Ese tipo de amor convierte a un hombre en un esclavo. Ese tipo de amor envía a un hombre directo a su tumba.
Me vuelvo loco, loco, loco bebé. Lo enciendes, luego te vas. Si, me vuelvo loco, loco, loco por tu amor.
¿Que puedo hacer cariño?
Me sie...
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El cuerpo humano es un sistema altamente presurizado: La presión sanguínea mide la fuerza de la sangre pulsada a través de las arterias. La presión baja o inadecuada puede causar debilidad o falla. Pero si la presión llega a ser muy alta es cuando los problemas ocurren, ese es el mejor indicador de que algo terrible está pasando.
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–No estoy entendiendo lo que me dice –le dije confundida al señor que estaba frente a mí: el jefe Webber.
Me había llamado a su oficina para darme una noticia importante, pero después de que dijera "Hunt ha presentado un informe..." me perdí por completo en mis pensamientos de odio hacia ese sujeto.
–Le estoy diciendo que Hunt ha presentado un informe sobre usted, donde dice que tuvo un arrebato de emociones en el certificado de trauma –acercó su vista a los papeles frente a él– dice también, que usted animo a la Dra. Kepner a realizar una serie de imprudencias que pudo haber terminado en la muerte de muchas personas del campo.
Abrí la boca sorprendida ante tales acusaciones.
–Eran muñecos. –me defendí– ¿De qué muerte está hablando?
–Bueno, Hunt no especifica mucho sobre los muñecos aquí... –el jefe parecía contrariado en sus comentarios, trataba de darme una sonrisa, pero a la vez, utilizaba su tono serio– Él dice que la rehabilitación aún no ha hecho efecto en usted. y, por lo tanto, me ha pedido que me encargue de este asunto.
Oh no, me iban a despedir. Oh no. No. No.
Sentí que mis ojos empezaron a llenarse de agua mientras negaba con mi cabeza.
–Doctor, yo le juro que he estado mejorando. –hablé tan rápido que ni yo me entendía– No tengo ni idea de lo que habla el Dr. Hunt. Las cosas no fueron así...
–No la voy a despedir –me interrumpió.
–¿No?
–No –respondió– Vera, el tiroteo hizo que me diera cuenta lo valioso que es mi personal humano. Aun cuando usted y yo no llevamos una estrecha relación, la aprecio y creo que se merece una segunda oportunidad.
Estaba segura que esta no era mi segunda oportunidad, capaz era la cuarta. No me acordaba mucho.
–Gracias. Gracias. Gracias. –me paré y lo abracé– ¿Alguna vez le he dicho que usted es el mejor jefe que he tenido? –me separé de él y lo miré a los ojos– Porque lo es. En verdad, lo es.
–¿Incluso mejor que Derek? –ladeo la cabeza y arqueo una ceja.
–Oh por dios, sí. –respondí de inmediato– Osea, usted es super profesional y Derek se tomaba las cosas muy personales, demasiado personales. A lo que me refiero es a que usted no le importa con quien me acueste, con tal de que haga mi trabajo ¿cierto?
