Capítulo veinticuatro

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Brisa

Estar en la cama es placentero después de una larga noche de estrés mental. Me tuve que quedar en la fiesta unas dos horas y media más porque mis acompañantes no querían irse. Me hubiera quejado, pero habría quedado mal parada y podía llegar a levantar sospechas, y no quería preguntas.

Stef ya sabía qué era lo que me pasaba, se lo conté en el baño y me dijo que actuara normal, que fingiera que me divertía. Al principio, sí lo lograba, pero después vi, en contadas ocasiones, a Gastón con esa chica que se lo había llevado para tomarse unas fotos. No estaban muy acaramelados, eso me habría dejado una imagen asquerosa de Gastón. Digo, no es que sea agradable que tu amigo te bese porque no lo resistió y que después ande coqueteando con otra.

Bien, sí sé que no tengo por qué reclamar algo, pero simplemente me molestó y, aunque quiera evitarlo, no puedo. Tengo una maraña de cosas en la cabeza y no puedo pegar un ojo, y eso que mi cuerpo sí se siente algo cansado. Sobre todo, mis pies, por los tacones que usé.

No volví a hablar mucho con Gastón, de hecho, si lo hice fueron unas dos o tres palabras. Pero, para mi mala suerte, Liam se quedó hablando con él para conocerlo un poco más, ya que no habían tenido mucha oportunidad de conversar en la alocada fiesta. Tuve que soportar un momento de extrema incomodidad, y lo peor fue que no pude decir nada al respecto porque Liam terminaría sospechando y no estaba para sus preguntas.

La música sonaba fuerte, como cuando llegamos, pero no bastaba para aminorar la tensión, era como si creciera y creciera. Ni hablar de cuando pescaba a Gastón mirándome. Procuré en casi toda la conversación mirar hacia otra parte, pero era lo mismo. Las imágenes de nuestro beso me atormentaban, y si Liam se hubiera enterado de que Gastón se pasó y me besó, esa bonita conversación suya habría sido reemplazada por golpes e insultos.

Stef llegó con Matt y me sacó de esa incomodidad cuando me pidió que volviera a acompañarla al baño. Ella no quería hacer nada, pero como buena amiga y detectora de tensiones, inventó una excusa para liberarme un poco de ese peso.

Me giro en la cama y veo a Liam, está profundamente dormido. Después de ver a su exnovia en la fiesta le pregunté si sabía de su presencia, a lo cual me respondió que no y elevó las cejas con asombro. No estaba del todo segura de si creerle o no, pues noté algo de nerviosismo en su voz, pero quizá era porque eso lo había tomado por sorpresa, tanto como a mí. Ambos no se ven hace años y tuvieron una historia larga, debe ser buena razón para ponerse incómodo. ¿Verdad?

Me levanto de la cama y voy por un vaso de agua. Son las ocho de la mañana y aún no me he dormido. ¡Qué bueno que es domingo!, lo malo es que después del mediodía tengo planeado ir con Stef al cine a ver la película de Gastón, y quiero estar descansada para no correr el riesgo de quedarme dormida en plena película. Quiero estar atenta a cada parte, me llama mucho la atención cómo será todo. Además, Gastón me dijo una vez, que este proyecto fue el más complicado, un reto para él, no me lo puedo perder por no haber dormido bien. Me voy a la cama después de pasar al baño y me acuesto junto a Liam.

¿En serio tiene que hacerme tanta repercusión un beso? Bueno, no es que fuera cualquier beso, estamos hablando de uno de Gastón, el chico del que una vez me enamoré.

—¡Maldita fiesta! —murmuro.

Me la paso dando vueltas en el colchón y Liam más de una vez me pide que me quede quieta. Me río por su voz de dormido y me disculpo varias veces. Decido levantarme e irme a la sala a prender la televisión. Me rehúso a seguir en la cama moviéndome de lado a lado, mientras que mi pareja quiere descansar un domingo como toda la gente.

Me preparo un té y abro un paquete de galletas para llenar mi estómago. Poco a poco, noto que el sueño va acudiendo a mi cuerpo y cuando lavo la taza y la cuchara, me voy junto a Liam. Son las nueve y treinta y siete de la mañana, aún tengo tiempo para descansar un largo rato. Además, Liam siempre aprovecha los domingos para dormir muchas horas. Más hoy que está cansado por la fiesta. Después, le dejaré una pastilla para el dolor de cabeza, anoche tomó un poco de más, así que se levantara mareado y con jaqueca.

Destinados #D1 (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora