Capitulo 2

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Esa misma tarde, tomé una decisión, y agarré todas mis cosas, prendí mi computador con la idea en la cabeza de irme de Alemania, no sabía a dónde, pero tenía que salir de ahí, no me iba a quedar como una tonta esperando que Erik se enamorara mágicamente de mi.

El vuelo que salía más pronto era uno a España, y lo compré, tomé mis cosas y me fui al aeropuerto. Mi avión salía en una hora, así que registré mi equipaje, y me senté a esperar que lo llamaran, pronto ya estaba de viaje a mi nuevo hogar. Dejando todo atrás.

Nada me hacía imaginarme que era lo que me esperaba cuando llegara, nada de otro mundo, bueno de hecho encontrar un lugar donde dormir no me fue muy difícil, adaptarme en una nueva ciudad tampoco lo fue, lo más difícil fue tratar de olvidar a Erik. Y aunque hubiesen pasado 2 años aún no lo podía sacar de mi cabeza, él se había metido bajo mi piel, y no podía dejar de pensar en sus ojos azules.

Y era aún más difícil, porque bueno, unas semanas después de dejar todo en Alemania, me encontré con la sorpresa de que, estaba embarazada del chico. Y se me pasó una que otra vez por la cabeza, el volver a Alemania y contárselo al rubio, pero no lo hice. Primero porque yo no quería saber nada de Erik, y además de que no creía que fuese importante para él, me explico, el chico me dijo que no quería nada serio, que tenía que enfocarse en jugar mejor, y si consideraba que una relación era algo serio, bueno ya se imaginaran que un niño es algo mucho más serio que una simple relación. Y es así Erik no tenía idea de la existencia de Leo, y bueno Leo no es que supiera mucho, pero tampoco sabía de la existencia de su padre.

Aunque al comienzo fue realmente difícil el adaptarse a una ciudad completamente diferente a la que había vivido los últimos años, tuve la buena suerte de encontrarme con una chica que buscaba a alguien para compartir una casa, ya que necesitaba ayuda para poder pagar el alquiler, y con los años se había vuelto una buena amiga, además del hecho de que no le molestó que yo estuviera embarazada, y mucho menos tener que compartir la casa junto al niño que nació al poco tiempo después de que me asentara en un nuevo lugar.

Hoy comienzan mis vacaciones de la universidad, aunque seguiría trabajando, tenía un par de días libres para salir unos días junto a Anna, y a Vir, quienes eran mis amigas aquí en la ciudad, quería dormir hasta tarde ya que la mayoría de los días me tocaba despertar temprano, ya sea porque tenía que irme a clases, o porque Leo simplemente se despertaba y quería comer o jugar o simplemente quería un poco de atención, el niño era completamente igual a Erik, tenía el cabello claro, los ojos del mismo color, entre azul y verde, y las mejillas las tenía sonrojadas al igual que su padre.

Hablando del niño, sentí unas manos que tiraban de mi cabello, y sabía que eso significaba, ya estaba despierto, qué manera más dulce de despertar que te tiren el cabello, pero la verdad que no me podía enojar con él. Abrí los ojos y me encontré con esos ojos azules.

"Hola Peque" Le digo y este me sonríe tratando de decir un par de palabras, sólo sabía decir algunas, estaba recién aprendiendo. "¿Tienes hambre?" Le pregunto y este asiente. Por lo que me siento en la cama y lo tomo en brazos voy al baño me lavo el rostro y se lo lavo a él. Luego me cepillo los dientes y después bajo a la cocina.

No me encuentro con Anna, y esto no me sorprende, se pelea cada mañana con la cama y nunca logra ganar la batalla, y a veces la envidio porque tiene la gran capacidad y la oportunidad de dormir mucho, cuando yo me despierto temprano por culpa de Leo. Me pongo a prepararle la leche mientras lo siento en su silla y le paso unas galletas.

Anna y Vir, son mis amigas en esta lugar, y ambas son grandes fanáticas del club de la ciudad, ni más ni menos que el Atlético de Madrid, y cuando le digo fanáticas es que realmente lo son, no se pierden ningún juego, y con esto se han hecho conocidas entre los chicos, tanto así que Anna se ha vuelto una muy buena amiga de Saúl. Y debido a esto estaba constantemente enterandome de lo que pasaba en el mundo del fútbol, y con esto me enteraba de las constantes lesiones de Erik, pero también de lo bien que lo estaba haciendo en el club de las abejas.

Encendí la televisión y estaba en un canal de deportes en el que hablaban de los jugadores que se habían ido de vacaciones luego de que no los llamaran para jugar con sus selecciones los diversos torneos que se jugaban en las vacaciones entre temporadas. Me había enterado de que no habían llamado a Erik, y sé que se debe de sentir mal, hace dos años había sido parte de los 23 que fueron campeones del mundo. Estaba terminando de preparar el desayuno, Anna bajó las escaleras.

"¡Buenos días!" digo alegremente, pero Anna no es una persona que ame las mañanas y sólo me gruñe una respuesta, pero la cara le cambia cuando escucha a Leo tratando de decir buenos días.

"Hola pequeñajo" Le dice y le hace cosquillas en la panza. Mientras Leo se mueve y hace fuertes sonidos, amando ser el centro de atención, justo como su padre. "¿Escuchaste que no lo llamaron?" me dice y suspiro.

No le respondí.

"Escuché que vendría a España de vacaciones, ¿Te esconderás de él nuevamente?" Me pregunta y suspiro nuevamente.

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Holi, 

aquí va el segundo capítulo, espero que les guste :) 

saludos y besos <3

Klein Durm // Erik Durm (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora