerlo así siempre. De mi mano. Y ya nunca tener que soltarlo.

Pero vamos, era yo. Y era él.

En unos segundos él me soltaría y se olvidaría de esto en un abrir y cerrar de ojos. Y yo, mientras, dormiría con una sonrisa y con corazoncitos saliendo de mis ojos recordando el momento.

Me sentí estúpida. Tonta.

Mi pecho estaba alterado, mi corazoncito daba vuelcos contra el cada vez más rápido. Más emocionado.

Y entonces la burbujita se rompió;

-Estuvo muy buena. ¿No les parece?

Cuando Luna habló, Matteo por instinto me soltó.

-Si. Muy buena- esta vez fue él quien se rasco la nuca con un toque de nerviosismo -. Aunque, creo que a cierta personita por ahí le ha dado miedo.- comento riendo.

-¡Pues, caíste si creíste que en realidad me dio miedo!

-¿Ah, sí?- se acerco riendo a mi oído -. ¿O es que solo querías que te tomará de la mano?

Mi piel se erizo al sentir su voz golpear contra mi cuello. ¡Dios,me tenía nerviosa! No acostumbro a que las personas se acerquen mucho a mi. Y menos que rompan mi espacio personal. Negué nerviosa, repetidas veces, sin mirarlo.

-No. No.

Escuche una sonrisa divertida de su parte haciendo que mis mejillas se sonrojaran un poco.

Luna hablo;

-Nina, ya deberíamos irnos. Se nos está haciendo algo tarde ya.

-¿Qué?- pregunto Gastón mirándola.

-Que tenemos que irnos. ¿O crees que vamos a dormir aquí?- pregunto chistosa.

-Matteo las va a llevar, obvio.- se encogió de hombros, ligeramente -. ¿Cierto amigo? 

-¿Ah?- cuando mire a Matteo parecía que estaba pensando en nada, mirando a todo. O quizá, que algo le andaba dando vueltas en la cabeza pensando en algo que requería atención -. ¿Qué dices, amigo? ¡Perdón, no te escuche antes!

-Que cierto que nosotros podemos llevarlas. Quedan de camino a casa.

-¡Ah! Claro.

-No, no se preocupen, la neta no los queremos molestar- chilló Luna.

-Seria una linda molestia.- sonrió Gastón y mi amiga le devolvió una gran sonrisa. 

-Ujum Lunita.- digo por lo bajo, mirándola con una ceja enarcada.

-Es con las dos, ambas serian una linda molestia.- dice Gastón logrando que mis mejillas se tiñan de un color rojo intenso.

-Ujum Ninita.- dice mi amiga riendo por lo bajo.

-¡Cállate, Luna!- susurre acercándome a ella.

-Bueno ¿nos vamos ya?- bufó Matteo.

-Pero Luna, podemos...- fui interrumpida por Matteo. ¡Esto se está volviendo costumbre!

-No tienes excusas ya, Nina.- rió juguetón -. Vamonos.

Simón y Ámbar se despidieron al salir del centro comercial. Se excusaron con que tenían algo que hacer, que sus casas estaban en dirección contraria a dónde nosotros íbamos. Pero, todos sabemos que eso no es cierto. 

Tienen planes en los que nosotros no somos incluidos. 7u7

Con eso digo todo, ja.

Al llegar al auto subimos y nos colocamos los cinturones. Yo nuevamente en el lugar de copiloto. Ya se estaba volviendo costumbre, y en realidad no me era nada incómodo.

El lo encendió y comenzó a conducirlo, está vez el auto estaba en absoluto silencio. Los chicos atrás solo se miraban entre sí sin decir nada mientras Matteo no apartaba su vista de la carretera.

Al llegar a casa ambas nos bajamos del auto y nos despedimos con un simple ''adiós''.

***

Me desperté sin muchos ánimos. Ayer me había dormido bastante tarde, al llegar me quede leyendo un libro que me tenía enviciada. Estos últimos días, desde que comencé a leerlo me ha costado dormir temprano. Porque no quiero parar, cada capítulo me deja con ganas de más.

Eran ya las nueve de la mañana.  Y sentía que el día iba a ser terriblemente aburrido, como todos los domingos de mi vida.

Fui al baño y tome una ducha larga, mientras el agua recorría cada rincón de mi cuerpo y caía por el retrete recordé aquel hermoso momento cuando me tomo de la mano. En ese momento me creía estar en el paraíso con el chico perfecto. Donde sus manos con el solo roce causaban un fuerte escalofrío en mi interior causando que un par de mariposas revolotearán en mi estomago.

¡Esto sólo lo causa él en mí!

Sonreí al recordarlo. Ese fue el mejor momento de mi vida, sentirlo tan cerca y sentir el rico olor que emanaba su piel, me resultaba único e indescriptible.

Salí de la ducha y fui a mi armario, hoy me siento y quiero verme diferente, quiero verme linda y lograr llamar su atención.

Venga si, se que eso de querer vernos lindas para llamar la atención de alguien no está bien. Pero vamos, también he escuchado que, si queremos algo debemos ir por ello e intentar conquistarlo.

Porque la vida se nos va de golpe.

Porque hoy estamos, y quizá mañana no lo estemos.

Y no estamos disfrutando nuestra vida.

Tire todo sobre la cama y tome unos jeans ya bastante desgastados, y una camiseta con pequeños lunares.

Tome mi cámara y mis llaves para luego salir de casa con dirección al parque.

Tome fotografías a un par de flores, niños jugando junto a sus padres y pequeños animales caminando por todo el lugar. A mi lado pasaron una pareja tomados de la mano sonrientes, no puede evitar no mirarlos y sonreír.

¡Así nos veríamos él y yo!


••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Jodeeeeeeeeeeer. ¡Que me faltan más de 50 capítulos por editar y tengo poquitico más de 30 días!

¿Será que si lo logramos?

Amor Oculto,  Mattina SLWhere stories live. Discover now