Ese tipo de amor convierte a un hombre en un esclavo. Ese tipo de amor envía a un hombre directo a su tumba.
Me vuelvo loco, loco, loco bebé. Lo enciendes, luego te vas. Si, me vuelvo loco, loco, loco por tu amor.
¿Que puedo hacer cariño?
Me sie...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
¿Realmente pueden dos personas estar hechas la una para la otra? ¿Almas gemelas? Estaría bien si fuera cierto: que todos nosotros tenemos a alguien por ahí esperándonos. Y nosotros esperando por ellos. No estoy segura de creerlo.
❁❁❁
De pronto, aparecí en este lugar que antes ya había conocido, una playa en Florida. Una vez había venido aquí cuando me escapé del colegio con...
–¿Qué estás haciendo aquí? –escuché detrás de mí la voz de mi mejor amiga, Alicia.
No, eso no era posible. Ella estaba muerta.
Me di media vuelta con miedo a lo que iba a ver, pero ahí estaba ella, tal como la recordaba: rubia, hermosa, con esa apariencia de seguridad e inteligencia que la caracterizaba. Ni siquiera me puse pensar cómo era posible esto, corrí a abrazarla.
–¡Ali! –me fundí en sus brazos–. No sabes cuánto te extrañe. El mundo es horrible sin ti.
Ella sonrió y puso mi cabello detrás de mi oreja. Me miró de pies a cabeza.
–En verdad eres tú –sonrió más, pero luego su expresión cambio a una afligida– No deberías estar aquí. Aún no es tu hora.
Mi sonrisa también desapareció y me acordé el por qué estaba aquí. Mi bebé, la operación, ¿qué había pasado?
Miré mi vientre y ya no estaba embarazada, solo lucía un vestido blanco al igual que Alicia. La miré esperando que me explicara que era todo esto.
–Si no está aquí es porque sobrevivió –me dijo– La operación salió bien... para él.
Sonreí con alegría. Mi bebé estaba bien, claro, yo estaba muerta, pero eso que importaba, mi bebé, mi hermoso debió luchar duro y ahora debería estar siendo trasladado a una incubadora, mi vientre sin vida ya no era su hogar.
En ese momento, se sintió un gran viento envolvernos. Miré extrañada a mi alrededor, el viento solo me afectaba a mí. Ali se dio cuenta y sonrió.
–Lo sabía. Aún no debes estar aquí. Te están salvando.
–Pero...
–Nos veremos después. Te lo prometo. –fue lo último que la escuché decir.
Otra vez desperté sin saber qué había sucedido, sin embargo, ahora si reconocía mejor el lugar donde estaba. Era una habitación del hospital, estaba echada encima de una cama y conectada a una intravenosa.
Miré que mi vientre embarazado aún seguía ahí. Eso significaba que habían logrado salvarme antes de que me hicieran la cesárea.
–Alex. –escuché la voz de Lexie– Derek.
Me di cuenta que estaba tratando de despertarlos. Ambos dormían en los sillones que estaban a mi costado. Los chicos mencionados levantaron su vista y me notaron.
