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Yoongi se fijaba como atraía algunas miradas por parte de alguna que otra persona caminando por allí pero eran rápidamente desviadas hacia otro lado. Después de todo estaban en una especie de bazar donde eran vendidos productos para hechicería, desde objetos raros, especies únicas hasta una infinidad cantidad de artilugios brillantes de lo más solicitado, lo único que diferenciaba la misma cosa con diferente acabado era el precio.
Jimin se detuvo frente a una especie de local, ingresó y Yoongi buscó objetos como los otros pero no había nada interesante para su gusto.

— ¿Le queda Flegus? —Preguntó Jimin al empleado que lo miraba atento. Este asintió, regresándose hacia el interior del local para buscar el pedido.

Luego de un rato en el que Jimin pidió otras cosas adicionales, pagó con unas raras monedas que Yoongi juraba no haber visto nunca en su vida pero sólo lo ignoró y se acomodó en el hombro de el pelirrojo, tenía la sensación de que se caería.

Cuando llegaron de nuevo a su casa, notaron que el local de su padre estaba apagando las luces. El chico con el conejo en brazos corrió a su habitación y lo metió debajo de la cama indicándole hacer silencio, a pesar del claro fastidio que el conejito sentía, se escondió como Jimin le había pedido.

Al instante un golpeteo en la puerta del pelirrojo se hizo presente.

—Pasa. —Dijo Jimin pretendiendo escribir.

El señor Park ingresó y dió un rápido vistazo a su habitación, pudo notar el nerviosismo en su hijo pero no dijo nada.

— ¿Qué ocurrió con tu pócima hijo? —Jimin abrió ampliamente sus ojos e intentó no ser descubierto.

—Yo... No lo he probado. Accidentalmente terminé echándolo. —Mintió, rogando para que su padre le creyese.

—Sabía que pasaría eso. —Estaba más que claro que el señor Park sabía que mentía pero decidió creerle—. Limpia eso y acuéstate, mañana debes hacerme unos encargos. —Le indicó y Jimin se golpeó mentalmente, lo había olvidado por completo.

—Si papá, descansa. —Lo despidió, apresurándolo para que lo dejara solo.

El señor Park luego de ser echado se rió y se dirigió a su propia habitación.

Jimin suspiró aliviado y se puso de cuclillas para levantar su colcha y avisarle a Yoongi que saliese de allí.
Limpió los vidrios que anteriormente habían quedado en la alfombra y demás desastres. Agotado se echó a la cama pasándose las manos por la cara cuando acabó y Yoongi le gritó.

— ¿No harás esa pócima?

—Si... Ya... lo haré. —A pesar de estar agotado mental y físicamente, Jimin asumiendo su culpa, se volvió a parar para agarrar su mochila con los productos comprados del bazar.

Colocó lo necesario a su lado y sintió cansancio de sólo ver el tiempo que llevaría aquello.
Incorporó cada especial junto a hiervas y líquidos raros y empezó a mezclarlos en su caldero, agarró la ropa del conejo quien sólo descansaba en la almohada de su cama y empezó a examinar su remera para encontrar algún cabello del rubio. Por primera vez, con éxito encontró uno y lo puso también en la mezcla. Con rapidez prendió una especie de chimenea donde habían rejillas y allí apoyó el caldero esperando a que se calentase. Empezó a revolver hasta que las burbujas le indicaron que estaba listo luego de un largo rato. Alejó el recipiente del fuego con ayuda de unos guantes y lo apoyó en otra mesa. Con una cuchara de madera sirvió un poco de aquella pócima en un pequeño tazón. El color debía ser azul y eso parecía. Esperaba que estuviera bien.
Jimin se acercó a la cama y tocó la cabecita de Yoongi, este abrió los ojos cielo al instante y lo miró expectante.

— ¿Puedes hacerlo tú solo? —Preguntó con una voz lenta.

—Sí. —Yoongi agarró el pequeño tazón con sus pequeñas patitas y se tomó la mezcla.

Pensaba negarse a tomarlo por si algo malo le pasase, pero así perdería más tiempo y su familia se preocuparía. Cuando tragó todo el contenido este tenía un sabor neutro. Agradeció eso, siempre pensaba que las pócimas sabían horribles y nunca en su vida tomaría una.

Jimin se quedó mirando a Yoongi esperando por si pasaba algo. Los ojos le ardían y veía borroso por las lágrimas; estaba por desmayarse del sueño pero su deber era pagar por su error. Por ratos sentía que se dormía pero no lo hizo.
De pronto Yoongi cerró los ojos y empezó a moverse fuertemente, sentía un poco de dolor pero no quiso gritar. Jimin se alejó y no supo que hacer.
El rubio empezó a cambiar. Jimin con los ojos borrosos notaba como las patitas se iban alargando y el pelo blanco se iba y así con el resto del cuerpo, regresándolo a la normalidad, este se había movido de su posición antes de que Jimin viese su cambio y cayó al piso.
El pelirrojo alarmado se acercó al borde de la cama pero antes de ofrecer ayuda vio al chico de vuelta en forma humana... O casi. Lo mataría, estaba seguro. Las orejas de conejito permanecieron y notó también una peludita y pequeña colita. Entonces se percató de que estaba sin ropa.

— ¡No mires! —Le gritó el rubio con su voz grave. Estaba boca abajo en el piso.

Jimin se alejó sonrojado y buscó la ropa de Yoongi. Se la pasó con nerviosismo cuando la encontró.

—Lo siento, aquí tienes, la había guardado. —Le dijo apenado en un susurro. Sentía que sus párpados pesaban y su cama al ser cómoda no le ayudaba.

Cuando Yoongi se terminó de vestir se incorporó y se tocó las orejas y con decepción suspiró frustrado.
Estaba por regañar al pelirrojo pero este ya estaba tan cansado que se durmió a su lado.              

Quería irse, pero primero no sabía que camino tomar para regresar a su casa, todo por desviarse queriendo ahorrarse tiempo... Y por otro lado, no quería tener orejas y cola de conejo en su cuerpo, no quería permanecer así. Debía conseguir volver a la normalidad de algún modo... Miró a Jimin y notó como un pequeño hilo de baba se caia de la comisura de su labio, asqueado intentó limpiarsela y cerrando su boca para evitar que siguiese haciéndolo.

Luego de pensar mucho se había quedado dormido. Sentía que sus huesos habían sido rotos con el brusco cambio de cuerpo que no le importó el hecho de invadir la cama del extraño hechicero por esa vez. 

Después de todo, el chico podría ser un peligro por su torpeza, pero no más que eso...

Potion ×Yoonmin×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora