The way i loved you - Regulus Black

5; Severus vs Euphemia

Jazmine no creía en que todos los Slytherin fueran creyentes de la pureza de sangre, pero en el momento en que se sentó del lado de las serpientes se dió cuenta que la mayoría la repudiaba.

No era un secreto para nadie que los Potter eran familia respetable, pero tampoco que eran traidores de sangre. Su adorado abuelo Harry había peleado durante años contra el sistema y ella estaba orgullosa.

La pelicastaña sonrió con amabilidad, aunque se estaba muriendo de nervios y se dispuso a mirar al campo, para pasar el mal rato.

No sabía porque Regulus había pedido eso, quizá era para verla sufrir o para meterla en problemas, pero lo peor es que ella aceptó sin rechistar. Se estaba odiando así misma.

—Así que una Gryffindor apoyando a las serpientes —a su lado, Severus le habló con sisaña, mientras leía algo en su libro así que ella frunció el ceño.

—¿Leeras todo el partido o por qué pareces colegiala que pretende impresionar jugadores? —su comentario había hecho que Snape la mirara con asco, por lo que ella lo miro igual.

Severus y ella jamás tuvieron problemas, lo ignoraba tanto como podía porque ni siquiera era de su grado. No fue hasta el año pasado que hizo llorar a Lily Evans llamándola sangre sucia, que ella decidió no tener compasión de él.

Lo trató de comprender durante un tiempo, pero cada vez más se convencía que no era tan santo como quería entender.

—Así que la Potter es igual de bravucona que su hermano, no me sorprende, son tan... arrogantes y despreciables —alzó ambas cejas retándola antes de mirar al campo donde el partido iniciaba.

—No lo fuera, sino hubieras sido tan cruel con Lily Evans, todos creen que mi hermano es malo por tu culpa y se lo merece, pero contigo tiene razón —bramó, viendo como Regulus se alzaba en el aire—, como sea, si la amabas tanto, ¿Por qué le dijiste aquello?

La mirada de asombro del pelinegro hacía ella no la inmutó, quien se paro de su asiento para aplaudir hacía Regulus que pasaba frente a ella, sonrió grande cuando este le guiñó el ojo y regresó con su equipo.

—Parece que a ti también te gusta alguien el cuál tu hermano odia, ¿Te imaginas si él se entera? —trato de contraatacar de manera desesperada pero ella le sonrió con suficiencia.

—¿Sabes por qué nadie se va a enterar? —él alzo una ceja esperando su respuesta—, porque si lo haces, todos se enterarán que eres un falso Slytherin. Digo, por algo eres el Principe Mestizo.

—¿Cómo sabes eso? —bramó esta vez, tenía un miedo visible y sus nervios estaban a flor de piel que ella pudo disfrutar.

—Severus, te la pasas en el bosque, y hablas sólo ¿No tienes amigos? —él soltó un suspiro y se acercó a ella, no de manera intimidante pero ella se separo un poco.

—Si tu no le dices a nadie, yo te ayudo con una poción de amor para Regulus —murmuró cerca de su rostro por lo que ella abrió los ojos y luego bajo la mirada.

—No quiero nada a cambio, no soy tan mala como piensas. Sólo no vuelvas a llamar a nadie de esa forma porque me enteraré y habrán muchos problemas. Aparte, no me gusta Regulus —ella frunció el ceño, antes de volver su vista al chico quien estaba cerca de su hermano, por lo que se puso la bufanda sobre su rostro.

—Aún.

—Jamás pasará, nos la pasamos peleando y siempre me trata de decir que me repudia —se burló, aunque estaba incómoda.

—Sí, por eso cuando lo miras tus patéticos ojos brillan —se rió de manera sarcástica, cuando ella abrió los ojos y la boca, asombrada.

—¡Cállate, Snape! —hizo cara de asco y prefirió ignorarlo.