Capítulo XLVII

1K 68 27
                                    


Cuando llegue al parque vi a Simón recostado bajo el tronco de aquel árbol que se había vuelto sin dudas el consuelo de muchos en este parte. Estoy totalmente segura de que había escuchado tantas historias como nadie jamás lo había hecho. Suspire sopesando la oscuridad de la noche y la charla que venía en solo instantes. Camine aun en silencio, pensando las palabras que serían correctas para decir ante lo difícil de la situación. No a todos nos dicen de la noche a la mañana que seremos padres.

—Simón— dije después de algunos minutos de observarlo en silencio—. ¿Podemos hablar sobre esto? Siento que necesitas hablar con alguien, puedo escucharte si quieres.

—¡No quiero hablar con nadie ahora, Nina!—negó con su rostro escondido entre sus piernas —. No me siento bien con esto. No me siento preparado para lo que pueda venir con eso.

—Necesito que entiendas que para ninguno de los dos es fácil todo esto que está pasando—comente queriendo que entre en razón —. ¡Ámbar está perdiendo mucho con todo esto! ¡Perdió el apoyo de sus padres, de su familia! ¡No es justo que solo no quieras aceptar lo que sea que esté pasando!

—Nina, nunca vas a comprender esto—negó sin querer mirarme —. No puedes simplemente venir y decirme que hacer porque no eres tú quien no sabe que hacer. ¡No eres tú quién ha arruinado su vida por completo!

—¿Por qué arruinarla? ¡Por Dios! ¡Es un bebé, Simón! ¡No puedes pensar que solo será error!—bramé exaltada —. ¡No puedes solo culparlo por algo que también fue tú jodida culpa!

—¡Basta, Nina! ¡Déjame solo!— dijo molesto, levantando la mirada para verme —. ¡No quiero hablar contigo! ¡Solo no quiero hablarlo!

—¿Cómo te digo esto sin ser tan dura?—suspire pensando las palabras adecuadas para hablarlo—. Si vos tuviste los suficientes pantalones como para no usar la protección correcta, deberías tenerlos para hacerte cargo de tus actos. 

No me miro, no dijo nada. Solo fue silencio de su parte.

—No está bien que le hagas esto a Ámbar. Su familia la abandono por todo esto, no me parece justo para ella que tú también lo hagas—admití.

—Tú no entiendes lo que está pasando Nina. Jamás lo entenderías—negó poniéndose de pie para mirarme a la cara. Su rostro estaba rojo. Sentía ira, dolor, decepción en él, —. Tener un jodido hijo, a mi edad— suspiro con pesadez, mientras soltaba cada vez con más desdén las palabras—. Es algo por lo que nunca creí tener que pasar.

Limpió la lagrima que rodó por su mejilla con molestia.

—No puede simplemente llegar y decirle a mis padres; felicidades, van a ser abuelos. Y luego sonreír y disfrutar en familia. ¡Yo también lo perdería todo! ¿Entiendes esa mierda?

-Aunque no lo creas puedo comprenderte. Que no son cosas fáciles de asimilar. Pero tienes que pensarlo mejor, y entender que puedes decidir alejarte de ella, pero también lo harás de tu bebé y no tendrás ningún derecho sobre él.

—¡Dios mío! ¡¿Qué hago?! ¡¿Qué demonios?!— tapo su cara con las palmas de sus manos inquieto porque estoy segura que muchas cosas pasaban por su cabeza.

—Lo que tú creas correcto— murmuré asintiendo—. Si crees que huir y no hacerte responsable es lo mejor, solo hazlo. Si quieres hacerte cargo y ver por el bienestar de quien será tú hijo, estoy segura que Ámbar estará feliz de que te unas a ellas.

Amor Oculto,  Mattina SLDove le storie prendono vita. Scoprilo ora