Ese tipo de amor convierte a un hombre en un esclavo. Ese tipo de amor envía a un hombre directo a su tumba.
Me vuelvo loco, loco, loco bebé. Lo enciendes, luego te vas. Si, me vuelvo loco, loco, loco por tu amor.
¿Que puedo hacer cariño?
Me sie...
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"La gente cree que los médicos somos las personas más responsables que existen. Hay vidas que dependen de nosotros. No somos bichos raros, no olvidamos detalles importantes, ni tomamos pésimas decisiones. Porque eso sería malo, ¿verdad?"
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¡OTRO PUNTO MAS PARA LOS HUSKIES! ¡QUEDAN 15 MINUTOS MAS Y NOS VAMOS! Sentía que eso habían dicho hace más de una hora, pero por empate habían alargado el partido a 60 minutos más.
Jackson estaba a mi lado gritando como loco por su equipo favorito, a su lado, yo estaba comiendo palomitas, a ver si me atoraba con uno para así irme de una vez.
Cuando los Huskies estaban perdiendo el partido, todos se pusieron hacer disturbios al árbitro. La cerveza me cayó en el cabello, me paré de inmediato.
–Voy al baño –le dije a mi novio pero creo que no me escuchó.
Apenas entré al baño de damas, me encerré en un cubículo y me aguante las ganas de llorar.
La estaba pasando horrible. Deseaba que fuera la mañana siguiente para irme a trabajar. Odiaba el lugar donde estaba.
De pronto, escuché mi celular timbrar. Vi que era la mamá de Jackson y contesté.
–Catherine, hola. ¿Cómo estás?... Si, vi tu mensaje.... esa conferencia en Roma suena muy interesante, pero el trabajo... Tendría que hablarlo con Jackson.... ¿Él ya lo sabe?... Yo hablaré con él. Cuídate.
En conclusión, Jackson no me había hablado del viaje a Roma porque no pensaba ir. ¿Y por qué no quería ir? Porque era tan orgulloso, que despreciaba al nepotismo.
A veces un poco de ayuda no era mala, pensé.
Me quedé en el baño un tiempo más y salí. Jackson ya me estaba esperando afuera.
–Te perdiste el final del partido. ¿Estás bien? –Se preocupó.
—Creo que algo me cayó mal –mentí– Vámonos a casa.
–Claro. ¿Te divertiste?
Hice como que no escuché la pregunta.
–Que mal que no trajimos tu auto. ¿Habrá taxis a esta hora? Odio esperar.
–Podríamos ir con un amigo que acabo de conocer. –propuso.
–No me gusta subirme a autos con desconocidos.
Jackson entendió y caminamos hasta la pista para conseguir un taxi. Estábamos ta cansados cuando llegamos a casa de Meredith, que lo único que hicimos fue acostarnos en la cama. No hubo besos de buenas noches.
–La próxima vamos al Hilton, sé que te gustó estar ahí.
Quise voltearme a verlo y decirle que el partido no había estado tan mal. Abrí mis labios un poco, pero mis ojos se cerraron y me quedé dormida.
