Capítulo veintiséis

27.9K 3K 1.7K
                                    

Brisa

Es viernes por la mañana y me levanto de la cama de un salto cuando oigo la molesta alarma sonar. Me apresuro a apagarla para no arruinar el sueño de Liam que retoza a mi lado.

Me voy a la cocina y pongo a preparar café para ambos. Él también se tiene que levantar, lo despertaré en unos minutos, porque le espera un complicado día en la empresa, según me contó anoche. Mi hermano, por otro lado, puede dormir hasta la hora que se le plazca.

Hace unos días vino de sorpresa para festejar mi pronto cumpleaños, y también para pasar un tiempo conmigo porque ya teníamos unos dos meses sin vernos, y era demasiado. Cuando me abrazó por detrás en la vereda me tomó totalmente desprevenida y hasta lo insulté, pero era porque pensaba que se trataba de otra persona. No se me iba a pasar por la cabeza que era él, porque yo creía que se encontraba en Nueva York, trabajando con mis padres.

Mañana es mi cumpleaños número veintiséis y estoy muy contenta de que Isaac esté conmigo. Lamentablemente, mis papás no pueden venir, ni siquiera mi abuela, que es quien se la pasaba cuidándonos a mi hermano y a mí siempre que mis padres viajaban o estaban en la empresa hasta tarde. Prácticamente, es como mi mamá, porque era ella quien me llevaba a la escuela, me preparaba la comida, me acostaba, me bañaba —hasta cierta edad, claro—, quien me llevaba y me buscaba a los lugares a los que se me antojaba ir con Gastón. También, la que me sacaba al cine y a comprarme ropa. No es por ser mala, pero me duele más que ella no pueda venir que mis padres. Está en otro país, algo que yo no sabía porque no me lo dijo, pero según Isaac, se fue hace como unas dos semanas, y está pasándosela de lujo en sus vacaciones. Y aunque me decepcione, ¡¿Qué le voy a hacer...?! Ella está grande y me gusta que disfrute de su vida, porque le encanta viajar y la llena de energía, como siempre dice.

Al menos tendré a mi hermano. Me basta con ello.

Me voy al cuarto a cambiarme de ropa. No tengo ganas de bañarme ahora, así que lo haré en la noche. Me cambio rápido y cepillo mis dientes para después irme a la cocina a terminar el desayuno. Cuando tengo todo listo sobre la bandeja, me voy para la habitación y muevo el cuerpo adormilado de Liam para poder despertarlo.

—Mi vida, es hora...

—Sinceramente, no tengo ganas de ir a trabajar hoy.

—Dudo que mañana quieras ir a la oficina a resolver todo el lío que tienes —le doy un beso en la cabeza—. Yo tampoco tengo ganas de ir a la uni, pero no me queda otra. Anda, levántate, tengo listo el desayuno.

Suelta un gruñido y se da la vuelta para incorporarse. Miro su pecho desnudo un momento y me descubre haciéndolo. Sin embargo, no dice nada. Y sí... qué me va a decir. Soy su novia y le miro todo lo que se me dé la gana.

Desayunamos de lo más tranquilos, con algunos besos de por medio. Para cuando me doy cuenta, ya es hora de que me vaya.

—Extraño llevarte a la universidad.

—Lo sé, pero a Stef no le gusta mucho ir sola.

—Es raro que Matt no la pase a buscar, o al revés.

—Lo sé, pero yo no pregunto nada sobre ello.

—Deberías.

Me encojo de hombros.

—¿Le dirás a Gastón? —inquiere cuando tomo mi abrigo.

Asiento, y le regalo una mirada.

—Sí, en un rato le mandaré un mensaje preguntando si quiere. Igual, sigo diciendo que se me hace extraño que quieras que venga a cenar a casa en la noche —confieso.

Destinados #D1 (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora