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No pararía de correr, no ahora que había encontrado la salida. Pero, el mundo no estaba a su favor... Un suave pañuelo se cerró a su cuello, deteniendo sus pasos. Unas manos le taparon los ojos, una voz le susurró.

— ¡Hyung!

La voz de Jimin.

—Hyung, vamos, debemos escapar... —Asintió y la mano se fue alejando de sus párpados. Tomó con fuerza la muñeca de quien retenía la tela a su cuello, la alejó y comenzó a correr de nuevo. 

¿Pensaron que caería en eso? 

Jimin no tenía una voz tan vacía y sus manos se sentían familiares, no extrañas.
Pero esta vez tropezó.

—No escaparás de mí, intruso. —El mundano miró a los ojos jade de la hechicera, que le daban escalofríos. Parecía una muñeca andante.

No podía moverse, la bruja con larga cabellera de negro azabache se acercó a su lado y tomó su rostro. 

—Muy bonito para ser humano, pero es lo que eres... me encantaría que me pertenecieras, pero antes necesito tu ayuda, ¿sabes? —Intentó persuadirlo. Yoongi sentía como algo en él quería ceder, a veces su vista lo engañaba y notaba a Jimin como quien le estaba susurrando así de cerca. 

Pero un latido, un latido que retumbó a sus oídos logró hacerle diferenciar la realidad de lo que parecía ser un engaño.

—Déjame maldita. —Le dijo con la voz más grave.

— ¡Insolente! ¿Te atreves a responderme? Todos caen por mí, no deberías ser la excepción. —Le gritó, soltando la cara del rubio con fuerza.

—No funcionará conmigo, ¿sabes por qué? —Realmente no esperaba que le respondiera, así que se adelantó con una forma neutra y fría—. Porque estoy enamorado, y esa persona es a quien debo proteger ahora mismo. No me interesa si quieres matarme, si quieres pelear, adelante, pienso intentarlo no me importa realmente.

La pelinegra explotó en furia y cuando iba a lanzar su pañuelo, Yoongi se giró. 

~

El rubio ya no soportaba más, esquivar golpes sin poder devolverlos le daba mucha desventaja. Ahora se encontraba retrocediendo. La pelinegra sonrió.

—Jaque mate. —Le susurró con burla y lo empujó. 

Yoongi gritó cuando se sintió caer al fondo de algo, intentó inútilmente extender su brazo para lograr sostenerse de algo, pero solo veía el perfecto y receloso rostro de la hechicera perderse cuando llegaba finalmente a no ver nada más que oscuridad.

El impacto fue duro al intentar no caer por completo sobre su cabeza, rodó un poco logrando rasparse la piel al descubierto y a su paso sentir el polvo del piso embarrarse en su cara y boca, como a los nuevos cortes. Bastante era decir, que fue un milagro no haberse roto alguna costilla. 

Apoyado sobre un brazo intentó aclarar su vista. Unos tacones resonaron por el lugar, acercándose a su mirada. 

—Bienvenido, cariño.

Yoongi levantó su mirada, sentir odio y desprecio no era suficiente.

*

Lo sentía mejor ahora que lograba recuperarse. Jimin se detuvo por un instante para sentir ese camino con rastros de que Yoongi había estado. Vio fuego a lo lejos y su corazón latió fuertemente, antes de acercarse allí un grupo de hechiceros salía por un lado y escuchó el gritó de algún superior.

— ¡La hechicera y el mundano han escapado, encuéntrenlos!

Alivio, mucho alivio era lo que sentía. 
Corrió en otra dirección llegando a pasillos estrechos y oscuros. Sin darse cuenta resbaló y cayó dentro de una cueva. 

Potion ×Yoonmin×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora