Potion ×Yoonmin×

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(Reproducir canción para leer ^^~)

Jimin detuvo el constante repiqueteo de sus dedos en su mano y suspiró mientras esperaba pacientemente que su padre pasara por su habitación. Cuando Yoongi le había preguntado que si esa piedra era o no la verdadera, no tuvieron tiempo de poder seguir observándola, todo por el simple hecho de que sin previo aviso el señor Park estaba de regreso. Dirigió una rápida mirada a la ventana, pudo visualizar como su padre estaba cerrando la taberna y ahora venía hacia su cuarto. Miró la pequeña habitación que tenía como armario y se concentró en no verse nervioso. Le sobresaltó los dos toques característicos que siempre daba en su puerta el superior.

­­­—Pasa. ­­—Jimin cruzó sus piernas en su cama y vio como la figura de su progenitor se hacía presente. Sonrió y se levantó, se acercó al hombre bajito por unos centímetros menos que él y lo rodeó con sus brazos­­­—. ¿Qué tal fue todo papá? —Preguntó.

—Genial. —Dijo el señor Park mientras despeinaba el cabello naranja de su hijo—. ¿No has provocado ningún caos mientras no estaba, verdad? —Preguntó con desconfianza.

—No papá, estuve... practicando con Gia. —Dijo rápidamente. Mentalmente había estado planeando todas sus respuestas.

—Oh, eso está bien. Espero que no le hayas causado problemas a la pequeña.

— ¡Papá! —Dijo con un puchero. Lo peor era que no sólo a Gia había estado molestando, si no que también a cierto rubio que debía estar escuchándolo todo desde aquella puerta color crema.

—Ya. Mira hijo, han estado pasando cosas extrañas en el pueblo... me temo que alguien ha estado provocando mal estar en la gente, me necesitan para sanarlos... —Susurró el padre, mientras sus ojos ya no reflejaban diversión.

— ¿Qué ha sucedido? —Jimin cambió drásticamente su semblante a uno serio y de preocupación.

—No sabemos, estamos investigando. Por ahora, voy a necesitar que te cuides mucho, ¿comprendes? -Preguntó el hombre mientras fruncía su ceño con notable preocupación, mientras agarraba con sus manos el rostro de su hijo que no lograba entenderlo todo.

— ¿Por qué?, ¿a qué te refieres?

—Ya eres un adulto, confío en que podrás cuidarte sin mí como todas estas veces, pero ya sabes que no puedes hablar con cualquiera Jimin. No los escuches, no les dirijas una palabra, aléjate y solo cuídate. Debo irme a otro pueblo... algo lejos, porque sabes que como el portador de la sanación, me necesitan, personas que me conocen que ambos conocemos y nos ayudaron en su entonces.

—Comprendo papá. —Dijo Jimin, la voz le temblaba, cerró sus manos a las de su padre mientras restregaba su mejilla a las ásperas palmas.

Yoongi siguió mirando por el orificio de la cerradura de la puerta, vio como el señor Park miraba con tanto amor a su hijo que dudó inclusive si alguna vez pudo sentir algo igual a eso, tan fuerte, una energía tan pura. Nunca supo cuánto podría ser el amor que un padre le tendría a su hijo, nunca anheló tener unos ojos iguales a esos, que sólo quisieran protección y todo lo mejor para él. Nunca deseó tanto comprender que se sentía ser querido así de mucho.

Un escalofrío le recorrió de pies a cabeza cuando notaba que el señor Park abrazaba a su hijo fuertemente y seguidamente depositaba un beso en su cabello y su frente, ¿se debía a eso que a Jimin también le gustaba ser afectivo? Retuvo la respiración y a pesar de que allí adentro estaba oscuro, sintió algo de miedo al sentirse solo y aún más cuando se quedó en blanco más de la cuenta cuando creyó que el señor Park le dio una rápida mirada, indescifrable, como si supiese que estaba ahí pero no diría nada. Se alejó, dejando de espiar y se abrazó a sí mismo. Tal vez, el sueño sólo le estaba haciendo mal.