Capítulo XI

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- ¿Qué quieres chico fresa?- ok. Podía decir que la faceta que tenia está chica me encantaba. Parecía que eramos cómo ek agua y el aceite, que incluso eramos de mundos totalmente diferentes, y eso me gustaba. Sonreí landinamente al verla rodar sus muy bonitos ojos verde esmeralda. Algo me hace creer que con está chica podía pasar algo.

Y también le temia a eso.

- Chica delivery. ¿Por qué tan cortante? Pensé que me querías.

-¿Qué estás diciendo Matteo? Ni siquiera tiene sentido lo que acabas de decir.- blanqueo nuevamente sus ojos, haciendome mirarla con gracia -. Neta, me tengo que ir. Sólo dime que quieres.

- ¿Qué haces aquí?- pregunta señalando todo el lugar. Vamos, no es que fuese muy estúpido. Traía el uniforme y no era difícil adivinar que ahora formaba parte del colegio. Solo quería seguir hablando con ella y conversando un poco más. Aunque estaba más que claro que ella estaba negada a hablar conmigo.

- Qué pregunta la tuya Matteo...¿Qué crees tu que estoy haciendo aquí, con el uniforme de aquí?

-¡Mmm! Podría resultar bastante fácil adivinarlo, ¿sabes? Pero quisiera que tú fueras quien me lo dijera.- bien. Sabía que se alejaría. Pero también sabía que este era el mejor momento para cortar la lejania que nos separaba. Así que sin más, y con paso decidido me acerque a ella, dejandola a solo centimetros se mi. Tanto, que note cómo se estremeció en por la cercanía entre ambos.

-Entonces ¿Para que preguntas?

-Por las dudas.- dije coquetamente -. Pensé que no te volvería a ver.- confese.

-Tengo que ir con Nina. Tengo que irme.- intento alejarse pero me interpuse en su camino.

- ¿Por qué tan nerviosa?- pregunte con un tonito divertido.

Venga, que me encanta que se ponga nerviosa bajo mi encanto.

- Por nada. ¡Ni siquiera estoy nerviosa! ¡Pff! No tengo ni idea de que es estarlo.

Si no supiera el poder que tengo con solo acercarme, o como se remueve incómoda al tenerme tan cerca, le creería. Pero estaba haciendo todo lo contrario.

- ¿Nada?-pregunte divertido acercándome, aun más. por un momento estaba dispuesto a romper lo que nos separaba, y besarla. Pero no lo hice. Mis ojos se apartaron de sus labios, para mirar sobre ella, frunciendo el ceño por lo que estaba pasando entre mis ojos,- . ¿Ese no es Gastón?

No. No me sorprendía ver a Gastón. Obviamente no. Lo que sorprendía es que no estaba solo. Estaba acompañado por la amiga de Simón.

Los mire incrédulo aun.

- ¿Qué hacen juntos?- enarque una ceja. Vamos. No es normal ver a mi amigo con una chica, solos, caminando por aquí. O si lo era, pero no eran sus amigas, eran sus pescas de fin de semana.

- ¿Nina?- mire a Luna nuevamente por un segundo, y fije nuevamente mi mirada a al frente. Algo me llamo la atención; muchas cosas me llamaron la atención. Gastón traía no solo su bolso, también el de la chica, y sonreía plenamente mientras tenia una conversación con ella. Además, la chica traía algo en una de sus manos. Por la distancia no sabia que era, pero lo comprobe al seguir los pasos apurados de Luna hasta su amiga.

Amor Oculto,  Mattina SLWhere stories live. Discover now