The way i loved you - Regulus Black

53. Jazmine no crece

Jazmine esperaba ansiosa a su sobrino en la puerta de la entrada, sentada en el pasillo. Llevaban horas sin aparecer y temía que algo le pasara.

Estaba apunto de salir corriendo cuando los gemelos aparecieron junto a ella, uno a cada lado haciendo que ella rodara los ojos.

—Tia  Mía, ¿estás bien?

—Sí, ¿Por qué?

—Porque pareces un poco enojada.

—Frustrada diría yo —George completo, haciendo que ella sonriera.

—Me preocupa tu papá y Harry, ¿se habrán perdido?

La puerta fue abierta, poniendo a todos alertas, incluso los que estaban en la cocina salieron de ahí para ver como estaba Harry quien sonreía a medias.

—No me expulsaron —anunció y todos suspiraron con alivio—, pero nada esta bien.

—¿Por qué lo dices cariño? —Molly fue hasta el para apretar sus hombros.

—El ministerio no me cree —murmuró, desaciendose del agarre de la señora—, iré a descansar un poco.

Los presentes miraron como Harry subía las escaleras sin ganas, pero solo Jazmine pudo notar como jugaba con la liga que le había dado un día antes. Sirius lo abordó a la mitad del camino y se perdieron detrás de la puerta de su habitación.

—¿Creen que debamos hacer algo? —Ron pronunció consternado de ver a su mejor amigo así—, tal vez el quidditch le ayude.

—Aquí no podemos jugar quidditch —dijo obvio George, como si su hermano fuera un total tonto.

—No, pero yo se donde sí —Ginny habló detrás de todos ellos, totalmente entusiasmada. Jazmine la miro interrogante, no solía hablar con ella porque era un poco reservada pero siempre sabía que decir—, la tía Mía tiene una casa linda ¿no?

A todos se les iluminó el rostro, menos a Molly quien empezó a negar efusivamente.

A la mitad de la noche, Jazmine, Fred y George están fuera la habitación de Harry y Ron, ideando el plan perfecto para que no los descubrieran.

—Sí, tonto, pero si hacemos una desapareción va a escucharse por toda la casa —Jazmine le respondió a Fred, quien rodó los ojos.

—No si le dices al maldito elfo que nos lleve —contestó, haciendo que su madrina tontamente asintiera.

—Tia Mia, en sus años de colegio ¿Hacía estás cosas? —George se burló, al verla entrar sigilosamente a la habitación.

—¿Qué hacen aquí? —Harry fue el primero en responder cuando la varita de Jazmine iluminó su rostro— ¿Algo esta pasando?

—No nada, solo levántate y ponte algo más que pijama —Jazmine le sonrió de manera tranquila, antes de ir hasta Ron y golpearle la cabeza—. Levántate Ronald, vamos a llevarte por pay de calabaza.

—¿Pay?

—Sí, pay de calabaza, pequeño bebé —George lo burló, mientras lo ayudaba a ponerse de pie totalmente somnoliento.

—Iré a despertar a las chicas, los espero a todos en la última habitación y no hagan ruido al salir —amenazó Jazmine saliendo de la habitación para bajar un par de pisos para ir por las chicas.

—¿Siempre es así? —Harry preguntó mientras se ponía los zapatos, totalmente confundido y sin ganas de caminar; todavía muy desanimado por lo de la mañana.

—Sí, Bill y Charlie siempre cuentan como mamá los encontraba jugando en el campo a la mitad de la noche y como terminaban llenos de lodo en los veranos en que llegaba a visitarnos —Fred contestó—, a George y a mi siempre nos intercambiaba por bolsas de dulces en el mercado.