Potion ×Yoonmin×

8

— ¡Suéltame pequeña bruja!

Gia abrió los ojos cuando sintió que sus manos tocaban algo suave y alguien intentaba alejar sus pequeñas manos de aquello. Un chico conejo rubio fue lo primero que divisó cerca de su rostro, soltó las orejas del mundano y se alejó.

— ¿Qué haces? —La cara de indignación del otro era digna de admirar.

— ¿Disculpa? No soltabas estas cosas... estas orejas de conejo que tengo. —Un suave rubor se apareció en el rostro de Gia. Se cruzó de brazos e infló sus cachetes—. Mataré a Jimin... —Susurró el otro y ella se volteó rápidamente, acercándose a escasos centímetros del rubio que la miraba con disgusto.

— ¿Jimin?, ¿dónde está? —Su rostro notaba preocupación. Yoongi posando su dedo índice en la frente de la castaña, la empujó fuera de su espacio personal.

—Por favor, vuelve a dormir mejor.

— ¡Oye! Dime por favor. —Gia empezó a insistir como pequeña.

—Tenía sus clases de hechicería con su padre hoy. —Le contó con fastidio mientras se alejaba hasta la puerta.

—Oye, oye, espera, no te vayas.

El rubio se detuvo y volteó con fastidio.

— ¿Qué? ¿Quieres que cuide de ti o algo así?, ¿tienes miedo de que te suceda algo?

Gia con inseguridad frunció su ceño, abrió y cerró la boca repetidas veces para decir algo pero no sabía que contestar. La mirada aburrida de Yoongi la hizo dudar más.

—El asustado debería ser yo, te recuerdo que estuviste cerca de asesinarme cuando me viste con tu querido Jimin-ssi. —Dijo en tono burlón, imitando el apodo del pelirrojo.

Gia se avergonzó y bajó su cabeza.

—L-lo siento, soy muy impulsiva. —Levantó su cabeza y observó como Yoongi suspiraba profundamente—. Yo... sólo quería que Jimin no estuviera con alguien peligroso, es que él... Siempre ha existido gente interesada en él sólo porque es hijo del señor Park. —El rubio frunció el ceño confundido.

"¿Era acaso el señor Park muy importante respecto a ser un hechicero o algo así?", Yoongi se cruzó de brazos en su lugar.

— ¿Y?, ¿eran esas razones para que me atacaras así?

— ¡Pero te he salvado luego! ¿No basta? Ni siquiera te hice un rasguño. —Gia había bajado de la cama, dejando con brusquedad las sábanas revueltas. Parada a unos metros de donde el rubio seguía cruzado de brazos—. ¿Podrías ser un poco más considerado?

—Es por eso, que, no dejo que me ayuden. La gente cree que ayudando, va a ser agradecida de una mejor manera.

—No puedo creer que Jimin te esté ayudando, sé que casi te lastimo pero fue por su seguridad. Jimin es demasiado inocente para entender cuando una persona, como tú, está hablándole por interés o para ser su amigo. Sé que no te caigo bien, pero... no puedes tener más razones, me he disculpado, también te he ayudado, sólo quiero que Jimin no sea usado por ti o lo lastimen.

— ¿Acaso eres su madre o algo parecido? ¿Por qué te preocupa tanto? Él puede cuidarse por sí mismo.

Gia se frustró, con enojo se acercó a Yoongi.

—Hay algo llamado empatía y ¿sabes? Debo pagar por lo que mi familia le hizo. Tú no entiendes, ni sabes nada de Jimin. Tú sólo eres un simple mundano que por su propia decisión se llevó a esto, tú sólo estás presionándolo a que encuentre una manera de regresarte a la normalidad para irte así, sin más y ya, ¿verdad?, lo suponía... ¡tú sólo no quieres disculparte con él, porque eres tan terco y tu orgullo no te deja! —Gia le gritó en la cara. Yoongi retuvo su respiración.