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—Jimin, voy a entrar. —La voz del Señor Park le hizo abrir los ojos rápidamente.

Cuando se puso de pie tropezó con el cuerpo del chico conejo, luego se preguntaría porque estaba a su lado. El señor Park había abierto la puerta e ingresó, el pelirrojo agarró su cobija y con ella tapó al chico que se quejó y sólo lo silenció mientras se quedaba sobre su cuerpo.

—Papá... ¿qué haces tan temprano? —Su voz, estaba ronca por no ser utilizada.

—Ya está el desayuno. —Le avisó con el ceño fruncido—. Hoy tienes una nueva lección... ¿o ya lo has olvidado nuevamente? —Le regañó ignorando el cuerpo oculto, debajo de su hijo que se esforzaba por hacerlo no notar.

Hizo una mueca evitando reír y se fue.

—No te tardes. —Dijo, para cerrar la puerta de su habitación.

Jimin soltó el aire retenido y el cuerpo de Yoongi sacudiendose le advirtió que estaba asfixiándose debajo de él. Se quitó rápidamente, sacándole su cobija y el rubio estaba tosiendo, intentando recuperar aire.

—Lo siento Yoongi, mi padre casi te ve. —Le dijo. El otro no dijo nada más y sólo intentó calmar su respiración acelerada.

—Está bien... Sólo, déjame ir al baño. —Jimin asintió y ofreció ayuda al rubio.

El chico conejo se encerró al baño y Jimin suspiró...

¿Cuánto podría aguantar hasta que su padre lo descubriese?

—Jimin. Oye Jimin. —La voz del rubio seguido de un pellizco en su brazo lo regresó a la realidad.

— ¿Qué ocurre? —Preguntó.

— ¿Me vas a explicar que ha pasado ayer? —Interrogó con paciencia y calma.

—Ayer... —Un click en su memoria le hizo retroceder en el pasado para recordar que había hecho y dicho a Yoongi. Gia, debía explicarle lo de Gia.

La mirada insistente del rubio le daba tantos nervios.

—Déjame ir al baño. Te lo explicaré todo en otro lugar. —El pelirrojo corrió a encerrarse para calmarse, se lavó la cara y demás.

Cuando salió encontró al rubio sumido en sus pensamientos.

—Vamos. Esperarás fuera de la taberna... Usa esto. —El pelirrojo buscó una campera con capucha y se la pasó—. Por si acaso...

—Bien.

Ambos salieron, Jimin no sin antes agarrar su bolso con cosas necesarias. Cuando llegaron al lugar, Yoongi se quedó fuera, cabizbajo, sin fijarse en ningún cliente ni persona que pasase por allí. Jimin entró y saludó a la gente que lo conocía, intentando no ser brusco cuando evitaba no distraerse con sus charlas. Rápidamente le avisó a su padre que desayunaría fuera, agarrando un poco de la comida en una bolsa. Salió y se encontró al rubio moviendo sus pies mientras los miraba como la cosa más interesante del mundo.

—Toma. —El hechicero le tendió una de las bolsas.

—Gracias.

Yoongi abrió la bolsa para encontrarse con panecillos dulces y donas, unas frutas y demás. Empezaron a comer mientras caminaban por las calles aun vacías y se dirigían a quién sabe donde... El rubio sólo seguía al hechicero mientras disgustaba las delicias que habían sido preparadas por el señor Park y el pelirrojo intentaba buscar un sitio tranquilo donde nada ni nadie que los interrumpiese.

Jimin entonces recordó un lugar perfecto.

—Por aquí, vamos. —Jimin arrastró de la campera a Yoongi y este casi echa su dona a medio comer por el repentino estirón del pelirrojo, bufó y se soltó.

Ambos llegaron frente a una especie de parque que no tenía atracciones, sólo bancas de piedra y una hermosa y gran fuente que dejaba ver su agua cristalina, emitiendo un relajante sonido que logró hacer sentir mejor a Yoongi. El pelirrojo se acercó a la fuente y se sentó en su borde, él no quería, apostaba a todo de que si lo hacía, el menor obtendría alguna forma de echarlo allí adentro y no tenía deseos de ser mojado. Aunque negó con la cabeza, Jimin se las arregló para convencerlo, estirándolo hasta allí y avisándole que le contaría sobre su relación con Gia.

—Bien, sólo, no me toques o me pegues, no me eches a la fuente. —Le advirtió el rubio. Jimin asintió rápidamente.

—Bueno, sobre Gia... ¿la escuchaste decir que me llamaba como su novio? —Yoongi asintió en silencio, no le diría "¿y?, ¿eres su novio entonces?" sin que le explicase claramente que tenía que ver consigo—. No soy su novio. —Dijo con una mueca de desagrado—. Ella sólo se obsesionó un poco conmigo. Dejando eso de lado, cuando tú te desmayaste ella nos vio y se ofreció a ayudarme, intenté que no se te acercara pero ella es mucho más fuerte que yo y me lo impidió... insistiendo en que debía actuar rápido, que tú estabas teniendo una reacción alérgica y podrías morir. Entonces, yo... —Jimin se dio cuenta de que estaba teniendo un vómito de palabras, inhaló y exhaló, los nervios le provocaban hablar con prisa... no era su culpa. Intentando ser más claro continuó, el mayor se mantenía mirándolo sin expresión de sorpresa u otra—. No pude hacer nada por el miedo de que te pasara algo, no pensé si ella siendo tan peligrosa podría usar la oportunidad para matarte, lo siento Hyung. —Dijo y su semblante se volvió triste y con más culpa de la que un humano podría cargar—. Luego de eso, lo que prometió, cumplió y logró mantenerte estable... Entonces me preguntó cuántas pócimas habías ingerido y demás, respondí todo y ella me dijo que estabas débil porque sólo eres un mundano y si tu cuerpo tiene bebidas fuerte como estas podrían ser también graves y... tenía razón, yo estaba tan asustado y desesperado por ayudarte, por arreglar mi error que quise hacerlo de la manera más fácil y no pensé si habrían consecuencias o como tú me has dicho... efectos controversiales para tu salud. Me siento aún terrible y sé que una palabra no lo arregla pero no sé qué hacer.

—Ya olvídalo, estoy bien, no te culpes por eso... —Yoongi no sabía que decirle así que sólo se quedó observando un punto fijo en el agua.



Potion ×Yoonmin×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora