Capítulo veinticinco

29.7K 3K 1.2K
                                    

Brisa

—Gracias por traerme —le digo a Stef y me sonríe.

—De nada, amiga. Te veo mañana.

Le doy un beso en la mejilla y salgo del auto.

—Me envías un mensaje al llegar. —le pido.

Afirma con un movimiento de cabeza y me saluda con la mano. Cierro la puerta del coche y espero a que empiece a conducir para meterme dentro del edificio. Es de noche y no me gusta que se vaya sola, pero por lo menos va en su auto, con las puertas trabadas, como se lo pedí y con las ventanillas subidas.

Cuando llego arriba, me encuentro a Liam preparando la cena. Le doy un beso en los labios y lo ayudo a pelar las papas y a cortar las zanahorias.

—¿Qué tal la película? ¿Te gustó? —me pregunta.

—Mucho, sí. Es verdad lo que Gastón dijo, fue un largometraje diferente al trabajo que usualmente hace.

No miento cuando digo que me gustó mucho. Me encantó verlo en la pantalla grande haciendo lo que ama. Se nota que hubo esfuerzo y estoy orgullosa de él. Lo malo fue que hubo escenas fuertes, escenas de sexo y besos calientes. La protagonista era la chica de la fiesta de anoche, la que se llevó a Gastón a tomarse fotos, esa que interrumpió nuestra conversación. Amanda se llama... creo, aún no estoy segura, no presté atención a su nombre. Lo cierto es que no sé si será por celosa o qué, pero ella no me gustó tanto. En realidad, no me gustó nada que se tuviera que desnudar realmente para la peli. A Gastón no se le vio nada, lo taparon todo, pero a ella la expusieron completamente.

Me enfermaba ver las escenas en las que Gastón la besaba con desesperación, con deseo y luego le quitaba la ropa para hacérselo. Detestaba ver cómo la tocaba, cómo masajeaba sus pechos y cómo fingía sentir placer al hundirse en ella.

Y pensar que ese chico es mi amigo y anoche me besó. Cada beso entre ellos me recordaba al nuestro y era frustrante sentir celos por la muchacha que solo estaba haciendo su trabajo. ¿Gastón habrá sentido algo por ella después o durante las grabaciones? ¿Es ella quien le gusta?

Stef notó que algo me pasaba y no dudó en preguntarme qué tenía. Le mentí diciéndole que me dolían los ovarios y, por suerte, no indagó más y continuamos con nuestra tarde de chicas. No me apetecía contarle lo que tenía porque no quería que empezara a juzgarme por sentirme así. No tenía la seguridad completa de que lo hiciera, pero era por las dudas.

—¿Lo felicitarás? —pregunta Liam mientras me sirve jugo de naranja.

—Le mandaré un mensaje, después.

—¿Un mensaje? Creo que sería más lindo que lo llames —sugiere y lo miro.

No he hablado con Gastón desde anoche, me envió un mensaje pidiéndome disculpas por lo de la televisión y hasta incluso vi que me llamó, pero no respondí. No me apetecía en el momento, me generaba muchos nervios el hecho de hablar con él otra vez. Todavía me genera. No lo veo, pero su voz y sus palabras bastan para ponerme en tensión.

Liam me mira y sonrío falsamente.

—Lo llamaré en un rato, cuando termine de cocinar contigo.

—No hace falta, ve ahora a felicitarlo y aclaren bien lo de esa foto —insiste—. No me molesta seguir con esto yo solo. Además, de seguro terminas rápido y vuelves aquí.

¿En serio vas a insistir, mi amor? Me observa esperando una respuesta y cuando noto que me tardo demasiado y Liam empieza a dudar, asiento y sonrío. Saco mi celular y marco el número de Gastón con las manos algo temblorosas. Un tono, dos tonos, tres tonos, cuatro, cinco, seis...

Destinados #D1 (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora